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Alfonso Cabello (CC): “Hay que apostar por proyectos de empleo propios para los más jóvenes”

Alfonso Cabello, concejal delegado de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz, pone en valor unos resultados que, a su juicio, son muestra de la capacidad tractora de la economía capitalina
Alfonso Cabello
Foto: Sergio Méndez

A finales del mandato pasado, las previsiones del mercado laboral de Santa Cruz no eran precisamente halagüeñas, con la estimación de superar los 30.000 desempleados. Cuatro años después, y con una pandemia de por medio, no solo no se ha superado esa cifra, sino que termina el año por debajo de los 21,000 parados y con una cifra récord de cotizantes en la Seguridad Social, que alcanza los 119.530, “la mejor de la secuencia histórica” de la capital.

Alfonso Cabello, concejal delegado de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz, pone en valor unos resultados que, a su juicio, son muestra de la capacidad tractora de la economía capitalina. A pesar de los buenos datos de este 2022, el edil expresa su preocupación para los primeros meses de 2023, en los que, advierte, el alza generalizada de costes puede repercutir directamente sobre el mercado laboral.

-La evolución del mercado laboral en Santa Cruz tras la pandemia está siendo muy positiva. ¿A qué cree que se debe?

“Santa Cruz de Tenerife tiene a día de hoy de 119.530 cotizantes a la Seguridad Social, es la mejor cifra de toda nuestra secuencia histórica, que en este caso arranca en el 2010 por lo tanto es una muy buena noticia. La segunda buena noticia es que por segundo mes consecutivo estamos por debajo de los 21.000 desempleados, y otro dato que es importante, es que este año, se van a firmar a 117.000 contratos, lo que es muy superior a los dos años anteriores, y solo superado, por el 2018. Aunque para nosotros es mucho mejor esta cifra que la de 2018, porque entra en juego la reforma laboral que ha permitido que el 37% de los contratos sean indefinidos, frente al 40% de contrato por hora que se registraron en 2018”.

-Menciona usted la reforma laboral, en un mercado como el de Santa Cruz donde predomina el sector servicios. ¿Ha venido a mejorar las condiciones?

“Ha venido a mejorar de forma significativa las condiciones, así que hay una primera lectura positiva. Pero es verdad que otro de los sectores importantes en Santa Cruz, el de la construcción, lo que ha hecho con la reforma laboral es alterar la estadística, ya que han cambiado el obra y servicio de siempre, por un indefinido cuya duración la marca la obra en la que se esté”.

-Afirma que el sector de la construcción también es importante para Santa Cruz, ¿en qué medida?

“El 25% de las empresas de Tenerife están en Santa Cruz, y muchas de ellas son grandes empresas. Me refiero a que aunque desarrollen su actividad en otras partes, su sede administrativa se encuentra en la capital, por lo que a efectos estadísticos también nos afecta”.

-Entonces esos buenos datos también están influenciados por ese detalle…

“No solo. La media de contratación y evolución del número de contratos está por encima del resto de medias del municipio de la isla. Nosotros tenemos el 40% de todos los contratos de la Isla, así que, aunque concentramos el 25% de las empresa, ese dato no se justifica solo por el tamaño de las empresas. Así que el peso económico del municipio hace de motor de arrastre del resto de la Isla, de forma que concentramos a prácticamente cuatro de cada 10 puestos de trabajo en toda la Isla”.

-En cuanto al perfil de los desempleados, ¿qué datos tiene el Ayuntamiento?

“El 34,2% de los desempleados tiene más de 45 años y lleva más de un año desempleado. El segundo grupo más numeroso es el de menores de 30 sin experiencia profesional, y por sexo, el 54% son mujeres”.

-Respecto a los dos grupos con más dificultades que señala, ¿qué acciones se pueden poner en marcha?

“Por desgracia, tenemos más potencialidades a desarrollar en los jóvenes sin experiencia profesional que en el grupo de los mayores de 45 años. De manera estructural trabajamos con las diferentes convocatorias que se van produciendo desde el Gobierno de Canarias o Cabildo, como con el Plan de Empleo Social, a través de convenios para atajar el bloque más numerosos. Con respecto a los más jóvenes creo firmemente en los Pfaes (Programas de Formación en Alternancia con el Empleo), son sobre los que yo creo que Santa Cruz tiene que realizar una apuesta decidida por desarrollar proyectos pilotos propios para el periodo 2023-2024”.

-¿A qué se refiere?

“A diseñar programas de formación y empleo para esos jóvenes sin experiencia profesional que aplicándoles determinadas habilidades en el ámbito de las tecnologías, servicios, idiomas o de las relaciones públicas, parece que tienen unas altas habilidades de inserción”.

-¿Y cuál es el nivel de formación de los desempleados chicharreros?

