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Medio siglo de una histórica segregación: Santa Cruz, más grande; El Rosario, engrandecido

Elías Bacallado Hernández firmó la cesión en 1972 de un tercio de su municipio y 11.000 personas se despertaron aquel fin de año como vecinos de la capital tinerfeña
Elías Bacallado Hernández reconocido por ambos ayuntamientos / FRAN PALLERO
Elías Bacallado Hernández reconocido por ambos ayuntamientos / FRAN PALLERO

Tal día como ayer, hace 50 años los municipios de El Rosario y de Santa Cruz de Tenerife firmaron el acta de anexión por parte de este último de una tercera parte del territorio de El Rosario (15 kilómetros cuadrados) y 11.000 de los 15.000 habitantes de este municipio pasaron a ser vecinos de la capital, tras una consulta popular, convirtiéndose en la actualidad en los distritos 11 y 12 del Suroeste. Se cumplía así el deseo de cuatro vecinos que comenzaron cinco años atrás una campaña de segregación que finalmente llevó a cabo el alcalde de entonces, Elías Bacallado Hernández, tras la aceptación de su homónimo santacrucero, Pedro Doblado Claverie, aunque en 1972 la recepción fuera firmada por su sucesor Ernesto Romeu de Armas (fallecido en 2006), tras el visto bueno del gobernador civil.

Tan histórica cesión, única en Tenerife en aquel siglo, fue conmemorada ayer en la plaza Gabriel Cruz de Llano del Moro, muy cerca de donde se produjo la firma hace 50 años, La Asomadilla. Tanto Escolástico Gil como José Manuel Bermúdez, los alcaldes actuales de los dos municipios, recordaron el titular que dejó aquella cita: “Santa Cruz más grande, El Rosario engrandecido”.

El acto fue un homenaje a aquellos dos alcaldes que impulsaron el acuerdo, aunque ayer solo pudo estar presente Elías Bacallado Hernández (alcalde de El Rosario, 1962-1983). “Costó tomar la decisión y algunos no lo entendieron, pero al final se hizo algo que hoy sería imposible hacer, hasta con consulta popular”, recordó el veterano político y empresario.

El reconocimiento tuvo lugar en la plaza Gabriel Cruz de Llano del Moro / F.P.

Bermúdez recuerda que “en 1968 se acordó aceptar la cesión de este territorio por parte de El Rosario, con todas las condiciones establecidas por su corporación, fruto de las gestiones y conversaciones entre los alcaldes de ambos municipios” y puso de relieve que “se resaltó en aquel momento la gran transcendencia que la agregación representaba para el futuro de la Ciudad Capital de la Provincia, motivo por el que por aquel entonces alcalde, Pedro Doblado, propuso a la corporación nombrar desde ese momento Concejal Honorario al alcalde de El Rosario, Elías Bacallado, lo que se aprobó por unanimidad y entre aplausos”.

“Así -relató Bermúdez- comenzaba un arduo trabajo para preparar lo que sucedió hace justo hoy cincuenta años, en 1972, que fue la firma definitiva por la que Santa Cruz de Tenerife se hacía más grande en territorio” y trae a la memoria “el mismo momento en el que El Rosario se engrandecía” y acaba definiendo el territorio “desde el barranco de El Muerto hasta el camino de San Francisco de Paula, desde la carretera a Guía de Isora y hasta el Barranco del Humilladero, el Distrito Segundo se convertía en los distritos 11 y 12 de la capital, y con él su población, 11.000 vecinos que despertaban en otro municipio”.

El alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, subrayó la importancia de un hecho histórico en el que destacó la necesidad de darle el valor que se merece a una decisión tan valiente y generosa como aquella. “Este es un acto conmemorativo para que las nuevas generaciones conozcan lo que significó aquella cesión y que se reconozca a El Rosario su solidaridad con la capital de la provincia. Santa Cruz nunca sería lo que es hoy sin la aportación de El Rosario. Con un municipio que no podía crecer, fue El Rosario quien permitió a Santa Cruz ser cocapital de Canarias”, dijo.

