
Por Benjamín Reyes
La quinta edición de Isla Calavera, celebrada entre el 19 y 27 de noviembre en Multicines Tenerife, proyectó un puñado de películas que saciaron el apetito de los amantes del género fantástico. Álex de la Iglesia, Paco Plaza, Carolina Bang o Nicholas Rowe, entre otros, le dieron brillo.
En 2000 acudí al Festival de Sitges, donde pude ver, por ejemplo, una joya como American Psycho, con mil personas disfrutando con las andanzas gore de su protagonista. Me preguntaba si esto algún día sería posible en Tenerife. Dos décadas después. Ramón González Trujillo y Daniel Fumero (junto a su equipo) lo han hecho posible.
En esta nueva edición del Isla Calavera despuntaron los homenajes a películas que han hecho historia, como la coproducción hispanoitaliana No profanar el sueño de los muertos (1974), de Jorge Grau, que contó con la presencia de uno de sus protagonistas, el actor José Lifante, el hijo del fallecido director, el especialista Víctor Matellano y una horda de zombis millenials. 47 años después, la película sigue manteniendo su impacto. Un joven espectador comentó: “Parece que fue rodada ayer”.
Los eventos calavera marcan la diferencia con otros festivales canarios. Y otro de los grandes momentos fue la proyección del clásico de los 80 El secreto de la pirámide (1985), con posterior charla con su protagonista Nicholas Rowe, que derrochó simpatía ante la larga cola de espectadores que querían sacarse una fotografía con él o que deseaban que les firmará la película en formato físico.
De la sección oficial despuntó Belle, un anime que arroja luz sobre los avatares de internet y su influjo negativo en la vida real. Poética y sensible. La abuela, de Paco Plaza, se exhibió antes de su estreno y dividió al público. La mitad salió contento, la otra mitad no tanto.
Jacinto, de Javi Camino, se alzó con el premio a la mejor película “por su vocación de crear un icono del terror español en su uso de la poética punk, contrastando la Galicia profunda con la moderna”. La otra triunfadora fue La pasajera, de Raúl Cerezo y Fernando González Gómez. El filme logró el premio al mejor actor para Ramiro Blas, “por crear un personaje con muchas aristas, un perdedor entrañable de la España cañí, simple, carismático y contradictorio”, y el de la mejor actriz para Paula Gallego, “por lanzarse al abismo para habitar todas las emociones a las que le conduce el personaje”. Además, La pasajera sumó el premio del público.
El premio a la Mejor Dirección fue para James Ashcroft por el thriller Coming Home in the Dark, que presentaba cierto interés en su planteamiento, pero termina por aburrir por su solemnidad.
El festival rindió homenaje en su clausura a Narciso Chicho Ibáñez Serrador con la proyección de dos capítulos del remake de la serie Historias para no dormir: Freddy (excelente) y Asfalto (mediocre). Además, a partir de ahora una sala de Multicines Tenerife recibirá el nombre del influyente autor y divulgador del cine de género.
Entre la nómina de premiados a su trayectoria figuraron: la actriz Carolina Bang, el productor Enrique López Lavigne, el escritor y director Víctor Matellano y el cineasta Neil Marshall. En solo cinco años, Isla Calavera ha conseguido atraer a grandes nombres del cine nacional e internacional. ¿Con qué nos sorprenderán en próximas ediciones?