Dado su singular vínculo con el mejor Carnaval del mundo, el de Santa Cruz de Tenerife, la afición por los coches clásicos está íntimamente enraizada con las querencias de los canarios, en general, y de los chicharreros, en particular.
Por eso, no es de extrañar que el céntrico Parque García Sanabria, en pleno corazón de la capital provincial, fuera ayer el escenario de partida del singular rally, que es la XXI edición de la Clásica de Tenerife, donde vehículos que asombran por su incuestionable estado de conservación participan en una prueba que en esta ocasión no solo recorre otras localidades de la Isla, sino que, además, se extiende a La Gomera, donde sin duda el paso del centenar de vehículos será igualmente motivo de atención preferente por parte de vecinos y turistas.
Así, y durante dos horas (a pesar de que no pocos pilotos obviaron el horario previsto y partieron antes de tiempo), los santacruceros pudieron admirar ayer estas joyas de la locomoción pretérita en tan privilegiado emplazamiento antes de coger camino rumbo hacia La Laguna, donde estaba previsto que permanecieran durante otra hora en un espacio dispuesto a tal fin junto a la Iglesia de la Concepción de la Ciudad de Los Adelantados.
La siguiente etapa de ayer estaba fijada en el municipio de Adeje, concretamente junto al hotel GF Victoria, mientras que para hoy se prevé la salida a primera hora de la mañana desde el muelle de Los Cristianos (Arona) hacia San Sebastián de La Gomera, donde, tras un paseo por la calle Real, se desplazarán hasta Vallehermoso para luego volver a la capital a la hora del almuerzo y retornar a media tarde a Tenerife, al objeto de completar la jornada.
Está previsto que, en estos tres días, estos coches circulen por 11 de los municipios tinerfeños, y entre ellos hay auténticas joyas, alguna de ellas cuyo valor se acerca a los tres millones de euros, un par más superan el millón y no pocos los 300.000 euros.
No en balde, la XXI Clásica de Tenerife contará con la presencia de destacados participantes, como el suizo Mario Illien, uno de los más reputados ingenieros de la Fórmula 1 y la IndyCar, que conducirá un Chevrolet Corvette C1, de 1957. También estarán presentes Claudio Marciano (Jaguar E-Type), cónsul de Italia en San Marino y muy ligado a la organización de la prestigiosa Mille Miglia; Máximo Sant (Dino 246), periodista del motor, director y presentador del canal de Youtube Garaje Hermético, y Melvin Rutter (Morgan Plus 4/4), distribuidor número uno de Morgan a nivel mundial.
Todo ello es posible gracias al patrocinio de Circuito del Motor de Tenerife, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, el Cabildo de La Gomera, Canauto BMW, Fred Olsen, La Caixa y, claro, la dedicación de los propietarios de los coches.
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