la palma

El negacionismo a los gases sigue ganando adeptos en Puerto Naos

La Guardia Civil detiene por “desobediencia grave” a un vecino que durmió en su vivienda aun a riesgo de inhalar sustancias tóxicas; la próxima semana habrá una apertura parcial
El negacionismo a los gases sigue ganando adeptos en Puerto Naos
Baliza de medición fija para medir los gases nocivos en el barrio costero de Puerto Naos, Los Llanos de Aridane | KIKE RINCÓN (E. PRESS)

El hartazgo de la COVID-19 trajo consigo un refuerzo de las posiciones negacionistas a la evidencia científica. Centenares de personas, en distintos puntos del país, se manifestaron en contra de medidas tan tediosas como necesarias para la supervivencia, como el uso de la mascarilla o el distanciamiento social. Ahora, cuando hemos dejado atrás lo peor de la pandemia, aparecen en La Palma otra clase de detractores: los que se niegan a creer que haya gases tóxicos presentes en los barrios de Puerto Naos y La Bombilla, en Los Llanos de Aridane, que sean incompatibles con la vida. Unas sustancias que han impedido a los residentes regresar a sus hogares algo más de un año después de ser evacuados por el volcán.

La última prueba de que existe un movimiento vecinal contrario a los dictámenes de los expertos se dio recientemente. Según informó la Guardia Civil ayer mediante un comunicado, un varón de 37 años fue detenido el domingo tras pasar un día y medio en su domicilio, ubicado dentro de la zona de exclusión. Al parecer, de acuerdo con la Benemérita, al susodicho se le había advertido en varias ocasiones de la prohibición de permanecer en el inmueble, en aplicación de las medidas decretadas al amparo del Pevolca (Plan de Protección Civil y Atención de Emergencias de Canarias por Riesgo Volcánico). Sin embargo, optó por hacer caso omiso, de ahí que se le acuse de un delito de “desobediencia grave” a la autoridad.

En declaraciones al programa Ponte al Día de Televisión Canaria, Carlos Lorenzo, que aseguró ser hermano del detenido -ya en libertad, pero con cargos-, indicó que hay “decenas de vecinos” de ambos núcleos del litoral del Valle de Aridane que han comprado medidores de gases, y, al acudir a sus viviendas, han constatado que “para nada” los niveles de toxicidad son los señalados por las administraciones. Es por eso que anunció que tomarán “acciones legales” contra las instituciones: “No hay transparencia ni ayudas”, dijo. Asimismo, aclaró que su familiar estuvo provisto, cuando realizó su incursión en la zona evacuada, de un instrumento de medición “exactamente igual al del Cabildo”, sin apreciar la incompatibilidad con la vida de la que hablan los principales organismos científicos.

A juicio de Lorenzo, su hermano es “la prueba viva de que se puede convivir con los gases; ha dormido y está perfectamente. De hecho, tanto, que no lo han llevado al Hospital”, sino directamente a las dependencias policiales. No obstante, cabe recordar que el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) informó a principios de mes de que los valores de CO2 registrados no son homogéneos en toda la superficie. Es más, ni siquiera se mantienen estables a lo largo del día. El ente que dirige Nemesio Pérez explicó entonces que la franja horaria en la que se tiene constancia de menor cantidad de dióxido de carbono va desde el mediodía hasta las cinco de la tarde, si bien puede variar en función de diversos factores y también dependiendo de la ventilación que se haya aplicado, especialmente en interiores.

APERTURA

Siguiendo los razonamientos de Involcan, ayer el Comité Asesor del Peinpal (Plan Insular de Emergencias de La Palma) dio luz verde al acceso controlado, a partir de la semana que viene, a viviendas de Puerto Naos y La Bombilla. Unas entradas que se llevarán a cabo atendiendo a la concentración de gases que se detecte en cada uno de los cuatro sectores en los que se han dividido las zonas afectadas, a las que se asignará un color de alerta. Cuando los indicadores sean favorables, los vecinos podrán acercarse a sus inmuebles acompañados por efectivos de los Bomberos Voluntarios de la Isla.

Estos últimos, según el Cabildo, irán “con equipos de respiración asistida y medidores profesionales”. Lo que se quiere prevenir es que se repitan episodios como el del pasado 31 de agosto, cuando se colaron dos personas y tuvieron que ser atendidas en el Hospital por inhalación de gases.

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