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El alcalde de Garachico defiende el funicular como solución a las dificultades en las carreteras TF-421 y TF-42

El proyecto, atascado desde 2008 pese a ser necesario para comunicar los barrios altos con el casco, está pendiente de ser analizado en el marco del Plan de Movilidad Sostenible
El funicular permitiría conectar los barrios altos con el casco además de limpiar y proteger la zona del Acantilado de La Culata.
El funicular permitiría conectar los barrios altos con el casco además de limpiar y proteger la zona del Acantilado de La Culata.

El alcalde de Garachico, José Heriberto González, no renuncia a la puesta en marcha de un funicular para comunicar los barrios altos con el casco del municipio, la única opción viable dada la orografía de la Villa y Puerto y una alternativa a las dificultades que ofrece la carretera TF-421. Esta última vía es la única opción para entrar y salir a la Isla Baja cuando los temporales marítimos obligan a cerrar la avenida Adolfo Suárez y es la principal conexión del litoral de Daute con sus medianías, pero la complejidad de sus curvas, la estrechez de la calzada y el riesgo de desprendimientos condicionan su uso, pese a ser fundamental para la comarca.

La TF-42, que conecta el municipio con el de Icod de los Vinos, también tiene graves riesgos de desprendimientos y presenta unas condiciones lamentables, que, además, hacen peligrar la seguridad de los vehículos. Actualmente, los vecinos de barrios como San Juan del Reparo, La Culata y Genovés, por ejemplo, tienen que desplazarse hasta Icod y luego regresar a Garachico si quieren ir al casco. En caso de ofrecer una alternativa de transporte, como el funicular, podrían hacerlo directamente, añade.

En diciembre de 2019, el alcalde y director insular de Movilidad, José Alberto León, acordó revisar el proyecto redactado en el año 2005 por la empresa Teleférico Pico del Teide (con participación privada y pública del Cabildo de Tenerife), que, asimismo, realizaba la inversión. Este se comprometía a restaurar y limpiar la zona del Acantilado de La Culata.

En 2008, recibió el primer visto bueno y, al año siguiente, la Cotmac aprobó el Plan Especial de Protección de este último espacio, en el que se incluyó un corredor de 15 metros de ancho para este sistema de transporte.

Pero desde ese momento, el proyecto se atascó “por unos metros”, pese a que siempre se dijo que el trazado no era rígido, sino que se adaptaría a lo que estableciera el estudio de impacto ambiental.

La iniciativa se paró ese mismo año, porque una parte de los informes medioambientales no eran favorables. Hubo varios intentos de desbloquearlo, pero hasta el momento ninguno fructificó. Actualmente, está pendiente de ser analizado en el marco del Plan Insular de Movilidad Sostenible (Pimsit), confirman desde el Cabildo.

“Yo no quiero ir en contra de los informes técnicos ni quiero presionar a nadie. Tampoco que se toque ningún árbol ni ninguna especie animal ni de interés geológico o arqueológico, pero creo que hay que hacer un esfuerzo de comprensión un poco mayor y si hay que corregir cosas, que se corrijan”, aclara el mandatario.

En caso de hacerse realidad, sería el primer funicular de Tenerife “y eso no deja de ser un atractivo turístico importante además de la mejor conexión entre el casco y las medianías”, insiste el mandatario.

De acuerdo al proyecto, tendría capacidad para unas 70 personas y sería acristalado para poder disfrutar de las vistas que ofrece el municipio.

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