Desde que fundó su empresa, Vicente José Santos Luis, propietario gerente de Orotava Aguacates, dedicada a la distribución de esta fruta, siempre realizó acciones solidarias entregando mercancía para ser distribuida por Cáritas y el Hogar Santa Rita.
Pero este año quiso darle “una vuelta de tuerca” a la donación y pensó que en lugar de regalar este producto, “prescindible” en las familias más necesitadas, era mejor hacer un intercambio, “como hacían mis padres y abuelos en su época”. Así, en el mes de mayo le planteó a la coordinadora de Cáritas Diócesana en el Valle de La Orotava, Milagros González, la propuesta de cambiar un kilo de aguacates por otro de comida no perecedera y destinarlo a las familias más necesitadas del municipio.
La idea fue aceptada con éxito, también por parte del párroco de la iglesia de La Concepción y el grupo de gobierno.
Cuando todo estaba “prácticamente organizado” se produjo la erupción volcánica en La Palma y cambiaron los planes de Vicente, quien le planteó a Cáritas completar la iniciativa con una rifa de un euro en la que se sortean dos cenas, cuya recaudación iría a las personas afectadas por el volcán.
La idea también fue aprobada y además, se decidió que los aguacates que se intercambiaran fueran de La Palma con el objetivo de ayudar también a los agricultores de esta isla.
Así, el domingo en la fachada de la iglesia de San Agustín se llevará a cabo el tripartito solidario: se cambiará un kilo de aguacates de La Palma por uno de comida no perecedera que será distribuida por Cáritas y además, se sortearán dos rifas de cenas para ayudar a las familias más necesitadas de la Isla Bonita.
Habrá unas cinco personas repartiendo y en caso de que llueva, el evento se trasladará al interior de la iglesia ya que el párroco les ha dado permiso. Será de 10 a 14.00 horas hasta que se acaben los aguacates, un total de 350 kilos, “que espero, sea lo antes posible”, manifiesta Vicente.