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Otro fallo grosero lastra al CD Tenerife, que no pasa del empate frente al Sporting de Gijón

Un error de León, aprovechado por el tinerfeño Cristo, dio ventaja a los visitantes, pero los blanquiazules mejoraron en la segunda mitad e igualaron con un zurdazo de Nacho desde fuera del área
CD Tenerife
Foto: Sergio Méndez

Era el partido para sacar la cabeza de la mitad de la tabla. La ocasión propicia para comenzar a mirar hacia arriba. Sin embargo el CD Tenerife de esta temporada se ha acostumbrado a autoejecutarse. A pegarse un tiro en el pie en cada partido. Los blanquiazules van a error grosero por duelo en cada una de las ocho jornadas que se han disputado. Hoy le tocó el turno a José León, quien se dejó robar la cartera por Cristo González.

No perdonó el tinerfeño para marcar el 0-1. Tuvo que sufrir lo que no está escrito el cuadro local para marcar el empate, que llegó en al recta final tras un buen disparo de Nacho. El primer tanto del lateral llegó en la enésima llegada tinerfeñista a la meta de Mariño. La igualada se quedó incluso corta para un Tenerife que mereció más, pero que paga caro sus errores individuales.

Los locales fueron los primeros en iniciar el combate. A los tres minutos de juego Iván Romero tuvo la primera ocasión con un disparo que se fue cerca del palo de la portería de Mariño.

Pero no cogió miedo el cuadro astur, que respondió con un lanzamiento de Zarfino. Intervino Soriano con acierto para evitar el primer disgusto de la noche.

Poco después lo volvió a intentar el ‘Tete‘. Esta vez fue Nacho el que se internó hasta el fondo de la cocina para sacar un pase que, por desgracia no encontró rematador. Intentaba encontrar su papel en el partido el Tenerife.

Pero ese intención de crecimiento se vio frenado de manera brusca por un error garrafal de José León. El central perdió el balón cuando intentaba sacarla controlada, pero robó sin falta el tinerfeño Cristo González. El exblanquiazul se encontró con la situación deseada para todo delantero: frente a frente ante el portero rival. No se le hizo la puerta chica a Cristo, que definió bien ante Soriano, marcando el 0-1. Otro error individual perjudica a un Tenerife que lleva toda la temporada sufriendo por lo mismo. Cristo no celebró el gol, por aquello de su pasado blanquiazul y por estar ante la afición del equipo de su tierra.

Le costó al Tenerife reaccionar. Incluso antes de hacerlo estuvo a punto de encajar otro tras un derechazo de Otero (min 29). Se volvieron a meter en el encuentro los locales con una doble ocasión que protagonizaron Teto y Waldo. El primero estrelló el balón en el larguero y el rechace lo mandó fuera el segundo con toda la portería para él.

Se había cumplido media hora de partido y, por lo menos, el Tenerife lo seguía intentando. Iván Romero probó fortuna con un disparo al lateral de la red.

La recta final de la primera mitad estuvo marcada por unas manos dentro del área sportinguista que el colegiado no apreció y el VAR tampoco entró a juzgarlo.

El primer acto tocó a su fin con un resultado injusto, ya que el Tenerife hizo méritos y ocasiones para, por lo menos, haber logrado empatar. Pero ya se sabe que regalando un gol por partido, resulta complicado competir.

La segunda parte arrancó con un Tenerife que intentó buscar el empate rápidamente. En los primeros minutos tuvo hasta cuatro saques de esquina consecutivos que se solventaron con un remate de cabeza de Sipcic. El balón pasó rozando el larguero de Mariño. Minuto 49.

El Tenerife entró en una fase de control sin peligro que provocó cierto sopor en la mojada grada del Heliodoro. Ramis tuvo que intervenir y empezó a mover el banquillo a partir del 68. En ese momento entraron al campo Appiah y Javi Alonso. Se sentaron Iván Romero y Pablo Larrea.

Volvió a insistir el cuadro local en el 70 con un disparo de Waldo que rechazó Mariño. Cinco minutos después, un extenuado Waldo dejó su puesto a Borja Garcés. Había que agitar el partido y el delantero es eso, un agitador. Una mosca de esas que no para de molestar.

Empezó a embotellar el Tenerife a un Sporting que ya se veía con el premio en la mano. Demasiado premio eso sí, teniendo en cuenta que en la segunda mitad no había disparado a la puerta de Soriano.

A base de centros laterales, los jugadores gijoneses metieron el trasero dentro de su propia área y así se creó el merecidísimo tanto del empate.

Centro desde la derecha de Mellot al segundo palo y el balón llegó hasta Nacho, quien no se lo pensó dos veces y le pegó según le llegó. El lanzamiento mordido sorprendió a Mariño, porque el balón pegó en el palo y se metió en su portería. El Heliodoro gritó con fuerza el tanto de un empate más que merecido. Nacho marcaba así su primer gol como jugador del CD Tenerife.

Obviamente el 1-1 afectó al Sporting y le dio alas al Tenerife. Sin embargo los blanquiazules no gestionaron bien el tramo final del partido, ya que apenas crearon ocasiones de gol. La última oportunidad la tuvo Appiah en sus botas. Buen contragolpe que finaliza el jugador cedido por el Almería con un disparo que saca a córner Mariño abajo con su mano derecha. El lanzamiento desde la esquina estuvo a punto de acabar en penalti por una manos dentro del área del Sporting, pero el VAR no apreció la infracción.

Con este suspense finalizó un partido en el que el Tenerife mereció correr mejor suerte, más por número de ocasiones que por juego, pero regalando fallos en cada partido, es muy complicado competir.

Se había cumplido media hora de partido y, por lo menos, el Tenerife lo seguía intentando. Iván Romero probó fortuna con un disparo al lateral de la red.

La recta final de la primera mitad estuvo marcada por unas manos dentro del área sportinguista que el colegiado no apreció y el VAR tampoco entró a juzgarlo.

El primer acto tocó a su fin con un resultado injusto, ya que el Tenerife hizo méritos y ocasiones para, por lo menos, haber logrado empatar. Pero ya se sabe que regalando un gol por partido, resulta complicado competir.

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