Aún no habían dado las siete de la mañana y el Rastro ya estaba en pie. Los primeros puestos comenzaban su montaje en el lugar que en el que ha crecido y se ha desarrollado como lo que hoy es, en las inmediaciones de La Recova de Santa Cruz. Ayer, el mercadillo ambulante volvía a sus orígenes, después de que las restricciones de la pandemia lo obligaran a trasladarse a la avenida de la Constitución. Un primer día de dudas, de nervios, de despiste por no saber qué espacio era el de cada puesto, pero a las diez de la mañana ya todo el mundo estaba dispuesto para iniciar una jornada que ya quedará para la memoria del mercadillo.
La mañana, radiante, con un calor que no es propio de este mes de octubre que ya se despide, animó a los compradores que, también, desde temprano, se acercaron al Rastro de siempre. Fue una mañana de reencuentros, de emociones, de felicitaciones, y hasta de alguna lágrima. De los más de 600 puestos que la ordenanza que regula su funcionamiento recoge, algo más de 400 son los que han obtenido el visto bueno del área de Comercio para instalarse de nuevo en la ubicación original, que son los que han presentado toda la documentación acorde a la citada ordenanza. El plano de situación desarrolla el Rastro en las calles de siempre, a excepción de Bravo Murillo, que queda despejada, y la ocupación de la avenida de Buenos Aires, a la altura de la Consejería de Educación, y de la plaza de Presidencia del Gobierno.
La presidenta de la Asociación del Rastro, Carmen Tejera, se felicitaba ayer de la vuelta, por fin, a la normalidad. “Ha sido una alegría inmensa la que hemos vivido hoy (por ayer). Estaba todo a reventar de gente, como si fuera un Exposaldo o un Plenilunio. Hemos tenido de todo, desde turistas, a la gente de los barrios que han querido acercarse a darnos la bienvenida”, apuntaba Tejera.
Y es que la afluencia al Rastro fue tal que no solo los vendedores que finalmente montaron sus puestos se vieron beneficiados, sino también el propio Mercado Nuestra Señora de África que estaba lleno hasta la bandera, o las cafeterías y terrazas de la zona. Los usuarios pusieron en valor la vuelta del Rastro a su ubicación original, destacando la organización y la facilidad para moverse entre los puestos.
Sin embargo, como apuntó Tejera, “la de hoy ha sido una primera toma de contacto, porque no podemos olvidar que estamos empezando de cero. Hay cosas que mejorar y el Ayuntamiento, a través del área de Comercio que depende de Alfonso Cabello, tiene predisposición para llegar a acuerdos”.
Y es que, según explicó la presidenta de la Asociación del Rastro, “es cierto que hay algunos vendedores que están descontentos por la ubicación en la avenida de Buenos Aires, que está más alejada, pero ya Alfonso Cabello se ha comprometido a buscar espacio para colocar estos puestos”. “Otros -continuó Tejera- se quejaron de que llevaban más de 30 años en un punto y ahora los habían cambiado. Tocó explicar que comenzamos de cero y que de ahora en adelante iremos ajustando lo mejor que podamos”.
También hubo muchos vendedores que ayer no se animaron a montar su puesto, a la espera de ver cómo funcionaba todo, “una lástima porque podrían haber aprovechado el magnífico día de ventas que hemos tenido”, añadió Tejera.
Un modo de vida
La presidenta de los vendedores recordó que tienen la ley de su parte para estar de nuevo en su ubicación, y lamentó que no se hay tenido en cuenta, en muchos momentos de la historia del Rastro, lo que supone para las familias que cada domingo acuden a montar sus puestos. “Para muchas es su forma de vida, de subsistencia, y no se puede jugar con tantas familias, y más en los momentos en los que nos encontramos de tanta necesidad”, defendió Tejera.
Desde el Ayuntamiento, el concejal de Comercio, Alfonso Cabello, valoró el desarrollo del primer día de la vuelta a la normalidad. “Toca realizar algunos ajustes en las calles para mejorar la seguridad y el tráfico, y también mejorar el montaje para hacer menos ruido, reduciendo las molestias a los vecinos”.
Esta semana ya hay prevista una reunión en el Ayuntamiento con los vendedores que han solicitado un cambio de ubicación para organizar los posibles traslados a los espacios libres.