“La mitad de los chicharreros inscritos en el SCE tienen una educación máxima de Primaria o inferior. Un 7,5% son universitarios y un 6,4% tienen formación en FP. En este contexto creo que es necesario que el sistema educativo incremente la interacción entre el alumnado y la empresa en busca del mayor beneficio mutuo. Tal y como señalan algunos estudios, hay falta de mano de obra cualificada necesaria para cubrir la demanda que requieren las empresas”.

-¿Se refiere a qué sean las empresas las que marquen la formación?

“Lo que no se explica en el contexto actual es que tengamos unos 2.300 personas identificadas en el SCE como camareros, y que nos encontremos todos los días a bares, restaurantes y camareros que buscan camareros. Yo no tengo acceso a la información desagregada del SCE para saber la formación real de esas personas como camareros, así que lo que está pasando es que hay una brecha clara entre el demandante y las necesidades del sector, y no solo en Santa cruz. Porque por ejemplo, para trabajar como camarero en Santa Cruz, a lo mejor saber inglés o alemán es la tercera de las necesidades del empleador, mientras que en el sur seguramente sería la primera. Por eso digo que tenemos que hacer proyectos pilotos específicos para Santa Cruz”.

-¿Como cuáles?

“Por ejemplo, con Ashotel, e insisto, no solo en Santa Cruz, sino en toda la provincia, se puede hacer un proyecto específico conjuntamente con el Ayuntamiento para diagnosticar, generar e identificar grupos a los que dándoles determinadas competencias claves sean capaces de una rápida inserción”.

¿Y eso cómo se hace?

“Es un campo en el que tenemos que identificar a los más capacitados, que serán aquellos que reúnan una serie de requisitos que garanticen, por decirlo de alguna manera, el éxito del proyecto. El proyecto piloto lo que hace es generar un sistema de selección, que no es por edad, ni por numero de años en el paro, y que sí que tiene que ver con otras cualidades, con algo así como una actitud de vida. Ahora mismo estamos identificando colectivos y sectores dispuestos a invertir económicamente de manera conjunta con el Ayuntamiento en el diseño de itinerarios específicos de formación, incluso con un compromiso de inserción, para sectores como el de la hostelería o en el sector tecnologías, donde la selección final la hace la empresa”.

-¿Y qué pasa con los parados de larga duración?

“Con ellos tenemos que seguir trabajando de manera insistente. El problema que nos encontramos en este grupo es que, cuando abrimos el rango y decimos mayor de 45, no es igual alguien de 60 años que uno de 45, y tampoco es igual la formación que tengan ni el sector. Y eso creo que es el error de las políticas que se están diseñando en muchas ocasiones desde las administraciones públicas que tienen la competencia. Se está yendo a proyectos que son café para todos. Creo que es necesario desmontar este modelo así como el de los itinerarios formativos en FP, para reconstruirlo casi desde cero invirtiendo la pirámide del protagonismo, donde primero estén las empresas, luego los ayuntamientos, y luego los entes más alejados de la realidad de la situación. En la medida en que las reglas las sigan diseñando desde la distancia y no del reconocimiento real del terreno, nos vamos a seguir encontrando con gente que no sabe leer y escribir que están en planes extraordinarios de empleo social con gente titulada superior, arrancando hierbas en el mismo jardín. Este es el sistema que habría que cambiar, pero mientras así sea, será bienvenido y seguiremos concurriendo a las convocatorias”.

-¿Cuáles son las previsiones para 2023?

“Estamos muy preocupados con el arranque de 2023, de hecho la previsión que nosotros tenemos es que en número de contratos se baje y suba el paro, fruto de la tremenda incertidumbre para el primer trimestre del año. Las empresas se resisten a realizar nuevos contratos por la incertidumbre. Además, en el mes de enero se va a realizar una actualización de tarifas”.

-¿Puede ser más preciso?

“Las pymes y autónomos que no tienen la capacidad en el control de costes diario de cómo varían los insumos, a final de año ajustan viendo lo que han perdido o ganado. Como la inflación ha estado disparada, los ajustes que no han hecho les llevará a hacer una actualización de tarifas en los primeros meses del año fruto de la inflación”.

-¿Y por qué no han hecho antes el ajuste?

“Hasta ahora esa actualización ha estado aguantada por el temor a la recesión posterior a la pandemia. Lo que nos mantiene con cierto grado de optimismo dentro de la incertidumbre son las buenas perspectivas del sector turístico en la comunidad autónoma en general y en Santa Cruz en particular, pero todas las fuentes de análisis que tenemos, nos dan que viene complicada la cosa”.

-Ante esta situación, ¿qué demanda al Gobierno de Canarias, que es el que tiene las competencias en empleo?

“Ahora mismo estamos identificando colectivos y sectores dispuestos a invertir económicamente de manera conjunta con el Ayuntamiento en el diseño de itinerarios específicos de formación, incluso con un compromiso de inserción, para sectores como el de la hostelería o en el sector tecnologías, donde la selección final la hace la empresa”

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