conversaciones en los limoneros

Jesús y José María Gómez Medina: “Saborear nuestro tinto de Linaje del Pago es como cantar una isa”

Jesús Francisco y José María Gómez Medina son hijos de Paco Gómez; El primero es director comercial de la empresa y del área cárnica; el segundo, responsable de la bodega Linaje del Pago (El Sauzal) y de los servicios inmobiliarios
Jesús y José María Gómez Medina: "Saborear nuestro tinto de Linaje del Pago es como cantar una isa"

Difícilmente se encontrará un conglomerado de empresas canario tan completo. Hablo de PIDA, creada por el empresario -y amigo- Paco Gómez en 1983, aunque antes ya existía con el nombre del fundador y luego con el de DIPA. Empezó -y sigue- en el sector de la carne, continuó con el vino y con la división inmobiliaria y ahora interviene en el sector hotelero, aunque en este último con dos socios externos, la familia Marichal y la familia García Garzón.

Por cierto, esta última empresa acaba de adquirir el hotel El Tope, en el Puerto de la Cruz, que se convierte en el tercer establecimiento del grupo. Estoy en Los Limoneros con Jesús Francisco Gómez Medina (Güímar, 1972) y con José María Gómez Medina (Santa Cruz, 1982), hijos de Paco Gómez. El primero es director comercial de la empresa y del área cárnica; el segundo, responsable de la bodega Linaje del Pago (El Sauzal) y de los servicios inmobiliarios.

Antes de la entrevista, José María me lleva a conocer la bodega, adquirida en su día al fallecido constructor Roberto Torres del Castillo, que en la misma finca dispone de apartamentos de alquiler y de una piscina con la forma de la isla de Tenerife. Un complejo muy bonito. Cuando compraron la bodega, su padre le dijo a José María: “No te ilusiones con ella, la vamos a vender”. Pero le convencieron de que podía ser un buen negocio. En este momento produce nueve variedades de blanco, tinto y rosado, con una producción de 30.000 botellas al año. Hacen falta 50.000 para hacerla rentable, pero resulta que han comenzado a caer los premios, varias medallas de oro y de plata en distintos concursos canarios de postín. (Las respuestas son comunes, puesto que uno asiente a lo que dice el otro, así que me ahorro las engorrosas referencias personales).


-Con esos premios, la bodega no se vende. ¿No?
“No, Linaje del Pago no se vende. Estamos en pleno crecimiento, haciendo una política de mínimo gasto, máxima calidad y hemos logrado unos caldos realmente apreciados por el público”.


-Además, ya exportan.
“Sí, estamos vendiendo nuestros productos en Madrid, en los mercados de Legazpi y de Ibiza. Nuestros vinos tienen que salir de la isla”.


-Háblenme de la producción.
“De nuestra bodega salen nueve variedades de blanco, tinto y rosado, con una producción de unas 30.000 botellas al año y una edición limitada de 350 botellas de una variedad de blanco, llamado La Cerca, que se vende absolutamente toda, claro”.


-¿Cuáles son los más vendidos?
“El rosa palo y el linaje tinto”.


-¿Una fecha importante para ustedes?
“El año 2017 en que compramos la bodega y el año 2019, en que conseguimos el primer premio en Agrocanarias”.


-Linaje del Pago, bonito nombre.
“Fue cosa de mi mujer” (dice José María). A ella se le debe el nombre”.


-Ustedes son miembros de una empresa familiar, presidida por un hombre con una visión especial para los negocios: su padre.
“Hemos aprendido mucho de él, en realidad todo”.


-¿Hay un secreto para el éxito? Ya sé que es una pregunta recurrente, pero me gusta hacerla.
“En el caso de nuestro padre creemos de que su éxito viene de que él dice lo que piensa. Es incapaz de mentir. Es autodidacta, muy dotado para las matemáticas. Para nosotros es un genio. Me gustaría que lo vieras negociando con los bancos. Y en su vida personal demuestra tener un gran corazón. Él mismo nos dice: “Cuando yo me muera, los directores de banco les dirán a ustedes: es que con tu padre era otra cosa”. Todos los días aprendemos de él”.


-¿Organizan ustedes eventos con otros productos del grupo?
“Cada vez que se celebran catas en la bodega se consume también carne del grupo y así cerramos el círculo”.


-¿Qué carne es la mejor? O, mejor, ¿cuál es el mejor país productor?
“Nuestro padre te dirá que Brasil, pero nosotros apostamos por la carne chilena y también de otras procedencias en Latinoamérica”.


-¿Cómo les afectó la pandemia? Otra pregunta obligada, porque parece que sigue la cosa.
“En el vino, en vez de vender a hoteles y restaurantes, que es nuestro mercado principal, pues derivamos la venta a clientes individuales, o a puestos muy concretos; en el mercado de Santa Cruz, por ejemplo. Y sacamos adelante las ventas, que ahora se encuentran normalizadas”.


-¿Tiene buena acogida entre el público el vino hecho en Canarias?
“Cada vez más. Y después de la pandemia se notó un cambio hacia la promoción de lo canario que ha sido muy beneficioso. Hemos logrado entre todos que los productos canarios se respeten y se consuman, porque son de gran calidad”.


-¿Intervienen ustedes en la división hotelera del grupo?
“No, esa parte de la empresa va por otro lado, tiene sus propios responsables”.


-¿Qué es más complicado, el negocio del vino o el de la carne?
“El de la carne es más complejo, pero los dos tienen sus pros y sus contras y sus propias características”.


-¿Consideran de óptima calidad la carne que se consume en Canarias?
“Excelentes productos y con todas las garantías, no sólo los nuestros sino los que importan y venden otras empresas, como por ejemplo Egatesa y Montesano, por citar sólo a dos de ellas. Y no sólo esos productos cárnicos son de gran calidad, sino las variedades del país, que tienen también todas las garantías sanitarias y una calidad excelente”.


