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Alerta alimentaria por compuestos tóxicos y cancerígenos en los envases plásticos de la comida en España

Una exposición prolongada a compuestos tóxicos presentes en algunos envases plásticos puede terminar derivando en enfermedades como cáncer o pérdida de fertilidad
envases plásticos
En la Unión Europea, se han evaluado y autorizado más de 1.500 sustancias para su uso en materiales en contacto con alimentos como los envases plásticos, sin embargo, hay numerosos compuestos adicionales de los que se sabe poco. Shutterstock

Tener en cuenta el estado y los elementos de fabricación de los envases plásticos en los que vienen guardados los alimentos que adquirimos es fundamental a la hora de evitar que algunos compuestos tóxicos, como el pegamento, el barniz, el aluminio o los tintes de colorear, terminen transfiriéndose al producto que vamos a ingerir, tal y como señalan informes llevados a cabo por la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU). Y es que una exposición prolongada a estos compuestos tóxicos puede terminar derivando en enfermedades como cáncer o pérdida de fertilidad.

En la Unión Europea, se han evaluado y autorizado más de 1.500 sustancias para su uso en materiales en contacto con alimentos como los envases plásticos, sin embargo, hay numerosos compuestos adicionales de los que se sabe poco y que pueden migrar al alimento en cantidades potencialmente peligrosas, los cuales no están bajo control.

Además, a excepción de los envases plásticos destinados a uso alimentario y algunos otros materiales, no existe una regulación específica a nivel europeo para materiales comunes como el papel-cartón o aquellos elaborados a partir de fibras vegetales, como la caña de azúcar o la hoja de palma.

La Comisión Europea ha reconocido la importancia de mejorar la legislación relacionada con los materiales en contacto con alimentos, entre los que se encuentran los envases plásticos y, en febrero de 2019, inició una consulta pública para recopilar opiniones sobre la normativa existente y recabar datos relevantes.

La información obtenida en esa consulta será utilizada para establecer un marco legal armonizado en toda la Unión Europea que abarque todos los materiales utilizados en contacto con los alimentos. Se espera que este nuevo marco legal sea publicado en los próximos meses, con el objetivo de garantizar la seguridad y la calidad de los materiales utilizados en el ámbito alimentario.

¿Cuál es el peligro al que nos exponemos al usar envases plásticos?

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Alerta sanitaria por compuestos tóxicos y cancerígenos en los envases plásticos de la comida en España. Shutterstock

Hasta la fecha, los datos disponibles indican que no existe un peligro inmediato de intoxicación aguda, sin embargo, se ha observado la posibilidad de efectos a largo plazo. Aunque estos efectos pueden no presentar síntomas perceptibles, existe un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer o experimentar pérdida de fertilidad.

Existen diversas situaciones en las que el riesgo de transferencia de sustancias entre el envase y el alimento en contacto directo es mayor. Estas incluyen el calentamiento de la comida dentro de su envase, la presencia de productos ricos en grasas, la conservación prolongada del producto (con un contacto prolongado), y la utilización de alimentos transformados como salsas grasas o productos pasteurizados y esterilizados en su propio envase.

Los alimentos que están recubiertos de aceite o grasa tienen un mayor riesgo de migración, especialmente de componentes plásticos, y los alimentos ácidos pueden corroer ciertos metales como el aluminio. Contrariamente a la creencia común, el uso de microondas no aumenta significativamente el proceso de migración en comparación con otros métodos de calentamiento, ya que la temperatura es el factor clave en este proceso.

Envases plásticos más y menos seguros

La evaluación exhaustiva de todas las sustancias presentes en los materiales en contacto con alimentos es fundamental para determinar su seguridad. Hasta el momento, la información disponible indica que el vidrio es una opción segura, seguido de acero inoxidable de alta calidad que no presenta problemas de liberación de níquel.

Para evaluar adecuadamente el riesgo, es importante considerar la cantidad de superficie que está en contacto con el alimento, ya que la probabilidad de transferencia será mayor cuanto mayor sea el área de contacto entre el material y el alimento, así como el tipo de contacto (directo o indirecto).

En relación al uso de envases plásticos, como el film plástico y papel de aluminio en contacto con alimentos, se ha determinado lo siguiente: el papel de aluminio no libera cantidades peligrosas de metal, incluso cuando está en contacto con alimentos ácidos.

En cuanto a los envases plásticos, es necesario hacer una distinción entre el polietileno y el PVC plastificado. El PVC plastificado tiende a adherirse mejor y es más fácil de usar, pero puede liberar componentes plastificantes en alimentos grasos como el queso o la carne. La mayoría de los films plásticos disponibles en el mercado son de polietileno, por lo que es importante revisar la composición indicada en el embalaje del producto.

Respecto al bisfenol A, Europa implementó en 2011 la prohibición de su uso por precaución ya que ha sido conocido como disruptor endocrino en los biberones. Posteriormente, esta sustancia también fue prohibida en los envases de alimentos destinados a niños menores de 3 años.

Recientemente, en 2022, la nueva ley de residuos ha ampliado la prohibición en torno al bisfenol A, incluyendo tanto el bisfenol A como los ftalatos, que también son considerados disruptores, en la fabricación de todos los envases plásticos. Esta medida busca proteger la salud pública y garantizar la seguridad de los productos utilizados en contacto con los alimentos.

El uso de envases plásticos que además llevan bambú presenta riesgos para la salud, ya que sustancias tóxicas como la melamina y el formaldehído utilizadas en su fabricación pueden migrar hacia los alimentos. Es importante destacar que la venta de este tipo de utensilios para uso alimentario es ilegal debido a estos riesgos.

Por otro lado, los utensilios fabricados exclusivamente con bambú son legales y su uso no conlleva riesgos para la salud.

Envases de papel-cartón

En 2019, la OCU participó en un estudio internacional centrado en la búsqueda de dos grupos de compuestos tóxicos, las Aminas Aromáticas Primarias (PAA) y los fotoiniciadores, presentes en las tintas de impresión utilizadas en utensilios de papel y cartón.

En esa investigación se analizaron un total de 76 envases y utensilios, como vasos, platos y servilletas, y se encontraron sustancias nocivas en niveles superiores a los valores de referencia en 13 de ellos. Estos resultados plantean dudas sobre la seguridad de su uso, subrayando la importancia de ser cautelosos con las tintas utilizadas en este tipo de utensilios de papel y cartón.

Cómo reducir la transferencia de compuestos tóxicos de los envases plásticos a la comida

Los utensilios usados o desgastados pueden ser más seguros que los nuevos, ya que con el uso disminuye la posibilidad de migración de sustancias. En el caso de utensilios de cocina con capas antiadherentes, estas pueden liberar sustancias durante la cocción, por lo que es recomendable utilizarlos cuando la capa se encuentre desgastada.

Además, es esencial eliminar residuos antes de utilizar recipientes o utensilios de silicona, ya sea horneándolos con una pasta de agua, harina y aceite, o lavándolos a fondo en el lavavajillas con agua caliente, para eliminar posibles sustancias residuales.

Por último, es fundamental utilizar recipientes adecuados para cada uso y evitar someterlos a temperaturas para las que no están diseñados. Es importante utilizar envases aptos para uso alimentario y verificar si resisten altas temperaturas antes de calentarlos en el microondas.

Del mismo modo, al utilizar recipientes en el congelador, es importante asegurarse de que contengan el icono que confirma que pueden soportar temperaturas bajas. Siguiendo estas recomendaciones, se pueden reducir los riesgos asociados a la migración de sustancias en los materiales en contacto con alimentos.

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