La erupción del volcán de Cumbre Vieja dejó imágenes jamás vistas en la historia de Canarias. Algunas pasarán a formar parte del museo de los horrores que trajo consigo el monstruo de lava y destrucción. Otras, sin embargo, son de utilidad para la comunidad científica de cara a futuros procesos, que, como anunció el Instituto Volcanológico de las Islas, es posible que tengan lugar durante los próximos años en La Palma, vista la cantidad de magma que se almacena bajo la dorsal de la que han brotado los últimos fenómenos de este tipo.
Una de las instantáneas que más han llamado la atención, sobre todo por su rareza, es la del huevo de dragón que captó el agente de Medio Ambiente David del Rosario a finales de octubre. Se trata de un cúmulo de rocas calientes que formó una figura de aspecto ovalado e incandescente, rodeada, además, por lo que parecen ser hierbas secas y trozos de troncos. Se tomó ladera abajo desde la pista forestal Cabeza de Vaca, donde emergió el volcán el 19 de septiembre de 2021.
Según explica a DIARIO DE AVISOS, en el momento exacto en que tomó la foto estaba desplazado a la zona de exclusión para coger muestras y mediciones, a fin de conocer cuál era la evolución del proceso eruptivo. Y es que varios cuerpos de seguridad, emergencias y conocedores del terreno participaron, de la mano de los expertos, para analizar desde distintas perspectivas lo que estaba sucediendo. No en vano, el de Cumbre Vieja es considerado el volcán más observado de España, tal y como reconocieron organismos como el Involcan o el Instituto Geográfico Nacional.
PAISAJES ÚNICOS
El huevo de dragón, a pesar de no ser sino fruto de la casualidad, nos recuerda que el volcán no solo tiñó de negro el Valle de Aridane. También dejó paisajes de valor, como puso de manifiesto el pasado 6 de octubre María del Carmen Romero, profesora de Geografía Física en la Universidad de La Laguna. En la Comisión de Reconstrucción de La Palma que acoge el Parlamento regional, la académica señaló que se han identificado algunos elementos basálticos que “solo se han detectado en 20 localidades a nivel mundial”.
De ahí que advirtiera, en referencia a las obras que se están llevando a cabo o se tienen previsto ejecutar, que “perder el patrimonio es una acción irreversible”. Y, aunque se llegaran a proteger dichos parajes, “tampoco podemos rodearlos de construcciones”, matizó.