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El ‘agua de mayo’ alcanza, al fin, las fincas de Las Hoyas y El Remo

La nueva tubería, construida sobre las coladas de lava del volcán, entra en funcionamiento para el alivio de los agricultores, que se adentran en una situación de relativa normalidad
Vista general de la colada de lava rodeada de cultivos de plátano en la costa del municipio de Tazacorte.
Vista general de la colada de lava rodeada de cultivos de plátano en la costa del municipio de Tazacorte. Kike Rincó (E. Press)

Por Luis G. Morera (Efe).| Los aspersores de las fincas de plátanos de Las Hoyas-Remo vuelven a funcionar a pleno rendimiento gracias a la puesta en funcionamiento esta semana de la tubería sobre la nueva fajana creada por el volcán, que ha permitido recuperar las condiciones de riego previas a la erupción. El 9 de octubre de 2021, las coladas del volcán de Cumbre Vieja alcanzaron el conducto que distribuía el agua en la zona platanera más productiva del Archipiélago, por lo que, para continuar los riegos con una erupción en activo, se utilizó un buque cisterna y se instalaron desaladoras en Puerto Naos.

Ricardo Carvallo es uno de los agricultores que están regando por primera vez desde la emergencia volcánica con el caudal de antes de la misma, un paso que asegura que “las personas lo deseábamos ya con locura, y las plantas lo necesitaban ya con urgencia”. Este agricultor recuerda que “es un día especial porque llevamos más de año y medio regando con agua desalada y necesitamos sentir que volvemos a la normalidad”, aunque no deja de reconocer que las desaladoras “han hecho la función bastante mejor de lo que yo mismo pensaba”.

Carvallo relata cómo, “desde que en el volcán reventó la tubería, los riegos han sido muy difíciles, primero cruzando en las barcazas de la Armada, luego había que dar la vuelta a la Isla porque no se podía cruzar las coladas, y todo esto con dotaciones de agua muy limitadas”. En condiciones normales, este agricultor regaba, y confía en volver a hacerlo, su finca cada siete días “en dotaciones de en torno a 30 pipas de agua por celemín, que viene a ser unos 25 litros por planta aproximadamente”, mientras que durante la emergencia afirma que “llegaron a pasar 20 días entre riego y riego”.

Según él, la platanera necesita tres ingredientes fundamentales: “Calor, que en esta comarca tenemos las mejores condiciones; agua, que recuperamos esta semana, y cariño, y para eso nosotros tenemos que estar ilusionados”, comentó con emoción. Cuestionado por cuándo espera recuperar el estado de su finca previo al volcán, Ricardo Carvallo dice que es una pregunta que se hace a sí mismo todas las noches: “Si tenemos un buen verano, y no tenemos temporales de viento, quizás en agosto o septiembre habrá aquí una platanera que se asemeje a las de antes”. “Estamos desilusionados, estamos agotados emocionalmente, estamos cansados y necesitamos ver la luz al final del túnel, así que para mí este es un día grande”, sentencia.

Un poco más al sur, en la misma comarca, pero en las cercanías de El Remo, se encuentra regando Miguel Ángel Taño, otro agricultor que agradece la vuelta del caudal de riego previo a la erupción, porque, en su caso, “tengo un cantero bastante pegado al mar y la salitre incide en la salinidad del suelo, con poca agua la sal no se filtra hacia el subsuelo”. Además, este productor señala que “hay que celebrar la buena noticia y disfrutarlo, poder regar, máxime en la época que estamos con el verano y este cambio climático que trae más calor todavía, es importante para el año que viene tener una producción un poquito mejor”.

La tubería que posibilita este aumento de caudal ha entrado en funcionamiento recientemente tras unas difíciles obras.

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