Por Diario de Avisos/EFE. Un petrolero de Liberia, que navegaba hacia España desde un campo de extracción de crudo existente en Angola, se encontró a unos 207 kilómetros de Canarias a dos personas solas que navegaban a bordo de una lancha neumática (también conocida como zódiac), y que en la tarde de ayer estaba previsto que finalmente fueran evacuadas hasta la isla de Gran Canaria por un helicóptero de Salvamento Marítimo desplazado a tal fin.
Cuando llegó la alerta desde el petrolero sobre el auxilio que prestaron a estas dos personas, inicialmente se movilizó con urgencia desde el puerto español más cercano, Arguineguín (Gran Canaria), a una Salvamar del citado organismo público, concretamente, la Guardiamar Calíope, para que se dirigiera hacia esa zona, pero finalmente la operación se canceló, tras confirmarse que no queda ninguna persona más a bordo, tal y como confirmó a Efe un portavoz de Salvamento Marítimo. Aunque fuentes conocedoras del caso detallaron anoche a DIARIO DE AVISOS que estos dos migrantes han asegurado en primera instancia que solo viajaban ellos en dicha lancha neumática, habrá que esperar a que confirmen tales declaraciones cuando lleguen a puerto seguro. Además, hay noticias de que una embarcación zarpó hace ya dos semanas con migrantes a bordo desde cerca de Dakar (Senegal) y de la que sigue sin saberse nada sobre su paradero.
En concreto, los dos supervivientes fueron encontrados a unas 185 millas náuticas al este de Cabo Bojador (Sahara) por el petrolero Almi Galaxy.
Tribunales
Por otra parte, la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife pide una pena de seis años de cárcel para cada uno de los tres patrones de un cayuco que partió de la costa de Senegal con 69 migrantes a bordo y llegó a la costa de Los Cristianos (Arona) el pasado día 2 de octubre.
El escrito de acusación, recogido por Europa Press, señala que los acusados -en prisión provisional- realizaban labores de navegación control y pilotaje de la embarcación con un aparato de orientación GPS y establecáin turnos, dado lo peligroso de la travesía y las reducidas dimensiones de la nave, e incluso amenazaban a los ocupantes.
La embarcación, relata la Fiscalía, era “absolutamente inadecuada” para el viaje, que duró más de una semana, pues se trataba de una barca de pequeñas dimensiones con 18 metros de eslora y dos metros de manga propulsada por dos motores fueraborda, de 40 cavallos, y uno de ellos se rompió, lo que puso en riesgo la vida de los ocupantes.
Debido a la extrema dureza de la travesía y la falta de previsión en las condiciones del barco varios ocupantes de la embarcación llegaron con hipotermia y deshidratación, por lo que tuvieron que ser asistidos con suero salino.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un presunto delito de favorecimiento de la inmigración irregular y el juicio se celebra el próximo miércoles, a las 10.00 horas, en la Audiencia Provincial.
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