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La central hidroeléctrica de Güímar, la primera de Tenerife, estaría operativa después del año 2030

El consejero Valbuena confirma que “tendrá que instalarse en los barrancos sí o sí, tras barajar 62 ubicaciones diferentes”, y calcula un proceso largo con un coste de 800 millones
La central de bombeo reversible iría desde la cantera de Badajoz a Los Guirres, al lado de la TF-1.
La central de bombeo reversible iría desde la cantera de Badajoz a Los Guirres, al lado de la TF-1. DA

Había pocas dudas, pero en todo caso, el pasado lunes, tanto el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, como la presidenta de Red Eléctrica Española, Beatriz Corredor, confirmaron que Güímar es la sede escogida para la futura central hidroeléctrica que necesita Tenerife para almacenar las energías renovables, a semejanza de lo que ya está en marcha en Chira-Soria, en Gran Canaria. Su coste hoy estaría situado en los 800 millones de euros, a sufragar por REE a cargo del sistema u otro operador, y en todo caso su puesta en marcha no ocurriría antes del año 2030.

“Tendrá y tiene que ser en el Valle de Güímar”, confirmó a este periódico el consejero regional de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, tras exponer que “hemos analizado en los últimos años hasta 62 ubicaciones en la isla de Tenerife, para conocer el mejor lugar para ubicar el almacenamiento de las renovables y luego también el coste y beneficio, y ese punto ideal es Güímar, porque está cerca de la subestación de Las Caletillas y facilidad para hacer la conexión con la red y tiene capacidad para almacenar los mismos megavatios que Chira-Soria, en torno a los 200 o 300 megavatios, produciendo energía durante más de 16 horas, con 3.200 mg/horas”.

Destaca Valbuena, no solo la capacidad de almacenar más de un tercio de la energía que hoy consume Tenerife, sino las ventajas medioambientales para la zona. “Estamos hablando señala de un entorno donde se ha cometido el mayor atentado medioambiental en la Isla, con la extracción de áridos, unos huecos con profundidades considerables que se convertirían en grandes humedales, con lo que eso supone para la biodiversidad, sobre todo en aves, que hoy no existe y un tercer efecto que es directo, una disminución drástica del efecto invernadero en la isla de Tenerife”.

El consejero confirma que ya se ha comunicado a la ministra Teresa Ribera la propuesta de Güímar como sede de la central hidroeléctrica y que “lo que queremos es que se acelere la aprobación, porque si queremos garantizar la transición energética en Tenerife necesitamos almacenar las renovables que ahora no puede absorber el sistema y lograr que Canarias sea el primer territorio de España que se descarbonice en el año 2040”.

Recuerda Valbuena que a quien compete impulsar y aprobar la ejecución de la obra es al Gobierno del Estado, garantizando que “una vez tengamos la aprobación del Ministerio, esta consejería se compromete a que en menos de un año tenga todos las autorizaciones ambientales y administrativas para poder comenzar la obra, como hicimos en el salto de Chira”. Puestos así, y dado que Red Eléctrica también ve con buenos ojos el proyecto, los plazos comenzarían a contar, aunque no será un trámite sencillo, porque hay informes cruzados de muchas administraciones y tiene que pasar incluso por Europa, por lo que se calcula que no antes del año 2030, no solo por los trámites administrativos sino también por la complejidad del trabajo a realizar en los barrancos de Güímar, con canalizaciones, impermeabilización de los huecos, que puede llevar “entre cuatro y cinco años, imposible hacerla en menos tiempo”, señala Valbuena.

En concreto las dos canteras que se utilizarán para realizar el salto de agua serían abajo, junto a la TF-1, la de Los Guirres, hoy del Estado al renunciar a la herencia de Fulgencio Díaz sus hijos y familiares, y arriba la cantera de Badajoz, del empresario Antonio Plasencia, de unos 100.000 metros cuadrados y unos 70 metros de profundidad, quien siempre se mostró partidario de utilizar los hoyos como embalses, incluso cuando se habló de un salto desde Anocheza, y uno de los pocos empresarios condenados en el caso Áridos que presentó un plan de rehabilitación, en este caso con un embalse y una plantación de olivos, descartado por la Audiencia Provincial.

Ayuntamiento y NC

“Nos alegramos que Red Eléctrica manifieste que el emplazamiento más probable para la central hidroeléctrica de Tenerife sea Güímar”, señala el alcalde de Güímar, Gustavo Pérez. “Sí se lleva a cabo permitirá tener un almacenamiento energético clave para el futuro de la isla. Si se materializa La Central hidroeléctrica de Güímar, será una infraestructura de muchos millones de euros, que vendría a recuperar una zona dañada ambientalmente y servirá de forma paralela a cubrir la demanda de agua en la agricultura”.

“Parece que todo son aspectos positivos, pero solicitamos máximo respeto y consenso con propietarios y agricultores de la zona de forma particular y con Güímar de forma general”, finaliza el alcalde.

Por otro lado, desde Nueva Canarias, su portavoz en Tenerife, Valentín Correa, subraya que el principio de acuerdo mostrado por Red Eléctrica y el Gobierno de Canarias “supondrá no solo un avance en nuestra isla hacia la integración de energías renovables, sino también la recuperación de un espacio degradado por la extracción ilegal de áridos durante varias décadas”. Valentín Correa agregó que la central de bombeo reversible de Güímar “será un ejemplo del aprovechamiento de nuestras condiciones orográficas y naturales para crear energía limpia”, explicó.

Valbuena: “El proyecto es compatible con la sentencia judicial del caso Áridos”

El proyecto está sujeto a la sentencia judicial de caso Áridos (enero de 2016), ahora recurrida por los condenados y por el Ayuntamiento de Güímar ante el Tribunal Supremo, ante lo que la Audiencia Provincial determinó como “sentencia inejecutable” al referirse a reconvertir la zona degradada por las canteras de áridos a su estado natural. Valbuena señala en este aspecto que “en principio estaríamos recuperando ese entorno a un estado mejor que el natural, una vez que los proyectos de restauración que presentaron los propietarios de las canteras era inviable, desde el punto de vista ambiental. Nosotros entendemos que el proyecto de la central es completamente compatible y así ha sido analizado por nuestros servicios jurídicos. Una vez que se resuelvan los recursos, que deben estar al caer, entendemos que podremos pasar a calificar esos suelos de utilidad pública y en un entorno natural, con esos huecos ya rellenos y con una serie de humedales que producirían una gran riqueza al ecosistema del Valle”.

Descartó que los areneros vayan a sacar rédito económico de la central, porque los terrenos “serán públicos”, algo a los que estos se resisten, estando dispuestos a revocar la sentencia. Además, el Ayuntamiento de Güímar también aspira a ser beneficiado de la misma. Se llegó a hablar de que pudiera recibir tres millones de euros anuales, durante 20 años, por la cesión de esos suelos, “cobrando” así parte de los 200 millones de euros que están obligados a abonar los cuatro empresarios por sentencia, tras no ser aprobados sus planes de restauración.

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