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Rodríguez: “Es una tormenta perfecta, pero no vamos a tocar los impuestos”

El vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda declara a DIARIO DE AVISOS que la inflación “puede paralizar” la recuperación económica
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El vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Hacienda, Román Rodríguez.

El próximo fin de semana, Nueva Canarias celebra su V Congreso Nacional. Será el primero desde el Gobierno autonómico, donde su líder, Román Rodríguez, ocupa la Vicepresidencia y la Consejería de Hacienda de un Ejecutivo de coalición liderado por el PSOE e integrado también por Sí Podemos Canarias y la Agrupación Socialista Gomera. Hace 17 años que Rodríguez y otro grupo de dirigentes y militantes de Coalición Canaria de la isla de Gran Canaria abandonaron esa formación por discrepancias sobre cuestiones ideológicas y de reparto del poder interno. Detrás tenían una parte de la herencia del nacionalismo progresista que arraigó en Canarias durante los años 70 y 80. Y con ella han vuelto al poder, coincidiendo con el momento histórico más difícil de las últimas décadas. 

-Acaba de salir el dato de inflación en España, un 9,8%, el mayor desde 1985. ¿Qué escenario tenemos por delante?
 “Estamos ante un fenómeno muy preocupante de la economía global. La inflación puede comprometer la recuperación económica, incluso paralizarla, si no se toman decisiones a alto nivel. Una parte del proceso inflacionista tiene que ver mucho con el impacto de la pandemia. Ya el año pasado lo cerramos con una inflación de en torno al 6%. En EE.UU., en Alemania, en Madrid y un poquito menos aquí, por cierto. El problema es que la COVID alteró el funcionamiento de las cosas en el ámbito global. Hubo un momento en que China cerró sus fábricas para contener el virus. Se trastocaron los sistemas de producción, las conectividades, los precios. Los fletes, que antes costaban 2.000 euros, pasaron a costar 10.000. Y lo que ha hecho la guerra en Ucrania ha sido agravar la situación, con el alza en los precios de la alimentación y los combustibles. Y luego está la electricidad y el sistema de fijación de precios. Es una tormenta perfecta. Pero donde hay que intervenir es en la economía global. Nosotros, a nivel local, podemos dar respuestas paliativas, que es lo que estamos haciendo, pero no podemos intervenir en ámbitos que escapan a nuestro control”.

-Un panorama un poco desolador…
“Hay instrumentos de política monetaria para luchar contra la inflación. Y por eso, la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra o el Banco Central Europeo van a tocar los tipos de interés ligeramente al alza. Pero luego está el problema de que las compañías que mueven los barcos sean cuatro y se pongan de acuerdo. O que las eléctricas ganen, gracias al sistema de tarificación que hay en Europa, miles de millones cada semana sin mover un dedo ni generar un puesto de trabajo. Para cambiar eso, se puede desacoplar la factura eléctrica del precio del gas, pues hay fuentes de energía mucho más baratas. También se pueden topar precios o poner impuestos a las eléctricas. Y eso lo dice la OCDE, que no son unos comunistas. Ahora parece que Pedro Sánchez, después de un órdago, ha conseguido en Europa una excepción para el mercado español y portugués que permita topar precios durante unos meses. Pero, ¿después qué? ¿Van a volver a la situación anterior? Por eso yo no creo que el Consejo Europeo del 24 y 25 haya salido tan bien. Primero, porque levantarse de la mesa en ese tipo de lugares suele tener consecuencias. Y luego, porque las medidas tienen que ser estructurales. Si no, el alcance va a ser limitado”.

-¿Qué le parecen las decisiones que ha tomado el Ejecutivo español esta semana?
“En general, me parecen bien. Las medidas sociales, como aumentar el Ingreso Mínimo Vital, el bono eléctrico o la limitación de la subida de los alquileres son muy importantes. O los 10.000 millones de créditos ICO. Pero yo creo que las cantidades en las ayudas a los sectores impactados, como la agricultura, la ganadería, la pesca o el transporte, son pequeñas. En todo caso, habrá tiempo de ampliarlas si esta situación se prolonga. También se recogen, en parte, los planteamientos que hicimos para paliar con reducción de tasas portuarias los sobrecostes del transporte Península-Canarias y queda pendiente aclarar ayudas a los carburantes y otras medidas, pues casi todo nos llega a través del mar. Sin embargo, no han recogido la reducción de tasas aeroportuarias que pedimos. Por otro lado, tengo dudas sobre los 20 céntimos de los carburantes, pues no me extrañaría que el mercado los absorbiera rápidamente con una subida de precios, a pesar de que el Estado se va a dejar en eso 1.500 millones de euros. Cuando tú reduces un ingreso, debes tener la certeza de que esos recursos llegan a quien más lo necesita”.  

