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Así germina la semilla que sembró Domitila

Unas 70 personas disfrutan de un singular Día de la Familia en el que la ONG que lleva el nombre de la ilustre tacorontera fomenta la inserción social en la capital tinerfeña
Euge, Pilar (bajo el disfraz cedido por Los Mamelucos) y Janeth dan la bienvenida a la Casa del Tesoro
Euge, Pilar (bajo el disfraz cedido por Los Mamelucos) y Janeth dan la bienvenida a la Casa del Tesoro. Sergio Méndez

Hubo quien pensó que se podía cercenar el legado de la admirable tacorontera Domitila Hernández con su estúpida violencia, pero solo tan brutos como eran quienes la represaliaron no pudieron imaginar que estaban condenados al más rotundo de los fracasos.

Nacida en 1897 y fallecida (encarcelada por subversiva) en 1943, esta tinerfeña de extracción humilde fue tan osada en su tiempo que no solo aprendió a leer (que ni siquiera a escribir) aprovechando que familias de indianos la llevaron a Cuba para ejercer como sirvienta doméstica sino que, al volver a la Isla, enseñó a otras como ella que, por medio de la cultura, podían ser libres y no meras siervas -si no esclavas- de los varones y/o los caciques de turno y sus acomodadas ‘señoras’.

Por el contrario, la semilla sembrada por Domitila germina en Tenerife con especial fuerza desde 2001, año en que se fundó la Agrupación que lleva su nombre y que el pasado sábado celebró su particular Día de la Familia, toda una fiesta de la inclusión y respeto a cómo cualquiera conformar la suya, acogiendo a todos los que se acercaron a su formidable fortín, un espacio situado en el Camino Tranversal Turilago Número 4 de El Tablero, dentro del término municipal de Santa Cruz de Tenerife.

A este espacio de libertad, formación y cultura -rodeado de un pequeño bosque donde la naturaleza reina con no poco esplendor gracias a un exquisito cuidado, acudieron ese día, aproximadamente, unas 70 personas, atraídas por el reclamo del prestigio acumulado por esta asociación, y lo cierto es que el veredicto unánime fue un aplauso. No en balde, bien se lo habían trabajado desde Laura Hernández, directora de la Asociación Domitila Hernández, y Mercedes Herrera, responsable de este proyecto en concreto, hasta el último de l@s jóvenes que se curraron a tope que todo saliera bien.
Porque no, no estamos ante una flor de un día, no. Se trata de un auténtico semillero en pos de la inserción social, vengas de donde vengas, seas quien eres.

Por supuesto que esas 70 personas lo pasaron bien, y especialmente pequeños como Aitana, Diego, Alberto, Atenea, Zamira y otros tantos que disfrutaron de los cantajuegos, La Casa del Tesoro, los pintacaras, la globoflexia o los divertidísimos títeres y su historia sobre el tajinaste que se perdió y al que auxilian desde una pardela como tiene que ser (¡eso es un waka waka, y no lo de Shakira!) hasta un pizón azul o un Guayota tan benéfico como propio de un público infantil.

Laura y Mercedes, responsables últimas de este día de la Familia. SERGIO MÉNDEZ

Pero, pese a lo importante de dicho objetivo, tan esencial como es que los pequeós y pequeñas disfruten junto a madres y padres de tan especial día, la clave también radica en Janeth, Euge, Nati, Silvia, Ian, Fani, Cristo, Michael, Joana y otros más que se dejaron la piel el pasado sábado en que dichas actividades resultaran tan atractivas y entrañables como fueron. Los citados y sus compañeros son veinteañeros tinerfeños contratados por la Asociación Domilita Hernández a través del Servicio Canario de Empleo gracias al Proyecto de Formación Alternativa en el Empleo (PFAE) GJ Mayantigo Domitila que abarca tanto esta actividad como otras y en las que se trabaja para formar como monitores en inserción social a est@s jóvenes, que aprenden en retos como el del pasado sábado a trabajar como monitores en actividades de ocio y tiempo libre.

Para apreciar el nivel de excelencia de dicha formación, no en balde estamos hablando de un proyecto respaldado tanto por la administración autonómica (el citado SCE) como por la general (Ministerio de Trabajo) y europea (Fondos Sociales) e incluso la local, dado que el Ayuntamiento de Santa Cruz también colabora con la Domitila Hernández con, por ejemplo, la cesión de un nuevo local, acaecida en 2019.

Pero hay más. Lo cierto es que la evaluación de esta generación de isleños que ahora se forman en algo tan imprescindible (hay que insistir) como es la inserción social dista mucho de decidirse en apenas una cita como este particular Día de la Familia, sino que con anterioridad se las han tenido que ver en tres centros educativos de la capital (CEIP Draguillo, CEIP Tíncer y CEIP El Tablero) con alumnos de entre 3 y 12 años de e dad para probar sus habilidades a la hora de que, por decirlo en plata, prefieran moverse que apalancarse.

La excelencia llega a lo ya referido cuando se comprueba que, lejos de suponer un oasis de política social, se comprobó el pasado sábado que la sociedad civil tinerfeña también acude en apoyo a los retos que merecen la pena, como es el que nos ocupa, De tal modo, el fin de fiesta del pasado sábado corrió a cargo de La Gaveta de Tea, cuyas raíces güimareras y gomeras se plasmaron con una actuación de la que es imposible no citar al aura que desprende Onore a sus apenas 9 años, y a la Agrupación Cultural Tamadiste que, Entre Quintas, llenaron con los sones de la parranda canaria lo que fue un divertido colofón a este Día de la Familia. Merece igual mención otro brazo armado de lo mejor de la Isla como es su Carnaval gracias a la Murga Los Mamelucos, que no solo cedieron una fantasía sino que animaron el jolgorio con un postrera batucada.

Si los brutos y los necios pensaron que iban a poder con Domitila Hernández, tacorontera adelantada a su tiempo, que sepan que, otra vez, han vuelto a perder.

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