
El Ayuntamiento de la Villa y Puerto de Garachico conocerá hoy los resultados sobre el estado del agua de la playa del muelle que el Gobierno municipal cerró el sábado ante la aparición de una mancha de color verdoso en dirección al oeste. Una decisión que se adoptó “por precaución”, confirma el alcalde, José Heriberto González, dada la turbidez en el agua y ante el posible riesgo de microalgas, como señala el cartel que prohíbe el acceso a la zona de baño.
Aunque se desconocen los motivos exactos, el mandatario decidió que lo más prudente era recoger muestras de agua para ser analizadas por parte del laboratorio que realiza las analíticas de agua doméstica y de playas al Ayuntamiento y esperar los resultados que éstas arrojen.
Un paso que dio el lunes junto con el concejal de Playas, Andrés David Hernández, dado que el fin de semana resultó imposible porque el laboratorio estaba cerrado, y que muchos ciudadanos no entendieron ya que es uno de los lugares preferidos para darse un chapuzón por los vecinos de toda la comarca.
Hasta el momento, todos los análisis que realiza de forma periódica la Dirección General de Salud Pública del Gobierno Canario no han arrojado ningún resultado negativo, “todo lo contrario”, dice González.
El alcalde explica que ” todos los años cuando hay mareas sosegadas -o ‘sobadas’, como dice la gente mayor- y el agua no corre, la playa queda como un estanque y suelen entrar pequeños grupos de algas por las corrientes que suelen llevarlas hacia el lado de Los Silos y formaron un grupo”, la mancha verde que vieron muchos usuarios y por eso alertaron a los socorristas. “Es cierto que cada vez se ve más clara, pero desde hace una semana la renovación del agua es casi nula”, añade.
El mandatario asegura que según le trasladaron desde el laboratorio 48 horas es el tiempo idóneo que tiene que pasar para que el cultivo resulte más fiable.
Previamente se revisaron las dos estaciones de bombeo que fueron renovadas en 2015 y que hasta el momento nunca han tenido ningún problema. “El operario la revisó y no había ningún inconveniente ni tampoco hay ningún punto donde se pueda verter”, señala.
“En principio se piensa que sean restos de algas que proceden de aguas más alejadas y que las corrientes las han traído hasta Garachico pero dada la turbidez del agua, por precaución, decidimos cerrarla”, insiste González quien añade que su apertura al público dependerá de los resultados que arrojen hoy las analíticas.