Imaginar algunos actos de las Fiestas Patronales de La Orotava como la Subida del Santo o la bajada de la Romería sin la presencia de la Hermandad de Labradores, que este año celebra su 25 aniversario, resultaría imposible, dado que gran parte de la tradición en honor a San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, se deben a su labor y empeño.
Pese a que se constituyó de manera formal en 1998, muchos de sus integrantes llevan más de medio siglo custodiando y velando a los santos patronos. Su labor se luce mayormente durante estas fechas pero se desarrolla durante todo el año y también abarca una parte social, que consiste en sembrar unas huertas que le dejó en uso el Ayuntamiento en el Camino La Cañada, próximo al parque cultural Doña Chana, cuya producción se destina a entidades como Cáritas.
El sábado por la tarde, después de la tradicional Exposición de Ganado, las figuras de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, salen en procesión desde el Santuario del Calvario hasta el Recinto Ferial, a hombros de los labradores vestidos con trajes típicos y portando sus varas, meticulosamente engalanadas, acompañados por las agrupaciones folclóricas, y luego regresan a la parroquia de La Concepción.
Un acto que antaño solo contaba con ellos y sus familias, los monaguillos, y el cura, pero que a día de hoy se ha convertido en un evento casi tan masivo como otros, aunque la intención es que sea “más íntimo”, confiesa el presidente de la hermandad, Goyo Jorge García.
Una vez llegados a la parroquia, se dejan todas las varas preparadas en unos soportes especiales para ello. El domingo, los integrantes de la hermandad entran en procesión al templo de La Concepción ataviados con la vestimenta típica y tras la misa canaria, interpretada por la agrupación folclórica Higa, de La Perdoma, salen cargando los Santos por la Calle Colegio en dirección a la Casa de los Balcones donde se disponen para que empiece a transcurrir la romería. En primer lugar y por tradición, lo hace Santa María de la Cabeza y luego, San Isidro.
Formar parte de la Hermandad exige cumplir ciertas reglas y compromisos, como comportarse de manera adecuada y tener una lealtad personal que se traduce en cada cinta, cada vara, la vestimenta y un sentimiento por las fiestas.
Llevar y vestir la vara de forma correcta requiere un trabajo meticuloso y es todo un arte porque los Santos se cargan con ellas, sin ningún otro tipo de soporte, solo con el hombro de cada persona. Cada vara tiene además, la cinta de la familia, algunas con más de cien años, mientras que hay varas que superan los 150. “Es un sentimiento de cada labrador el cuidado, la limpieza y la decoración, de la vara, que cada familia realiza de manera diferente”, explica Goyo.
Fue en 2012, a partir del encuentro nacional que se desarrolló en La Orotava, cuando los labradores entendieron que las mujeres tenían un trabajo invisible pero no por ello exento de valor, consistente en confeccionar la ropa y decorar las varas, y a petición de ellas y tras revisar los estatutos por parte del Obispado, se conformó como una hermandad mixta, que en la actualidad integran 50 mujeres y 75 hombres.
Cabe destacar que muchos de ellos son de Santa Úrsula y en concreto del barrio de La Corujera, porque han sido quienes inicialmente la conformaron. El integrante de mayor edad es Feliciano, quien a sus 83 años “sigue vistiéndose de mago para la misa del domingo y viene con toda su familia desde el municipio vecino”, detalla el presidente.
A la Hermandad todavía le quedan muchas por desvelar. Un hecho que pocos conocen es que en la inauguración de la Basílica de Candelaria, en 1959, el traslado de la Patrona de Canarias, “fue custodiado por las varas de los labradores de la Hermandad debido a una petición realizada por el Ayuntamiento de Candelaria al de La Orotava. Fueron llevadas desde este último municipio por la Carretera Vieja. Solo queda una persona que vivió ese acto y hay una foto muy emotiva en la que ve a los labradores con sus varas”, subraya Goyo.
Conmemoración de la efeméride
Para conmemorar esta efeméride, la Hermandad estará acompañada por otras de la Península y previamente, se presentó un libro en el que se recoge su trayectoria, cuyo autor es Pedro Hernández Murillo.
Pero sus miembros no ocultan que la mejor manera de celebrarlo sería con el nombramiento canónico del Vaticano de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza como santos patronos y protectores de La Orotava, aunque ya lo son en el sentir de todos los villeros. Un anuncio que, confían, llegue hoy mismo tras la Eucaristía Solenme del Corpus Christi.
¿Cómo se accede a la Hermandad de Labradores de La Orotava?
Hay dos formas de entrar en la Hermandad de Labradores de La Orotava. Una es a partir de los 18 años, apadrinados por dos hermanos que lleven más de una década y se hagan responsables durante dos años del interesado, quien el tercero, si se comportado de manera correcta, tiene derecho a juramentar como hermano de pleno derecho. La otra modalidad es por tradición familiar, es decir, aquellos niños que están desde pequeños y al cumplir la mayoría de edad, ingresan directamente porque siempre han formado parte