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Ahora queda apelar al autocuidado y a la responsabilidad individual

Desde el ámbito sanitario, hay dudas sobre la supresión, pero admiten que se deben dar los pasos necesarios para intentar normalizar nuestras vidas, mediante la retirada gradual de las restricciones
El Gobierno eliminó la obligatoriedad de llevar mascarilla en la mayoría de espacios interiores.
El Gobierno eliminó la obligatoriedad de llevar mascarilla en la mayoría de espacios interiores.
El Gobierno eliminó la obligatoriedad de llevar mascarilla en la mayoría de espacios interiores.

El Consejo de Ministros aprobó el esperado Real Decreto por el que el uso de mascarillas dejará de ser obligatorio en espacios interiores a partir de hoy, tras ser publicado en el Boletín Oficial del Estado.

Decimos casi adiós a la mascarilla. Dos años han estado con nosotros, ahora lo que queda es apelar a la responsabilidad individual y hacer un esfuerzo en recordar que sigue siendo importante para evitar la transmisión y que ha salvado muchas vidas.

Entre las excepciones, algunos sitios en los que seguirá siendo obligatoria serán en centros sanitarios, en centros de mayores (salvo los residentes), en farmacias o dentro del transporte público (esto incluye también los taxis). Ahora bien, no será obligatoria en las estaciones, andenes o aeropuertos.

Hay muchos supuestos concretos que levantan dudas, sobre todo su uso en los centros de trabajo. ¿Tendré que seguir llevando la mascarilla? La respuesta es: depende, porque serán las propias empresas y sus departamentos de Prevención de Riesgos Laborales (si los tienen) las que determinen su obligatoriedad. Ellas van a dictaminar en qué casos será necesario su uso para evitar riesgos entre sus trabajadores. Muchas ya han anunciado que seguirá siendo obligatoria, otras “recomendarán” llevarla pero no obligarán si el trabajador no quiere y otras aún no lo saben.

Al final, las autoridades sanitarias han dejado la pelota en el tejado de la sociedad y de cada uno de sus individuos, que deben aplicar el “autocuidado” y la “responsabilidad” particular. Habrá que ir normalizando la situación, pero eso no quita para que la gente tenga que seguir llevando la mascarilla.

Pese a esta retirada “con carácter general”, el Gobierno recomienda un “uso responsable” en población vulnerable, como mayores de 60 años, personas inmunocomprometidas, con alguna enfermedad de riesgo importante, embarazadas o profesorado con algún factor de vulnerabilidad.

También es recomendable en eventos multitudinarios, aglomeraciones y en reuniones privadas cuando hayan personas vulnerables. La ministra de Sanidad, la canaria Carolina Darias, recuerda que “la pandemia, que sigue entre nosotros, evoluciona de manera positiva y los indicadores marcan un nivel bajo con carácter general, estable en la mayoría del país. “Nos encontramos en un contexto epidemiológico favorable que permite la flexibilización de su uso” motivado por la altísima cobertura vacunal, que ha cambiado las características de la pandemia descendiendo “la gravedad de la enfermedad” por su impacto.

La única duda estos días es si el Gobierno debió haber esperado a ver el impacto de la Semana Santa en la evolución de la pandemia y el probable aumento de contagios. “Hace un año teníamos un 21% de ocupación de UCI y hoy es del 4%. Ha podido haber alguna oscilación en la incidencia pero no se ha producido un elevado incremento en la ocupación hospitalaria”, resaltó Darias.

En Canarias, el presidente Ángel Víctor Torres calificó de “magnífica noticia” el que se elimine la obligatoriedad del uso de la mascarilla en interiores “de manera genérica”, excepto en los centros sanitarios, sociosanitarios o en el transporte público -guagua, taxi, avión o tren-.

“Una magnífica noticia, un paso más hacia la normalidad el que las mascarillas, que nos han acompañado durante muchísimos meses y años, han dejado de ser obligatorias en todos los lugares”, apuntilló, para agregar que esto “no significa que no” se mantenga la higiene o que “no se atienda a las personas vulnerables”. Insistió en que “estamos conviviendo, tenemos que convivir con la COVID, pero manteniendo también abierta la economía y caminando hacia la normalidad”, concluyó.

Entre los responsables sanitarios, se apuesta por la pausa y la precaución. El jefe de la sección de Epidemiología del Gobierno de Canarias, Amós García, insistió en que “se abre un nuevo escenario en relación al comportamiento social, pero no es el fin de las mascarillas, ya que tiene un gran valor en los ámbitos donde hay gente vulnerable y donde hay gran riesgo de contagio como los transportes públicos y el ámbito laboral”. García insistió en “no vender el fin de la mascarilla como el fin de la pandemia, hay un trecho aún por recorrer”.

Por su parte, la portavoz de la Asociación de Médicos de Atención Primaria en Tenerife, Ana Joyanes, reconoció en COPE el miedo y preocupación del colectivo sanitario por la eliminación de la mascarilla en los espacios interiores. “Me da un poco de miedo por lo que pueda pasar, sobre todo ahora que estamos viendo una reactivación en China. Sin embargo, también pienso que tenemos que dar los pasos necesarios para intentar normalizar nuestras vidas, realizando una retirada de manera gradual”. Apeló al sentido común y “que la gente no se confíe tanto como para dejar de utilizarla. No debemos pensar que ya no hay coronavirus, siguen muriendo personas”, alertó.

Mientras, la viróloga del CSIC, Margarita del Val, insistió en que la correcta ventilación y el control de la calidad del aire son ahora mucho más importantes que la mascarilla en interiores para combatir la COVID.

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