La hoy madura democracia española empezó a gatear el miércoles 15 de junio de 1977. Hace 45 años se celebraron las elecciones constituyentes. Antes, el 15 de diciembre de 1976, el 94,17% de la población -con una participación del 77,8%- convalidó la Ley para la Reforma Política aprobada en las Cortes. El 6 de diciembre de 1978, la Constitución sería ratificada por el 91,81% (el 58,97% del censo). El bautizo fue el 29 de diciembre, cuando entró en vigor. Aunque hay quien quiere jubilar la Carta Magna y se reparte la herencia en sueños que son pesadillas para la inmensidad, el diagnóstico ampliamente aceptado es que goza de buena salud. A pesar de los achaques, el sistema inmunitario resiste la frialdad entre los representantes institucionales entre sí o en relación a la ciudadanía y las altas temperaturas de la confrontación partidista. El consenso, el diálogo y la concordia eran un complemento vitamínico que robusteció el interés general y contribuyó al desarrollo social y económico de la vieja nación.
Más de dieciocho millones de españoles acudieron a las urnas, tras una campaña de 21 días. Se postularon 5.343 candidatos en 589 propuestas programáticas. Adolfo Suárez no se desmelenó: ya sabía lo que valía un peine. Juan Carlos I lo había nombrado presidente del Gobierno el 3 de julio de 1976, después de forzar la renuncia de Carlos Arias Navarro. El otrora alcalde de Madrid concurrió al Senado con Alianza Popular, de Manuel Fraga, pero no saldría elegido. En la Unión de Centro Democrático (UCD), Suárez aglutinó -inicialmente, en una coalición- a familias de variadas sensibilidades ideológicas. Con el paréntesis de Leopoldo Calvo-Sotelo, abierto con la dimisión de Adolfo Suárez, el 29 de enero de 1981, la UCD controló los resortes del poder hasta que, el jueves 28 de octubre de 1982, España dio un volantazo con la mayoría absolutísima del PSOE. Felipe González abandonó la Moncloa en 1996. Le entregó las llaves a José María Aznar (PP).
Aquel 15J, la UCD sumó 165 de las 350 actas en Congreso y 106 de las 207 (más 41 de designación real) en el Senado, por las 118 y 35, respectivamente, del PSOE. Muy lejos, el PCE-PSUC, de Santiago Carrillo, consiguió 20 diputados y ningún senador; AP, 16 y 2; el PSP, de Enrique Tierno Galván, 6 y 2; Pacte Democràtic per Catalunya, de Jordi Pujol, 11 y 2, y el PNV, con Juan Ajuriaguerra al frente, 8 diputados. Hay más: 6 y 2.
En Canarias también se comió en masa el dónut de la UCD
En Canarias también se comió en masa el dónut de la UCD el 15 de junio de 1977. Los resultados de esos comicios señalaron el camino de la tendencia electoral en las futuras convocatoria, al hilo del carrete que predomina en el conjunto del país. El tirón de Adolfo Suárez pescó 10 escaños del Congreso para los suyos, frente a los 3 del PSOE. La UCD obtuvo 5 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife: José Miguel Galván Bello, Rubens Henríquez Hernández, Alfonso Soriano Benítez de Lugo, Manuel Acevedo Bisshopp y Esther Tellado Alfonso; el PSOE, Luis Fajardo Spínola y Néstor Padrón Delgado. En la oriental, José Miguel Bravo de Laguna, Fernando Bergasa Perdomo, César Llorens Bargés, Nicolás Díaz-Saavedra Morales y Rafael Martín Hernández, por la UCD, y el socialista Jerónimo Saavedra Acevedo.
Los senadores por Tenerife serían José Manuel Barrios Dorta (UCD), Dolores Pelayo Duque (UCD) y Alberto de Armas García (PSOE); por Gran Canaria, Gregorio Toledo Rodríguez (UCD), Diego Cambreleng Roca (UCD) y Fernando Giménez Navarro (UCD); por La Palma, Acenk Alejandro Galván González (UCD); Rafael Stinga González (UCD), Lanzarote; Miguel Cabrera Cabrera (Asamblea Majorera), por la isla de Fuerteventura, y Federico Padrón Padrón (UCD), en la circunscripción de La Gomera-El Hierro.
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