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Giro ciclónico de la borrasca Celia: se mantiene la calima en Canarias

La calima en Canarias afectará en mayor medida a las islas más orientales, mientras que será ligera en Tenerife y Gran Canaria
La calima abandona Canarias mañana, pero se queda el calor
calima en Canarias
La calima en Canarias se mantiene durante todo el viernes. | Sergio Méndez

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha anunciado la presencia de polvo en suspensión, que irrumpió ayer en el Archipiélago, durante prácticamente todo el día de hoy. La calima en Canarias afectará en mayor medida a las islas más orientales, mientras que será ligera en Tenerife y Gran Canaria.

En referencia al resto de la previsión meteorológica para este viernes, la Aemet indica que en el norte de las Islas predominará el cielo nuboso con baja probabilidad de lluvias débiles dispersas en medianías del noreste a primeras horas; en el resto de zonas estará poco nuboso con algún intervalo de evolución en la vertiente oeste.

Las temperaturas mínimas sufrirán un ligero descenso y las máximas pocos cambio. Los termómetros oscilarán entre los 22 grados de máxima y los 17 grados de mínima.

El viento soplará del noreste, más intenso en el noroeste y en la vertiente sureste, y con predominio de las brisas en costas oeste; en cumbres habrá viento flojo con predominio de la componente este.

Calima en Canarias

La gran calima en Canarias de febrero de 2020, la peor que ha sufrido el Archipiélago en 40 años, con todos sus aeropuertos cerrados durante dos días, no solo arrastró a las islas miles de toneladas de polvo, sino también numerosas aves del desierto, algunas de ellas rarezas nunca antes vistas en España.

Durante los carnavales de 2020, Canarias se vio engullida por una enorme nube de polvo del Sahara que dejó en tierra a miles de pasajeros aéreos y que hizo casi irrespirable el aire en las islas, en una situación que esta semana se revive -a menor escala- en la España peninsular, desde el Mediterráneo hasta el Cantábrico.

Los vientos que provocaron ese fenómeno, particularmente intenso del 22 al 24 de febrero, empujaron hasta las islas a numerosas especies de aves, algunas de ellas sorprendidas en plena migración, pero otras, simplemente arrastradas hacia el Atlántico desde sus hábitats naturales en los desiertos del Sahara y el Sahel.

El resultado fue un verdadero festival para los ornitólogos y para los cientos de personas que viajan a las islas en invierno desde diferentes lugares de Europa solo para observar a las aves. Da cuenta de ello el primer número de 2022 de “Dutch birding”, una revista dedicada a la avifauna de Europa y el norte de África.

Hasta ocho “rarezas” del Sahara se vieron aquellos días en las Islas Canarias. Había ocurrido otras veces, con anteriores calimas, pero nunca con tantas especies, ni con tantos ejemplares ni, mucho menos, con avistamientos en prácticamente todas las islas.

En aquellos días, por ejemplo, se documentó en Gran Canaria un ejemplar de alcaudón del Sahara nunca antes visto en España, del que no es fácil encontrar un nombre de uso común en español: el Lanius elegans elegans, conocido en inglés como “Desert grey shrike”.

También se detectó en Tenerife una alondra ibis (Alaemon aludipes), que solo se había visto ocho veces antes en Canarias, pero siempre en las islas de la provincia de Las Palmas, las más cercanas a las costa del continente africano.

Igualmente, se pudo contemplar tanto en Tenerife como en Gran Canaria un pájaro del que solo constan cuatro avistamientos previos en las islas, la alondra aplaudidora de El Cabo (Ammomanes cinctura).

Además, se contaron hasta 85 ejemplares de collaba desértica (Sylvia deserti), una ave que solo había sido localizada ocho veces antes en las islas; uno de curruca del Atlas (Sylvia deserticola), especie que solo se había visto tres veces en el archipiélago; y dos de curruca sahariana, de la que solo había seis precedentes.

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