Un espacio para el ocio y el comercio, sin coches, también sin aparcamientos. Eso es lo que la obra de remodelación de la calle Dique, en el pueblo capitalino de San Andrés, dejará cuando termine, algo que está previsto para finales de agosto. Mientras tanto, vecinos, comerciantes y visitantes, están soportando estoicamente el proceso de deconstrucción en el que se encuentra inmersa la calle, la principal de un pueblo que ve como se acerca el verano, y con él un incremento significativo de tráfico y de foráneos ávidos de disfrutar de la buena gastronomía y de la cercanía del mar.
Aunque la idea original era que las tres fases en las que se ha dividido el proyecto de remodelación no se solaparan en los siete meses de duración previstos, y así reducir las molestias a vecinos y comerciantes, lo cierto es que algunas complicaciones relacionadas con las telecomunicaciones han hecho que la una y la tres, que se inició esta semana, hayan complicado mucho los primeros días de esta última etapa.
El concejal de Infraestructuras en funciones, Dámaso Arteaga, visitó el jueves la obra para comprobar el estado en el que se encuentra y cómo avanzan los trabajos. “Tenemos una dificultad todavía en la parte uno, con una instalación que hay que trasladar y nos está retrasando un poco la finalización de esa fase. Es una instalación de telefonía, y estamos coordinándonos con la empresa para hacerlo en la mayor brevedad posible”, explicó a DIARIO DE AVISOS Arteaga.
El edil detalló que ahora se está empezando la fase 3 y que se espera “terminarla en plazo”. “Ya se están hormigonando los muros de contención en la parte alta, así que podemos decir que la obra va avanzando, aunque con algunas vicisitudes”, apuntó.
Con respecto a los desvíos que se han implementado esta misma semana, “ya se han planteado y advertido, y se puede dar la vuelta al Castillo para salir de nuevo a la avenida, aunque por el interior del pueblo también hay habilitados más desvíos”.
Y es que, precisamente, estos desvíos de tráfico provocaron el caos esta misma semana, principalmente por el desconocimiento de muchos de los conductores, teniendo, además, una clara afección para los comercios, que han visto como algunos clientes desistían ante la imposibilidad de llegar.
Desde la Asociación de Vecinos El Pescador se hacía hincapié en este asunto, apuntando a la falta de señalización de los desvíos. “Valoramos el desarrollo de la obra, partiendo de la base de que los trabajos no se han detenido, aunque van con retraso. Pero también es cierto que ha habido una mala señalización para los conductores, que se las han visto y deseado para encontrar las salidas y circular por el pueblo contando con una señalización adecuada.
Como hace dos días, cuando se iniciaron los trabajos en el tercer tramo, la gente estaba confundida porque no sabían por dónde circular”, señalaron. Para lo que puede pasar en los meses de veranos, dado que la obra no está previsto que termine antes de que finalice agosto, El Pescador ha solicitado que, para el mes de julio, “se vuelva a habilitar el carril que en su momento se inhabilitó para utilizarlo como aparcamientos”. Recuerda la asociación que “en julio y agosto la entrada al pueblo debe contar con dos carriles, porque si ya es un caos circulatorio en los meses estivales, no queremos pensar en lo que ocurrirá con un sólo carril de acceso”.
La idea inicial era mantener los aparcamientos en este carril de la avenida hasta que se habilitara el nuevo parking en el solar del denominado mamotreto, con más de 300 plazas, una obra que ni siquiera ha empezado.
“Hay que pensar que, aparte de los bañistas, están los vecinos que trabajan y que deben venir a sus casas a almorzar para regresar a sus trabajos de tarde. Son los grandes perjudicados siempre por las colas y llegado este extremo el problema sería mayúsculo”, insisten desde la asociación de vecinos.
“Nosotros siempre hemos estado de acuerdo con la peatonalización de la avenida. Consideramos que es un avance para el pueblo y que, por supuesto, debe ser complementado con la habilitación de más espacio para aparcar. El mamotreto nunca ha sido para nosotros una opción real y desde el principio hemos apostado por el parking del Infobox: asfaltado, señalizado e iluminado”, concluye El Pescador.
