El informe de la primera inspección en la zona de los desprendimientos ocurridos el lunes por la noche en la carretera El Roque, en el municipio La Guancha, reafirma la medida adoptada por el Ayuntamiento desde el primer momento para preservar la seguridad, que la carretera El Roque tiene que continuar cerrada al tráfico.
“Debido a la estabilidad precaria del talud, no se recomienda la reapertura de la vía en tanto no se completen actuaciones de saneo y retirada de forma controlada de numerosos bloques y piedras que aún permanecen sobre el propio talud con una estabilidad precaria, demolición de viseras y retirada de los bloques de escollera que se hayan visto afectados por los desprendimientos”, se indica en el documento, realizado por un ingeniero de caminos, actuaciones que ya se han ejecutado por parte del Ayuntamiento, que actuó por la vía de urgencia. En total, el martes se retiraron unos 300 metros cúbicos de piedra y escombros que equivalen a unas 500 toneladas.
Por lo tanto, la carretera municipal continuará cerrada, una medida que se ha materializado con carteles y elementos específicos, que indican la prohibición de acceso, tanto a vehículos como a personas al no estar asegurada la zona.
En el documento también se sugiere “hacer una inspección en detalle de la ladera con el fin de poder detectar riesgos similares u otros no detectados en zonas aledañas que aconsejen la adopción de medidas a corto o medio plazo, en aras de garantizar la seguridad vial e integridad física de los usuarios de la carretera”, dado que además, es muy transitada porque por allí pasa la guagua escolar de los alumnos del CEIP Plus Ultra y por ella se accede al cementerio nuevo.
Estos datos los ofreció ayer el alcalde, Antonio Hernández, en el programa El Zaperoco, que se emite en la radio municipal. Durante su intervención, el mandatario confirmó que la próxima semana se prevé tener un informe más detallado en el que además, se contemplen una serie de actuaciones a llevar a cabo en la vía.
Playa de Santo Domingo
“Pasará mucho tiempo para olvidar lo ocurrido el lunes. Este hecho nos demuestra lo frágiles que somos en nuestro territorio y nuestra orografía volcánica”, dijo el mandatario. En este sentido, recordó un problema que en el municipio se lleva arrastrando décadas, como el de la playa de Santo Domingo, cerrada en el año 2010 por el riesgo de desprendimientos, y por el que se espera una solución que nunca llega para estabilizar los taludes, un reclamo de Hernández desde que llegó a la Alcaldía, en junio de 2015.
El alcalde pidió paciencia a los vecinos hasta contar con todos los informes necesarios que indiquen cómo debe actuar el Ayuntamiento. “Y eso conlleva proyectos, que aún por la vía de urgencia tardarán, además de financiación y dialogar los propietarios de los terrenos, que son privados”, declaró.
No obstante, prometió que intentará trabajar con las empresas especializadas en estabilización de taludes para buscar soluciones provisionales que permitan abrir la vía, “siempre priorizando la seguridad de las personas”, subrayó.