Felipe Ravina, documentalista medioambiental, ha sido reconocido por su trabajo a la hora de mostrar la cara oculta de Canarias, especies endémicas que, por desgracia, están en peligro. Con su documental Salvar Tenerife ha logrado ya el primer premio en el Ciclo Internacional de Cine Submarino de Donostia-San Sebastián. Este proyecto cuenta ahora con una serie, cuyo primer episodio fue Salvar Tenerife – Abades. Ahora acaba de estrenar en YouTube el segundo episodio, Salvar Tenerife – Una isla contaminada, en el que denuncia la gravedad de la problemática de los vertidos de aguas residuales en la Isla, donde “se vierten al mar, cada día, 50 millones de litros de agua sin tratar, lo que equivale a 17 piscinas olímpicas”.
- ¿Qué puede encontrar la gente en este segundo episodio de Salvar Tenerife?
“Es un episodio dedicado a los vertidos de aguas fecales en la isla de Tenerife. En la costa de la isla hay 208 puntos de vertido que vierten al mar, cada día, más de 50 millones de litros de aguas contaminadas, lo que equivale a 17 piscinas olímpicas. Podrán encontrar entrevistas a expertos en diferentes ámbitos como análisis de aguas, biología, farmacia o consultoría ambiental, deportistas de élite (windsurf y surf) y afectados cuyos familiares han enfermado gravemente por las aguas fecales. Todo esto, combinado con imágenes inéditas en tierra y submarinas, hacen que este segundo episodio muestre este grave problema como nunca antes se ha hecho”.
- ¿Qué le motivó a hacer esta segunda parte y por qué eligió el tema de las aguas contaminadas?
“El completo descontrol que existe en nuestra costa. Hay emisarios vertiendo aguas fecales cerca de zonas con cientos de bañistas, otros en medio de ecosistemas protegidos, otros en Zonas de Especial Conservación y un largo etcétera. Durante los últimos cinco años se han hecho numerosas promesas sobre que el problema se iba a solucionar, pero la contaminación sigue siendo la misma. Es un problema que afecta a los ecosistemas marinos y a la salud pública. Además, se trata de un tema de interés general y sobre el que existe mucha falta de información”.
- ¿Cree que la gente que se baña en las playas es consciente de los vertidos?
“Durante los últimos años se ha generado mucha conciencia sobre la presencia de vertidos en Tenerife y en el resto de Canarias. Pero, aunque la gente conoce su presencia, muchas veces no es consciente de las consecuencias que puede tener bañarse en aguas contaminadas. Por eso, la primera parte del episodio es informativa, en ella se habla sobre las enfermedades y patologías que podrían causar los microorganismos y otros compuestos químicos, como los trihalometanos, a los bañistas de una zona con vertidos. Cuando llueve, y durante los días posteriores, el sistema se desborda y la contaminación es mucho mayor. Durante esos días, la gente debería extremar las precauciones y, si es posible, evitar bañarse en el mar”.
- En el documental se muestra a personas que han padecido enfermedades tras darse un baño en la playa, ¿es este un riesgo más común de lo que pensamos?
“Cualquier vertido es un riesgo para la salud pública y para los ecosistemas marinos. Si la gente se está bañando cerca de estos vertidos, el riesgo aumenta. En el caso de El Médano, ha habido dos enfermos graves, y uno de ellos estuvo cerca de fallecer. También ha habido decenas de enfermos leves con patologías que van desde infecciones de oído hasta gastroenteritis aguda”.
- Denuncian en el documental que hay emisarios que ni siquiera aparecen en el mapa, ¿Cuántos podría haber de este tipo?
“Es difícil dar una cifra. Pero en unas islas superpobladas y con una parte considerable de su superficie urbanizada, los vertidos incontrolados pueden contarse por decenas (incluso por centenas). No solo hacia el mar, sino directamente hacia los barrancos y otros espacios naturales”.
- Alcantarillado insuficiente, depuradoras inútiles… ¿Cuáles son los principales problemas de la depuración?
“El insuficiente alcantarillado es un gran problema. En muchos lugares de la isla no existe alcantarillado suficiente para llevar las aguas fecales desde los hogares hasta las depuradoras y, por tanto, con un nivel insuficiente de aguas negras, esas depuradoras no pueden funcionar. Mientras no haya alcantarillado suficiente, el problema de los vertidos seguirá existiendo. Otras depuradoras, que sí reciben aguas fecales suficientes, no las están tratando correctamente antes de verterlas al mar, causando una gran contaminación y el consiguiente riesgo para la salud pública y los ecosistemas marinos. Esta falta de infraestructuras, unido a la masificación de las islas, hace que este problema, lejos de solucionarse, esté empeorando”.
- Sobrepoblación y masificación. Hay más personas de las que la isla puede soportar. ¿Qué soluciones puede haber? ¿Qué plantean los expertos?
“La única solución viable es frenar, urgentemente, este aumento de población descontrolado que están sufriendo las islas, tanto de turistas como de residentes extranjeros. Por ello, se propone una moratoria turística que implicaría que, desde su entrada en vigor, no podrían construirse más camas turísticas (lo que no afectaría a los establecimientos ya existentes). También se propone una Ley de Residencia, que supondría regular el establecimiento de extranjeros que vienen por opción a Canarias. Esta ley está en vigor en otras partes del mundo con un territorio y unos recursos limitados como Canarias. Y, por último, aplicar una ecotasa, que sería un impuesto destinado, exclusivamente, a la conservación, protección y regeneración de espacios naturales en las islas. Se crearían puestos de trabajo de calidad para la población local al mismo tiempo que se recupera la naturaleza. Esto permitiría compensar el impacto negativo que tiene el turismo en el medio ambiente, al mismo tiempo que ayudaría a atraer al turismo que viene a disfrutar de nuestra naturaleza. Este impuesto ya se aplica en otros lugares del mundo”.
- ¿Por qué es tan importante el debate abierto en torno al modelo turístico?
“En el caso de Tenerife, se trata de una isla masificada y sobreexplotada. Es completamente insostenible seguir permitiendo un aumento del número de turistas y de residentes extranjeros. Esto último es un problema igual de grave, ya que actualmente, se están destruyendo espacios naturales para construir decenas de urbanizaciones de lujo para extranjeros. En una isla colapsada, tanto por el norte como por el sur, permitir el establecimiento de miles de personas más es una auténtica irresponsabilidad que pondrá en riesgo la sostenibilidad social y ambiental de la isla”.
- El pasado sábado miles de personas se manifestaron en el Sur de Tenerife para visibilizar la problemática del modelo turístico actual, ¿qué objetivo tuvo esa protesta?
“Exigir un cambio de modelo. Este modelo de crecimiento infinito ya está obsoleto y la población está harta de ver cómo las islas están cada vez más masificadas. Las medidas que se proponen son, en nuestra opinión, de sentido común. Si el número de turistas y residentes extranjeros sigue aumentando descontroladamente, las islas van a terminar colapsando ambiental y socialmente. Canarias es un territorio muy limitado, con unos recursos cada vez más amenazados, y la única forma eficaz de solucionar todos los problemas actuales es detener este crecimiento insostenible”.