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Luisa Castro (PP) no comparte la reprobación del obispo que apoyó su partido en el Cabildo

Mientras, Mari Brito, alcaldesa de Candelaria, cree que “hay motivos para la reprobación” aunque haya pedido perdón por su declaración “homófoba”
Carmen Luisa Castro, exalcaldesa popular de Güímar / NORCHI

Carmen Luisa Castro, portavoz del PP en Güímar y exalcaldesa de ese municipio, ha querido dejar claro que no está de acuerdo con que su partido apoyara el viernes, en el Pleno del Cabildo, la reprobación del obispo Bernardo Álvarez “por las declaraciones calificadas como homófobas, cosa que yo no llego a comprender; llevar la contraria en ciertos asuntos te lleva a que te califiquen de homófoba, fascista, etc.”.

Recuerda Castro que en esa declaración, aprobada por todos los partidos, “solicita que no se invite a Bernardo Álvarez a ningún acto institucional en la Isla, por lo que supongo que los señores y señoras consejeras del Cabildo ya no acudirán a ninguna misa que celebre nuestro obispo. Por supuesto no irán, por ejemplo, a las misas de la Patrona en Candelaria”.

“Aún así -prosigue Luisa Castro-, el obispo emitió un comunicado en donde se disculpa porque entiende que no se explicó bien, pero cada uno tendrá que mirar en su vida si quiere cumplir con la ley de Dios. El pecado mortal no solo se entiende para el que ejerce la homosexualidad, sino para las relaciones fuera del matrimonio, por mentir, robar…”.

Y la exalcaldesa popular va más allá, al pedir a sus compañeros del PP que soliciten en los plenos de Guía de Isora y La Laguna que retiren el nombre de las calles dedicadas al revolucionario argentino nacionalizado cubano Ernesto Che Guevara por su conocida homofobia. “El Che consideraba la homosexualidad contraria a su ideal de hombre nuevo, porque este debía ser un obrero vigoroso, gallardo, trabajador, patriota, desinteresado, heterosexual, monógamo y austero. Eso le llevó a considerar a los gays y a las lesbianas como unos ‘pervertidos sexuales’, en palabras del escritor Cabrera Infante”, recuerda.

Mari Brito

En cambio, la alcaldesa socialista de Candelaria, Mari Brito, catequista y responsable de las cuentas de la iglesia de Igueste en su juventud, se muestra de acuerdo en la reprobación al obispo, porque “honestamente creo que sus palabras fueron un error, y ha hecho bien en disculparse, siempre cabe una palabra de arrepentimiento y la rectificación”.

“Esas palabras hay que condenarlas, porque, aunque la Iglesia tiene sus normas, la primera que nos dejó Jesucristo es el amor al prójimo y ese es el primer mandamiento, sea quien sea, piense lo que piense o haga lo que haga. El Jesucristo en el que yo creo nos enseñó ese camino y ahora la Iglesia tiene que adaptarse a los tiempos, como trasmite el papa Francisco”, dijo.

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