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Belén, paciente de La Candelaria: “Me quitaron la poca dignidad que tenía al entrar en Urgencias”

Belén ingresó en La Candelaria por una piedra en el riñón y pasó ocho días “junto a la basura y orinando en una botella”
La paciente estuvo ocho días con la botella de orines, dos cubos de basura y ropa al lado de la cama.
La paciente describe que estuvo ocho días con la botella de orines, dos cubos de basura y ropa al lado de la cama. DA

El incremento de la carga asistencial en las urgencias hospitalarias imposibilita en ocasiones ofrecer una labor con garantías por parte de los sanitarios y puede generar situaciones límite que afecten a la dignidad de los pacientes. Este podría ser el caso de Belén F., que denuncia a DIARIO DE AVISOS el supuesto “maltrato” que, a su juicio, sufrió durante su ingreso en el Hospital de La Candelaria, compartiendo sala con otros ocho pacientes más, sin apenas intimidad, separados por una cortina, “confinada en un rincón junto a dos cubos de basura y orinando dentro de una garrafa”, pese a estar al lado de un baño que no podía utilizar. Durante ocho días, afirma haber padecido un “aislamiento inapropiado” y en condiciones que califica de “indignas”, habiendo recibido, según señala, informaciones contradictorias sobre su salud.

Esta paciente de 66 años llegó al Hospital Nuestra Señora de Candelaria por primera vez el 8 de diciembre. Le detectaron una piedra de seis milímetros en el riñón, que debía ser operada en 15 días. Sin embargo, la ausencia de quirófanos libres provocó que la intervención fuera aplazada en varias ocasiones. Sin embargo, una infección de orina agravó la situación y provocó su ingreso el pasado 12 de enero. “La alarma surgió cuando deciden con urgencia ponerme un catéter, porque la analítica era comprometida y tenía el riñón inflamado por la espera”, señaló.

Además, durante las pruebas se detectó que tenía una bacteria hospitalaria que le generó Blee (la resistencia microbiana más común). Por ese motivo, tenían que aislarla, pero al no tener habitaciones disponibles, la situaron en una sala junto a ocho pacientes, “en un rincón y aislada con una simple cortina”. Por tanto, su caso se debió “al aislamiento que debía tener por esa bacteria”.

“Me dijeron que no usara el baño, porque no tenían tiempo de limpiarlo después de su uso, y me dieron una garrafa de agua cortada por arriba donde debía orinar, o bien que lo hiciera en el pañal, a lo que me negué”, denunció. “Yo me encerraba en el baño para orinar en la botella y volvía a mi cama con ella”, cuenta. Belén también convivió durante los ocho días al lado de la cama con dos cubos de basura -donde tiraban las batas, guantes e instrumental que utilizaban para atenderla o la ropa y toallas que usaba- y la botella de orines al lado de su cama.

alta médica

Por otro lado, señala que quisieron darle el alta a lo largo de la semana, “pero me negaba, ya que no me explicaron claramente mi situación” y, además, tenía dudas por la bacteria: “Todavía no sé si la tengo o no. ¿Cómo saben si no podría contagiar a algún familiar en mi casa?”. Asimismo, “si el problema era que pudiera contagiar la bacteria que tenía a otro paciente con graves problemas de salud, ¿por qué no debía estar aislada como debe ser en una habitación en planta?”, denunció. Comprobar que trasladaban a planta a otros pacientes supuso un mayor malestar para ella, que, además, pasó frío durante varias noches, según relata, “porque no me dieron ni una manta y tenía que dormir con una bufanda y unos calcetines gruesos”.

El pasado viernes, Belén F. recibió el alta. “Yo no entendía nada y estaba intranquila, un urólogo me daba una opinión, que debía estar ingresada una semana más, y al día siguiente, otro me decía que me daba el alta. Quería que me dieran una información real y me tranquilizaran sobre lo que tenía, de cómo sería la operación”, explicó. Sin embargo, al final ha tenido que acudir a una consulta privada.

“Lo que yo he vivido y me han hecho pasar quedará en mi memoria. El trato que me han dado no ha sido correcto, me quitaron la poca dignidad que tenía al entrar en Urgencias”, declaró.

La Fiscalía investiga a petición del defensor del Paciente el caso

La Asociación Defensor del Paciente ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife lo que describió como “una situación tercermundista” y pidió la investigación de oficio. El Ministerio Fiscal ha procedido a abrir diligencias de investigación por esta atención “negligente” para el defensor del Paciente. La Fiscalía dispone de seis meses de plazo para finalizar su investigación. Los responsables del centro hospitalario afirman que están realizando “una investigación interna para conocer en detalle la situación”. Sobre las diligencias del Fiscal, señalan que “colaboraremos con todo lo que nos pidan”, sin dar más detalles.

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