Una media de 500 a 600 kilos de material geológico, entre arenas, callaos, rocas volcánicas o rodolitos, se incautan cada mes en el Aeropuerto de Fuerteventura, unos elementos confiscados que son recogidos por los integrantes del plan “El Cabildo Mima tu Isla” y devueltos a sus lugares de origen.
Este proyecto, con finalidad científica, tiene por objetivo la restauración del daño medioambiental a través de diferentes acciones, entre las que destaca el apoyo al Servicio de Medio Ambiente de la Institución insular en la devolución de estos elementos al medio natural y su evaluación, según ha informado el Cabildo majorero en un comunicado.
“Cada vez es más común llevarse un souvenir de las playas de Fuerteventura, sin saber que cada vez que una persona se lleva una concha, u otro material está contribuyendo al desequilibrio de ese ecosistema, y, por ende, a la pérdida de biodiversidad”, ha lamentado el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Sergio Lloret,
El presidente majorero ha realizado un llamamiento tanto a la población de la isla como a los visitantes de la misma.
“Entre todos tenemos que seguir trabajando por la preservación de la riqueza natural de nuestra isla, pues no solamente forma parte de quienes somos y nuestros descendientes y los futuros visitantes de Fuerteventura merecen disfrutarla como nosotros, sino que es además la clave para que nuestra isla siga siendo el atractivo turístico lleno de diversidad y belleza que ha sido hasta siempre”, ha resaltado el dirigente insular.
El vicepresidente, Juan Nicolás Cabrera, ha recordado que “los componentes que forman un espacio natural tienen su función en el ecosistema, las conchas que se encuentran en las playas serán la arena y las próximas conchas del futuro, esa arena será refugio y hábitat de diferentes especies necesarias para la buena salud medioambiental y el crecimiento de otras especies, y así sucesivamente”.
Además, los materiales son clasificados por el plan “El Cabildo Mima su Isla” para estudiar el lugar de procedencia y evaluar el impacto generado por esta actividad de usurpación ilegal y, posteriormente, devolverlos al medio natural.
Las zonas más afectadas son aquellas donde existe una gran afluencia turística y donde estos elementos destacan por su belleza.
Esta acción está prohibida y conlleva sanción según la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Es por ello que la Guardia Civil incauta cada día en el aeropuerto de la isla diferentes elementos, como arena con diferentes características, piedras, picón, fósiles, conchas y rodolitos.