Bermúdez y Gil dialogando con Elías Bacallado y Conrado González, alcalde y concejal de El Rosario en 1972 / FRAN PALLERO

“Este gesto posibilitó la expansión demográfica de Santa Cruz a través del antiguo Distrito Segundo de El Rosario. Sumaron a su territorio lo que hoy son seis barrios como El Sobradillo, Tíncer, Barranco Grande, La Gallega, Santa María del Mar o Añaza, entre otros, así como zonas industriales que no hubieran sido posibles desarrollar, o la franja costera entre Hoya Fría y Acorán”.

“Nunca más -prosiguió GIl- un hecho así ha ocurrido en la provincia y me atrevo a decir que nunca lo volverá a hacer nadie Por eso, desde que soy alcalde siempre he reclamado que existía una deuda pendiente con nuestro municipio, ya que El Rosario tuvo que esperar más de 40 años para que comenzáramos a saldar la deuda” y apostilló que “primero, con Carlos Alonso como presidente del Cabildo de Tenerife, cuando entre 2015 y 2019 conseguimos más de 25 millones de euros” y concreta que “y en estos tres últimos años con el compromiso del vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, que ha sido imprescindible para sacar adelante otros proyectos muy importantes para El Rosario”. “El gesto generoso que protagonizamos hace 50 años nos hace formar parte de la historia. Pudiéramos ser más grandes, pero nunca más solidarios con el conjunto de la isla de Tenerife”, concluyó Escolástico Gil.

Javier Rivero, concejal hoy del Distrito Suroeste de la capital tinerfeña, resaltó que “a partir de aquel momento, el foco del desarrollo urbanístico de la ciudad y el área metropolitana se puso en esta zona, con la gestión del Polígono de El Rosario, que se encargó de crear suelo urbano residencial entre Los Andenes y El Sobradillo” y por otra parte, “la puesta en marcha de los altos de La Gallega, la creación de viviendas públicas en un barrio urbanísticamente perfecto como Añaza, el impulso y consolidación de Los Alisos, fase I y II, o una de las zonas residenciales de más reciente creación, como es el barrio de Acorán”.

“Los casi 15 kilómetros cuadrados de territorio -añade Rivero- han experimentado un importante aumento de población” y argumenta que “de esta manera ya contamos con una escuela infantil municipal, ocho Centros de Educación Infantil y Primaria (CEIP), el único centro de educación obligatoria del municipio, tres institutos y formación profesional, avenidas, ramblas, parques y zonas verdes, campos de fútbol, polideportivos, tres centros de Atención Primaria, plazas en todos los barrios y pueblos, o el Centro de Atletismo de Tenerife, entre otras dotaciones públicas”.

Ahora, a través de la estrategia Suroeste Avanza “se han identificado, junto a las asociaciones de vecinos, las inversiones que tenemos que impulsar desde las diferentes administraciones, y de forma conjunta para ofrecer nuevas oportunidades en esta maravillosa zona”, resaltó el concejal.

Al finalizar el acto, que reconoció la figura de ambas corporaciones locales de la época, Elías Bacallado recibió de manos de Bermúdez una metopa con el escudo de la ciudad como concejal honorario de Santa Cruz de Tenerife y exalcalde de El Rosario, que resalta su figura imprescindible en el devenir de ambas corporaciones.

Todos estos barrios pasaron de El Rosario a Santa Cruz en 1971 / DA

51.000 habitantes en el Suroeste

El 30 de diciembre de 1972, tras culminar un expediente que se inició cuatro años antes, El Rosario cedía a Santa Cruz de Tenerife un tercio de su territorio (15.000 hectareas) y el 64% de su población (11.000 de los 15.000 habitantes que tenía entonces), en lo que hoy se denominan los distritos 11 y 12 (Suroeste) de la capital. Aquel acuerdo, como recuerda Bermúez, permitió la expansión de Santa Cruz, sin capacidad para crecer entonces, sumando con ello en la actualidad 51.000 vecinos más entre los barrios de desde las medianías a la costa de El Sobradillo, Tíncer, Barranco Grande, La Gallega, Santa María del Mar o Añaza. Aquella cesión de terrenos fue promulgada por vecinos migrantes de esos barrios y trasladada por Elías Bacallado a Pedro Doblado, que finalmente aceptó tan generosa oferta para el crecimiento de la capital.

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