Desde el Ayuntamiento, Arteaga sostiene que, aunque hay algunas molestias en la calle Dique, los cierto es que están “permanentemente hablando con los comerciantes y con los vecinos, haciendo seguimiento de la obra y abordando de la mejor manera posible los imprevistos que van surgiendo”. Para ello, según detalló, también mantienen contacto continuo con las empresas de suministros, como Emmasa, para las afecciones que van teniendo los imbornales. El concejal en funciones concluyó asegurando: “Queremos terminar en la fecha prevista, pesa a que, como digo, tenemos alguna dificultad derivada de algunas instalaciones”.
Más de 900.000 euros de inversión
La remodelación de la calle Dique supone una inversión que supera los 900.000 euros y contempla adecuar su actual uso, destinado principalmente al tráfico y al aparcamiento, al de un espacio libre publico catalogado como Plaza.
El objetivo es que la prioridad sea el uso peatonal y de ocio, dejando un carril para el tráfico restringido de vehículos de vecinos y carga y descarga, y por otra parte, se prevé dotar a la línea de aparcamiento de la avenida Marítima de una acera, puesto que actualmente no existe un itinerario peatonal entre estos aparcamientos y las vías aledañas.
Además, se dotará a esta calle de entrada al pueblo con una iluminación adecuada que sea atractiva para visitantes y turistas; del mismo modo, con la actuación prevista en el entorno del Castillo se modernizará y embellecerá el frente de San Andrés.
La Concejalía de Obras precisa que la actuación contempla la adecuación de calzada y acera y de vados peatonales, ajustándose a la normativa de accesibilidad para personas de movilidad reducida, al tiempo que se acondicionará la parada de guaguas en la avenida Marítima y se producirá la adecuación paisajística del entorno.
Asimismo, se llevará a cabo el diseño de un nuevo sistema de drenaje, acondicionamiento del alumbrado público eficiente y el uso de mobiliario urbano y algo de jardinería.
Aparcamiento en el Mamotreto
Una de las apuestas iniciales para reducir el impacto de la eliminación de los aparcamientos de la calle Dique era la de habilitar el solar del mamotreto, en la cabecera de la playa de Las Teresitas, como aparcamientos.
La idea era que este espacio pudiera estar listo antes del verano, pero lo cierto es que el retraso en su adjudicación ha llevado la obra hasta este mismo mes de junio, donde se prevé que se pueda iniciar, después de que se adjudicara de forma definitiva el pasado mes de mayo.
Con un presupuesto de 357.000 euros, una vez que se firme el acta de replanteo, esta obra tendrá un plazo de ejecución de dos meses. Esto hace que hasta finales de julio, como muy pronto, no se pueda disponer de este espacio. Concretamente, los trabajos que se desarrollarán son los de pavimentación y asfaltado, instalación de sistemas de alumbrado y señalización, así como dotar el espacio con una instalación solar.
El solar del mamotreto pondrá a disposición de vecinos y usuarios 259 plazas para vehículos ligeros, 29 para motocicletas, siete para vehículos para persona con movilidad reducida, cuatro módulos de seis plazas para bicicletas, además de otra más para la Policía Local o Emergencias. También se dotará de iluminación con 35 puntos de luz. Según ha apuntado el Ayuntamiento, inicialmente no está previsto cobrar por el uso de este de aparcamiento.
Más obras esperan para comenzar en el entorno del barrio pesquero
Junto a la remodelación de la calle Dique, existen otros proyectos que se van a desarrollar en este entorno de San Andrés y que ya están también marcha, en diferentes fases. Así, el comienzo de la obra del segundo puente del pueblo, se iniciará en las próximas semanas, también el ya mencionado acondicionamiento del aparcamiento del mamotreto, y quizá la obra más importante, la rehabilitación del entorno del Castillo de San Andrés para convertirlo en un centro de interpretación. La idea ganadora para este espacio ya ha sido entregada al Ayuntamiento convertida en proyecto de obra, con una inversión de cuatro millones, y divida en dos fases. La primera es la consolidación de la torre y reurbanización de su entorno. La segunda es el desarrollo del Centro de Interpretación y crear la zona peatonal y ajardinada contigua al Castillo.
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