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Buscan restos arqueológicos en el antiguo convento de San Lorenzo, en La Orotava

La investigación patrimonial es determinante para recuperar los casi tres siglos de historia de este inmueble, denominado por Viera y Clavijo como ‘El Escorial de Canarias’

La Dirección General de Patrimonio Cultural, en colaboración con la Concejalía de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de La Orotava, ha financiado varios sondeos en la iglesia de San Francisco, ubicada en el casco histórico de esta Villa, para tratar de localizar y corroborar el potencial arqueológico del antiguo convento de San Lorenzo.

Las excavaciones comenzaron a comienzos de noviembre del pasado año y culminaron a mediados de diciembre. Desde entonces, el equipo de Prored, dirigido por Hacomar Ruiz, se encuentra analizando los materiales e indicios arquitectónicos para confirmar que el espacio en el que se excavó se encontraban los restos del convento, desaparecido en 1801 como consecuencia de un incendio.

Las llamas consumieron edificaciones, imágenes, mobiliario y documentos. Solo se salvó del fuego la portada de cantería de la iglesia y algunas obras de arte, motivo por el cual esta investigación arqueológica es determinante para recuperar los casi tres siglos de historia de este enclave. Su importancia histórica recae en que El Escorial de Canarias, como lo denominó Viera y Clavijo, fue uno de los primeros conventos franciscanos tras la conquista de Canarias, de hecho, fue la primera fundación monástica en el municipio norteño, por lo que esta institución es clave en la organización primigenia de lo que sería la posterior urbe.

En 1519, los frailes franciscanos constituyeron el convento de San Lorenzo a iniciativa del conquistador Bartolomé Benítez de Lugo, sobrino del Adelantado Alonso Fernández de Lugo. Este monasterio llegó a contar con 60 monjes y sirvió como sede capitular de la provincia de Canarias.

Entre los objetivos que se pretenden conseguir con esta primera intervención está el de evidenciar arqueológicamente si el antiguo monasterio continuaba su orientación hacia el sur e “identificar cuál podría haber sido el suelo original del convento desaparecido en el siglo XIX”, explica Ruiz, codirector del proyecto.

Tal y como se ha constatado, “el protagonismo de la iglesia y la cristianización resultó fundamental en la conquista y colonización de Canarias”, afirma, por su parte, la directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno autonómico, Nona Perera, quien añade que “el establecimiento de templos y órdenes religiosas sustentaron un modelo de conquista que necesitamos conocer para que el pasado de Canarias tenga menos sombras y, para ello, es imprescindible estudiar estos enclaves”. Para la concejala de Patrimonio Cultural de La Orotava, Delia Escobar, con esta primera fase “se hace justicia histórica en un enclave que fue fundamental para el desarrollo y evolución del municipio hace tres siglos”, declara.

Según las principales hipótesis, el convento de San Lorenzo se ubicaba en lo que hoy es el Hospital de la Santísima Trinidad y la iglesia de San Francisco, pero su extensión era mucho mayor, ocupando unos 2.600 metros cuadrados aproximadamente.

Restos de la construcción original

Al tratarse de una superficie tan amplia, se realizaron cuatro sondeos en un espacio no construido anexo a la Iglesia, donde se encuentran vestigios que podrían haber formado parte de la construcción original. “La documentación nos dice que en esta zona se encontraba el antiguo convento y con la intervención arqueológica se está siguiendo la estela de unos elementos constructivos que ya indican la importancia arquitectónica de este espacio con una columna de orden corintio o un arco de piedra”, adelanta Ruiz.

A través de la Arqueología de la Arquitectura y el registro fotogramétrico se pueden reconocer “diferentes unidades murarias y elementos constructivos que nos explican cuál fue la evolución arquitectónica de este espacio”, señala el arqueólogo, como derrumbes, remodelaciones, construcciones posteriores, reocupaciones, estructuras de combustión, entre otros.

El estudio de los sedimentos contribuye a descifrar el comportamiento humano en relación a ese lugar, ya que cada estrato arqueológico conserva diferentes eventos históricos superpuestos entre sí, y, por tanto, cada uno alberga variada información acerca de la funcionalidad del convento.

El sedimento recuperado ha sido cribado para procurar la máxima recuperación del material arqueológico, que incluye fragmentos de vasijas, elementos de vidrio y metal, diversos fragmentos de fauna, pero también deshechos de la época en la que el hospital estaba en funcionamiento.

Una columna de orden corintio a la que se logró llegar hasta la base

En esta primera fase se encontraron muchos restos y desechos del hospital, así como restos revueltos. Una segunda intervención resulta fundamental para poder relacionar las diferentes unidades estratigráficas y los elementos constructivos registrados. Entre ellos, destaca una columna de orden corintio que ya se conocía, pero se logró llegar hasta la base, y un arco de piedra. Ambos señalan que se está, posiblemente, ante una nave del convento y por eso lo ideal sería abrir en extensión toda esa área para intentar conectar todo el material arquitectónico aparecido.

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