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Xabi López: una historia de aprendizaje y perseverancia

Con 18 años, el tinerfeño, que había sufrido una lesión importante, hizo las maletas para fichar por el Lucentum Alicante: "Mi objetivo es aprender, seguir aprendiendo siempre"
Xabi López: una historia de aprendizaje y perseverancia

Cuando hablas con Xabi López te das cuenta de su gran madurez. Con 18 años hizo las maletas para cumplir su sueño de ser profesional, firmando un contrato con el histórico Lucentum Alicante, alternando su participación en Liga EBA con los entrenamientos del LEB Oro. Durante todo el rato que hablamos insiste, una y otra vez, en sus ganas de aprender, en su necesidad de mejorar… Por eso decidió que lo mejor era crecer lejos de su Isla. Ya sabe lo que es sufrir una lesión grave. Y tener la suficiente templanza para superarla.

Los inicios en el baloncesto de Xabi López recuerdan mucho a los de otros jugadores: realmente empezó en el fútbol. En el el Colegio de La Salle en Santa Cruz de Tenerife, con siete u ocho años, probó fortuna en el baloncesto tras jugar a fútbol sala. Le gustó: “Mi madre me animó a que probara en baloncesto, era una cosa nueva. Me dijo que, si no, volviera al fútbol, pero no volví”.

En su primer año, en 4º de Primaria, jugaba con los de un año más. Solo un curso más tarde, en su primer partido, aquel niño espigado metió 50 puntos: “Me empezó a gustar más y más. La selección canaria de Minibasket me llamó y tuve luego la oportunidad de fichar en otros equipos. Acabé en el Náutico, porque mi abuelo había jugado allí”.

Es cierto que la experiencia en el club nauta quizás no fue la mejor, curiosamente, porque a esa edad, Xabi ya tenía una obsesión en la cabeza: mejorar y aprender. “A esa edad lo que quería, sobre todas las cosas, era entrenar. Quería ser mejor jugador y, tras jugar un partido contra el CB Santa Cruz, Alberto Déniz lo llamó. Con 14 años iba a poder jugar y viajar para jugar a baloncesto. Era fácil decir que sí”.

El Santa Cruz quedó ese curso campeón de Tenerife y de Canarias, siendo, además, cuartos de España. Xabi crecía, mostraba un talento natural para el deporte y se convirtió en un anotador fiable. Pero, solo un tiempo más tarde, la vida y el deporte lo iban a poner a prueba.

El tinerfeño Xabi López, nuevo jugador del Lucentum Alicante
Xabi López firmó tres campañas por los alicantinos

La lesión

Con 17 años, en un CB Santa Cruz-RCNT, en su primer año júnior, Xabi López salta y, en ese momento, nota que algo no va bien en su rodilla derecha. “No podía estirarla, eso fue lo primero que sentí. Le pedí a un compañero que me ayudara, que me la estirara para poder seguir jugando y la rodilla se inflamó muchísimo. Jugué incluso la Final a Cuatro”.

Xabi pasó por el quirófano para intervenir el ligamento cruzado de esa rodilla derecha: “Me dijeron que tendría que parar seis meses. Pensé que era joven, que lo que tenía que hacer era ponerme a tope porque yo lo que quiero es ser profesional”.

Comenzaron las sesiones de fisioterapia, el trabajo, poco a poco, para volver a fortalecer esa rodilla con el anhelo de regresar a las pistas: “Iba tres veces por semana al fisio con mi padre. Volví en enero, cinco meses después, en un partido con el Luther. Una semana después jugué 35 minutos contra el Granca, porque quería jugar sí o sí. Sin problema, en ningún momento noté que me doliera la rodilla. No pensé en ello, solo en querer jugar”.

Xabi, el primero por la derecha, en un entrenamiento con la primera plantilla alicantina LUCENTUM ALICANTE

Dejar Tenerife

No es fácil crecer en Tenerife a la hora de jugar a baloncesto. Por muchos motivos, pero a Xabi le surgió la oportunidad de buscar fuera una oportunidad, un lugar en el que poder entrenar mañana y tarde, crecer en varios aspectos y acercarse, un poco más al lugar al que quiere llegar.

Hubo opción de Obradoiro, interesado en hacerse con sus servicios, con el que estuvo entrenando una semana, pero su agente, en un momento de espera con los gallegos a la hora de que estos encontraran alojamiento para sus jugadores jóvenes, llegó la propuesta del Lucentum Alicante. El cambio, al principio, fue notable.

“El cambio físico era muy grande, noté mucho la diferencia”, reconoce el tinerfeño: “Comencé a entrenar con el EBA, luego con el LEB Oro, la intensidad es mucho mayor, entrenas mañana y tarde, en pretemporada hacíamos mucho físico… pero logré adaptarme poco a poco. Se preocupan mucho en ti y en tu mejora”. Y ha dado frutos ese trabajo, porque él mismo reconoce que la “evolución física” ha sido “notable” durante estos meses.

Xabi López ha logrado lo que quería a corto plazo, aterrizar en un club en el que le permitan la posibilidad de mejorar, de ser un jugador más completo, con muchas horas de trabajo en pista a sus espaldas. Todo ello compaginado con la carrera de Derecho, que estudia en la UNED: “Mi día a día es el baloncesto. Después de desayunar me voy al pabellón, entrenamos de diez a once gimnasio y luego pista. También hacemos entrenamiento específico después de entrenar con el primer equipo. Estamos casi hasta las dos. Almorzamos y a las cuatro y media vuelvo a entrenar para después descansar o estudiar en casa”.

“Echo de menos a mi familia, a mis amigos, el poder ir a comer con mis abuelos… Pero te vas acostumbrando. Yo tenía claro que si quería jugar a baloncesto tenía que salir de la Isla”, afirma con la misma madurez que lo ha hecho durante toda la conversación, con la misma con la que afrontó una lesión tan grave siendo tan joven.

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