Lorena Labrador, una madre del sur de Tenerife, comenzó ayer una concentración y huelga de hambre frente a la Consejería de Educación en Santa Cruz de Tenerife para exigir que su hijo de seis años, que tiene autismo, vuelva al CEIP Juan Bethencourt Alfonso, de Las Zocas, donde estudiaba hasta que al principio de curso “le derivaron de forma unilateral a un aula enclave”.
La tinerfeña, que pide que se respete el “derecho que tienen los padres a elegir la modalidad educativa de sus hijos, según la Constitución, y el derecho a una educación inclusiva en un aula ordinaria”, ya logró una “primera victoria por vía judicial” para que su pequeño vuelva a clase con sus amigos y vecinos del barrio, de forma cautelar hasta que se resuelva el procedimiento administrativo, pero el Gobierno de Canarias apeló el auto, argumentando que ya había pasado medio curso escolar.
Como ya adelantó ayer DIARIO DE AVISOS, el cambio de centro del pequeño a un aula enclave el pasado septiembre estuvo envuelto en una actitud reprobable por parte de Educación, dejándolo “solo en medio del patio, después de ver cómo todos sus compañeros eran llamados a entrar a clase”.
Lorena Labrador, acompañada ayer a las puertas de la Consejería por su madre y su hermano, reivindicó que tanto “los menores con Trastorno del Espectro Autista (TEA) como mi hijo, como otros con necesidades asociadas a discapacidad, tienen derecho a la educación en aulas ordinarias, con los apoyos necesarios para su integración y evitar la exclusión”.
Por su parte, la Consejería reitera que “no es posible la continuidad en el CEIP Bethencourt Afonso porque no ofrecía la alternativa educativa que el alumno precisa” y se derivó al aula enclave de San Miguel casco, procediéndose a la escolarización “en el centro más cercano a su domicilio que sí oferta esa modalidad educativa”.
repercusión
Labrador pasó la noche frente a la Consejería de Educación y seguirá durante la semana su concentración y huelga de hambre frente a la sede de la Consejería. Además de la repercusión mediática, diversos políticos se interesaron por su situación. Les relató la situación y les entregó el auto judical que ordenaba “el reintegro inmediato de Rodrigo en su colegio de origen primando para él una educación inclusiva, ya que es el colegio en el que ha pasado los tres últimos años y que está dentro del programa de inclusión creado por esta Consejería del alumnado de trastorno del espectro autista”.
Sin embargo, el niño continúa en clase en San Miguel debido a que la Consejería recurrió este fallo “para dar cumplimiento a la sentencia de una jueza que ordena el regreso del niño a un aula ordinaria”, denunció su madre.
Ningún miembro de la Consejería de Educación se dirigió ayer de manera oficial a esta madre tinerfeña, que, sin embargo, mantuvo una “conversación casual” con la consejera de Educación, Manuela Armas, en la puerta del edificio. Una conversación que se fue acalorando y en la que ambas partes reafirmaron en sus posturas.
Según señaló Lorena Labrador a DIARIO DE AVISOS, Armas le respondió que “la jueza sabe de la justicia y nosotros de educación” y afirmó que “su hijo está donde debe estar, en un aula enclave”.
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