(Me entero durante la entrevista que el vino que se produce en Canarias es un 80% blanco y un 20% tinto. José María se sabe de memoria la historia de la producción de vinos en las islas; Jesús se ocupa más de los números y de la comercialización de la carne que PIDA reparte por todo el archipiélago. Disponen, en ambos casos, de una red de distribución propia, de depósitos frigoríficos en el muelle de Santa Cruz y el cuartel general del grupo se encuentra en una planta del edificio del Banco Santander de Santa Cruz)


-¿Tiene puntos en común el sabor de nuestros caldos blancos con otros españoles?
“Lo definiríamos como un vino atlántico, quizá similar al albariño gallego”.


-¿Y el tinto?
“El listán ya sale como si dijéramos de una zona de confort. No hay clones de este vino, es único. No decimos que sea el mejor vino del mundo, pero sí que es muy bueno y, desde luego, único por su sabor”.


-Una curiosidad, ¿cuánto cuesta un kilo de uvas para producir vino en esas cantidades?
“Pues entre 1,60 y 2,75 euros. Hay que luchar mucho para conseguir esos precios. Están arrancando viñas para plantar aguacates, con lo que vendrá una sobre producción de aguacates que conseguirá que sus precios bajen y que se encarezca la uva, claro”.


-Nuestros malvasías son famosos desde los tiempos del ingeniero, inventor y sabio portuense Agustín de Bethencourt, que se llevaba ese vino a Rusia y se bebió en la corte de los zares.
“Es que nuestro malvasía, aromático, volcánico, es único, sobre todo el que proviene de La Palma, que tiene unas condiciones de cultivo excelentes para este tipo de caldos”.


(De mi visita a la bodega de Linaje del Pago saqué una conclusión: la organización perfecta de las instalaciones. Una limpieza que se nota nada más entrar y muchas escaleras, por lo cual para mí, que además tuve que cargar a la perrita Mini, que sólo tiene tres patas y no quería someterla a estrés, es un lugar poco apropiado. Estaban listas algunas botellas para etiquetar. Esas botellas se venden también, naturalmente, en los hoteles del grupo, en los apartamentos de la propia bodega que ayudan a su mantenimiento y se consumirán en las barbacoas pendientes de construir en un solar aledaño a la propia bodega, en las que los tenderetes serán muy sabrosos, con buena carne y buen vino garantizados).


-¿Es verdad que organizan catas de vinos de bodegas rivales?
“Sí, durante la pandemia se nos ocurrió esta idea, con el objeto de engrandecer el vino canario, de no hacerlo sólo propio sino abriéndonos a la competencia. Que la gente compare y consuma el mejor. Tenemos bodegas en las islas muy buenas, que logran resultados de rentabilidad”.


-Les han llovido las medallas en los concursos a los que se han presentado. O eso tengo entendido.
“Bueno, sí, de oro y de plata. Logramos oro con el rosa palo en Agrocanarias en 2020. También en 2021 conseguimos una medalla de oro al malvasía y al linaje tinto y una gran medalla de oro al tinto de barrica. En Agrocanarias 2022 conseguimos plata, plata en La Alhóndiga 2021 por el malvasía y plata en La Alhóndiga de 2022 por el linaje tinto”.


-No está mal.
“No, nada mal, sobre todo al ser la nuestra una bodega joven, que vende su vino embotellado con dos años de antigüedad y que aparece en el mercado desde hace sólo cuatro años. Cuando compramos la bodega comenzamos a ilusionarnos y decidimos hacer un buen producto. Todo ha sido familiar, desde el nombre al diseño de las etiquetas, la forma de las botellas. Y ahora estrenamos nueva página web”.


-A ver si me pueden ofrecer una definición para este excelente tinto que estamos tomando en Los Limoneros.
“Alguien dijo que saborear nuestro tinto era como cantar una isa”.


-Muy bonita, sí señor.
“Es que al vino hay que quererlo, hay que mimarlo, es bueno conseguir que alegre los corazones cuando sale de la bodega y en eso han colaborado varias personas y no nos podemos olvidar de Orlando Acosta, que ha aprendido y ha enseñado en un espacio muy corto de tiempo y que tanto ha hecho por Linaje del Pago”.


(En el complejo de la bodega destaca una bonita e inmaculada piscina, con la forma de la isla de Tenerife que ideó Roberto Torres del Castillo, fundador de Los Chicharros Mensajeros, aquella agrupación, que en colaboración con Radio Club Tenerife, la Radio Club de Paco Padrón, llevó la alegría tantos canarios de la diáspora. A la muerte de Roberto Torres, Paco Gómez (que va a cumplir en septiembre 75 años y que nunca me invita a sus fiestas) compró el complejo, para echar una mano a la familia de su amigo Roberto, más que por negocio. Iba a venderlo, pero decidió finalmente comercializar el vino y explotar los apartamentos, ya digo como homenaje a quien los había diseñado y construido, a partir de una vieja casona canaria de El Sauzal donde Roberto vivió. Recuerdo escenas inolvidables con Roberto en la isla de Aruba, en las Antillas Holandesas, a donde viajamos un grupo reducido de personas acompañando al entonces presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Fernández. Un viaje privado e inolvidable, en el que Fernando se subió al púlpito de una iglesia y nos dedicó un sermón. Yo hice las fotos que nunca se publicaron, claro. Ahora la bodega que creó Roberto Torres, con el nombre de Linaje del Pago, sigue triunfando. Es el premio al tesón, al trabajo y a la inteligencia de nuestros emprendedores).

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