Comienza la cuenta atrás para la gran cita del próximo domingo en el estadio Helidodoro Rodríguez López, donde el CD Tenerife se jugará el ascenso a LaLiga Santander en 90 o 180 minutos ante el Girona. Tras haber eliminado al eterno rival en la primera eliminatoria del play-off, más el buen resultado cosechado en la ida disputada el pasado sábado en Montilivi, se ha disparado la ilusión en el tinerfeñismo, y por ende, en toda la isla.
El club colgó la semana pasada el cartel de no hay billetes tras la retirada por parte de los abonados de una entrada para un acompañante. Aficionados que acudieron con sacos de dormir y provistos de alimentos desde la 00.00 de la noche anterior para ser el primero de unas largas colas que se formaron con la luz del día, y así tener asegurarada la entrada para el partido más importante del curso.
Tres cuartos de lo mismo sucedió cuando el club puso a la venta las entradas para el público en general. En tan solo 15 minutos se colgó el cartel de no hay billetes, y fueron muchos los aficionados que se quedaron sin entrada después de haber guardado cola durante horas.
Todavía queda una mínima esperanza para el público en general de hacerse con la ansiada entrada, ya que este jueves acaba el plazo para que los abonados la retiren. A partir de ese día, el club, pondrá el viernes a la venta el escaso papel que no haya sido retirado por el abonado.
La expectación es máxima en la parroquia blanquiazul, y desde hace unos días ya se pueden apreciar en ventanas, balcones y terrazas de la isla las banderas del CD Tenerife en apoyo al representativo. También los aficionados acuden, los que puedan, ataviados con la camiseta del Tete a los respectivos centros de trabajo, como ha quedado reflejado en las distintas redes sociales.
En cuanto a los aficionados del Girona no serán muchos los que se desplacen a la Isla. El club solo dispone de 300 entradas (la misma cantidad que dispuso la afición del Tenerife en Montilivi) y todos los que viajen hasta la isla deberán hacerlo por su cuenta. Desde el club se ha trabajado para montar un chárter desde Girona pero las gestiones han sido infructuosas: el elevado precio de los billetes ha hecho desistir al club catalán.