-Ustedes han decidido ayudas al combustible…
“Sí, en el impuesto especial, nosotros estamos dando ayudas al combustible que van directamente a la cuenta corriente de los profesionales: guagüeros, taxistas, camioneros, agricultores, ganaderos… Antes les devolvíamos el 68% del impuesto. Ahora vamos a devolverle el 99%. También es bueno que se sepa que aquí, el IGIC al combustible es cero, mientras que en España y Europa, el IVA es del 21%. En el consumo eléctrico, el IGIC está a cero para el 96% de los consumidores y al 3% para el resto. En España estaba al 21% y se bajó a 10%. Tenemos un diferencial fiscal muy importante en el tema eléctrico.  Y luego vamos a dar las ayudas que nos correspondan de la partida estatal que se ha aprobado”.

-¿Y no van a usar fondos propios?
“Sí, pero habrá que atenerse al marco presupuestario que tengan los departamentos y buen ejemplo de ello es lo que se está haciendo con el sector ganadero. Nosotros tenemos un presupuesto de 9.100 millones. Y prevemos que la inflación, que también nos afecta como administración pública, tenga un impacto de unos 400 millones”. 

-Eso implica reajustar partidas, ¿no?
“Evidentemente. CC y PP tienen un truco, que es bajar los impuestos y subir el gasto. Pero luego no lo practican cuando llegan al poder. Porque es imposible”.    

-¿Y no podemos tirar de deuda pública para dar más ayudas, teniendo en cuenta que la comunidad está fiscalmente saneada?
“Usaremos la deuda para pagar los servicios públicos o para ayudar a las familias vulnerables, no para corregir la inflación, que no se combate de esa manera. Después del presupuesto del 22, viene el del 23. Y luego el del 24. A mí eso nunca se me olvida”.   

-¿Y no hay margen para subir algún tipo de impuesto a las rentas más altas, algo en el trámite autonómico del IRPF? El otro día me acordé de cómo los laboristas ingleses ponían tipos del 90% a las rentas por encima de 100.000 libras en los años 40 del siglo pasado, en plena posguerra, para redistribuir la riqueza…
“Nuestro margen fiscal es la imposición indirecta. Y no vamos a tocar los impuestos. Salvo en cuestiones muy selectivas, como hicimos en la pandemia con el IGIC al material sanitario y la rebaja de todos los impuestos a los afectados por el volcán de La Palma. Las reformas fiscales de calado solo las puede hacer el Gobierno de España. Ellos tenían un plan con un documento elaborado por expertos donde se planteaban algunas subidas de impuestos, pero parece que lo han dejado congelado en este contexto”.

-Y usted, como líder de NC, ¿es partidario de que se haga esa reforma fiscal ahora?
“Ahora no. Lo que defiendo de forma inequívoca, como el secretario general de la OCDE, es el impuesto a las eléctricas”.   

-¿No le preocupa que el malestar acabe con estos gobiernos de coalición progresista, en Canarias y el Estado, de los que NC forma parte o a los que apoya?
“El problema es que la derecha tiene poca legitimidad para criticar. Ellos gestionaron la crisis anterior haciendo todo lo contrario de lo que están diciendo ahora. Subieron los impuestos como nunca y recortaron los derechos de la gente más que nadie. Entonces no había Ingreso Mínimo Vital ni ayudas directas a los sectores productivos. Ni un mecanismo de protección del empleo como los ERTE”.

-Tenemos un problema enorme de pobreza…
“Sí, y hay que prestar servicios y asegurar rentas mínimas quienes tienen necesidades, eso es fundamental. Pero la vía más eficaz para redistribuir riqueza es generando empleo. Y seguimos teniendo tasas de desempleo muy superiores a las de la media española. En eso influye el modelo productivo, pero también el tema demográfico. Habría que ver qué pasaría en Canarias si, en lugar de haber crecido en 530.000 habitantes en los últimos 20 años de siglo, hubiesen llegado 90.000, como en Euskadi”.

-Si vienen es porque encuentran trabajo. Habría que ver por qué los canarios no consiguen esos empleos…
“Aquí tenemos problemas de formación. Pero lo que atrae a la gente es nuestro modelo de desarrollo. A lo mejor, en vez de irnos a 22 millones de turistas, que es con lo que sueñan algunos, debemos ir hacia los 12, pero de máxima calidad. Y que las economías alternativas jueguen un papel más importante: el sector audiovisual, las renovables, la economía azul…” 

-Pero esas economías también necesitan mano de obra formada…
“El problema de la formación en nuestra tierra es histórico y no se resuelve fácilmente. Aunque ha cambiado mucho. Cuando yo era pequeño, en La Aldea, todos nuestros padres eran analfabetos funcionales. Afortunadamente, mis hermanos y yo pudimos ir a la universidad gracias a las becas”.

-Ha pasado ya más de una semana del Debate sobre el Estado de la Nacionalidad. Estuvo duro Luis Campos, portavoz de NC, con el tema del Sáhara, ¿no?
“Estuvo coherente y comprometido con lo que siempre hemos defendido. Los que han cambiado han sido otros. Defender el derecho internacional en Ucrania y mirar para otro lado aquí no me parece muy coherente. Mohammed VI es tan poco de fiar como Putin”. 

