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Aula Escolar del HUC: un espacio educativo y divertido

En el Día del Niño Hospitalizado visitamos el Aula Escolar del HUC, un lugar en el que se avanza en el contenido académico pero prima el estado de ánimo con experiencias variadas
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Hoy se celebra el Día del Niño Hospitalizado, como cada 13 de mayo, para rendir homenaje a estos pequeños valientes y animar a los menores y las familias que se encuentran en esta situación, al personal sanitario que los tratan, y a aquellas ONGs y todas las personas que hacen más llevadera su estancia en el hospital, con actividades lúdicas y entreteniendo. Es lo que ocurre en el Aula Escolar del HUC.


En el Hospital Universitario de Canarias (HUC) unos 1.200 niños y niñas ingresan anualmente en su planta de Pediatría. Cuando pensamos en un hospital imaginamos habitaciones con camas, quirófanos o pasillos con un ambiente de incertidumbre, inquietud o miedo, sin embargo, sorprende entrar en la zona de Pediatría donde los pasillos, las paredes y las puertas tienen colores y dibujos con motivos infantiles, y encontramos salas con juguetes, puzzles, videojuegos, tablets, plastilinas, rotuladores, instrumentos musicales, disfraces, y muchos libros para que niños y familiares disfruten olvidándose por un momento dónde están.


El Aula Escolar del HUC es un espacio destinado a continuar con el desarrollo educativo y afectivo-social de estos menores, con un equipo docente cuya función es incidir en aquellos aspectos que forman parte de la atención del niño hospitalizado y que contribuyen a la recuperación del mismo. María Soledad Pomares es la maestra de Educación infantil y Primaria, mientras que en Educación Secundaria, Saida Ruíz de Termiño es la profesora de contenidos socio-lingüísticos y Mariluz Martínez es docente de materias científico-tecnológicas. Reconocen que ser profesoras en un hospital “es algo totalmente diferente”, dan a la parte afectiva “un valor mayor”.

El Aula Escolar del HUC para no “perder el hilo” del resto de sus compañeros


María Pomares señala que se intenta que el niño hospitalizado “no pierda el hilo del resto de sus compañeros. El contenido casi es el mismo que si estuviera en el colegio, pero también en función de cómo se encuentre el niño y la medicación que recibe. Lo habitual es hacer videollamadas donde pueden saludar al profesor y sus compañeros”.


La casuística de cada menor no es la misma y su abordaje es diferente. “Cuando el niño ingresa por poco tiempo nos centramos en que esté distraído, pero la parte lúdica, musical o artística que aportamos también está conectada con el currículo escolar. Sin embargo le damos más libertad, trabajando inteligencias múltiples y vemos cómo descubren esos talentos o potencialidades que desconocían al no tener a su disposición un teclado, una batería, un caballete de pintura, una biblioteca tan amplia, o una PlayStation con un montón de juegos”, reconoció.


Para los pacientes que tienen una estancia mayor “nos coordinándonos con los tutores intentado que no pierdan el hilo de los contenidos esenciales que están dando en clase. Lo que se prima dentro de nuestro servicio es el estado de ánimo del niño y lo que él sea capaz, avanzando también en el contenido académico, pero complementándolo con otros momentos en los que eligen lo que quieren hacer. Nuestra máxima es que hay que tener flexibilidad y adaptabilidad, no tiene mucho sentido que hagamos sufrir a un niño haciendo tareas mientras está sintiéndose mal”, recalcó.


En el caso de los pacientes que no pueden acudir al Aula Escolar del HUC “nosotras vamos a las habitaciones y les llevamos materiales de apoyo, juegos o recursos, pero trabajando en sesiones integrales, con una parte académica y también actividades más lúdicas que les gusten. Creemos que el estado de ánimo influye en la salud y su recuperación”.


Por las manos de María Soledad han pasado en estos meses de 2022 más de 230 niños y niñas. Entre las diferentes actividades que realizan destaca DiverHUC, “una revista digital y en papel realizada por pacientes y profesionales”, CuidARTE que “un espacio con instrumentos musicales, material de teatro (disfraces, pelucas) y de pintura” donde tanto los niños como los padres “aprovechan el efecto terapéutico que estas actividades”, así como Todos somos inteligentes, proyecto donde “los niños y niñas descubren la inteligencia innata que poseen, desarrollan sus puntos fuertes, se empoderan y mejoran su autoestima”.

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