-Sánchez ha dicho esta semana que cualquier solución pasa por la ONU y el acuerdo entre las partes. ¿Tanto ha cambiado la postura de España?   
“Totalmente. Tanto, que el rey de Marruecos le pide al resto de Europa que haga lo que España. Si no ha cambiado nada, ¿por qué lo hace? Lo que está defendiendo el Gobierno de España es la autonomía bajo la soberanía de Marruecos. Esa es una posición de cambio radical. Ya tiene bastante responsabilidad el Estado español por no haber ejercido su papel en la descolonización de un territorio del que ha sido potencia administradora como para ahora tomar partido por el ocupante”.

-Según el presidente español, ellos se están alineando con los socios europeos y la Comisión. Y varios analistas sitúan la decisión en la necesidad de cerrar el conflicto con Marruecos en el contexto de guerra con Ucrania…
“La Comisión Europea no ha dicho exactamente eso, aquí manipula todo el mundo. En todo caso, que cuenten bien las razones del cambio. Cuando se habla ahora de que se va a respetar la integridad territorial de los países, ¿a qué se están refiriendo? ¿Había amenazas de Marruecos de ocupar territorio bajo soberanía del Estado español?  Y si la cuestión migratoria fuera un tema intercambiable, que tiene narices, ¿usted cree que se puede confiar en el régimen marroquí? El fin de semana pasado llegaron 300 personas en patera. Utilizan la emigración como elemento de presión. Y frente al chantaje no se puede ceder. Se terminan volviendo en contra. Además, habrá que ver qué hace Argelia, que es también un actor muy importante, especialmente en el contexto actual, con la cuestión del gas. Argelia lleva 50 años implicada en este conflicto. El Gobierno español decía que la habían informado y ahora parece que no; de hecho, anuncian subidas exclusivas del gas a España. Mire, con solo 120 diputados, como tiene el PSOE, Sánchez no puede imponer un cambio histórico de este tipo en la política exterior de España. Otra cosa es que lo llevara al Congreso de los Diputados, lo debatieran los partidos y saliera una posición mayoritaria. La tendríamos que respetar aunque no fuera la nuestra. Pero no se puede hacer así. La democracia es una cuestión de procedimientos y principios”. 

-Esto hace difícil cualquier acuerdo de coalición electoral entre PSOE y NC para unas elecciones generales, ¿no? 
“Sí, claro que lo hace difícil”. 

-¿La unidad del Pacto de Progreso ha sido consecuencia de las adversidades?
“En el resto de España, las circunstancias adversas han provocado justo todo lo contrario. La estabilidad está sustentada en cuatro organizaciones que tuvimos claro que necesitábamos un cambio de ciclo. Unos más que otros, eso es cierto. Pero al final, las cuatro fuerzas políticas hemos puesto por delante el programa común, el compromiso y la unidad de acción. Y nos hemos enfrentado a lo ordinario y a lo extraordinario con rigor, con determinación y hasta con pasión. Yo sostengo que, si las circunstancias no cambian radicalmente, los partidos que forman este Gobierno van a tener un apoyo más alto en 2023. Entre 37 y 38 diputados”.

-17 años después de haberse marchado de CC, van ustedes a celebrar su V Congreso Nacional
“Es que somos una formación política con historia y con tradición, con ideología, con principios y con valores. Y eso es lo que nos hace pervivir en el tiempo. Con o sin poder. Y ahora, lo que pretendemos hacer es fortalecer ese espacio del canarismo progresista. Nosotros somos conscientes de que es necesario tener espacios políticos propios en Canarias, sin tutelas. Esos en los que no tienes que callarte por el hecho de que a tu jefe se le haya ocurrido algo en Madrid. Porque probablemente no había ni un solo socialista canario que supiera lo que Sánchez iba hacer con el Sáhara. Nosotros  queremos reforzar nuestro proyecto reafirmándonos en la defensa de lo público, de la igualdad, la  ecología, la mejora de la democracia y el autogobierno en el marco del Estado español, al límite de lo que posibiliten las normas y en función de lo que decidan los ciudadanos de Canarias”.   

‘La apuesta de NC por un nuevo pacto de progreso en 2023’

“Tenemos un programa de transformación que, evidentemente, no se hace en cuatro años”, responde Román Rodríguez a este periodista cuando le pregunta si el Pacto de Progreso es una apuesta “estratégica” de NC. Hace años, el sector tinerfeño de Coalición Canaria, heredero de la vieja ATI, minusvaloró, en plena borrachera de poder, que una parte muy importante de sus compañeros de Gran Canaria, como el propio Rodríguez, abandonaran el partido. Hoy, NC da sustancia a un pacto que tiene aspecto de solidez. Aunque nunca se sabe en estas Islas. Lo que sí es evidente es la dificultad que está teniendo CC para reconstruir una alternativa tras tantos años en el poder y diferentes sensibilidades según las islas. Mientras, Rodríguez abre la puerta a quienes quieran potenciar los servicios públicos o la sostenibilidad, en lugar de optar por “la demagogia de pedir ahora una bajada de impuestos”.

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