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Tacoronte y la singularidad de una alfombra de semillas

La familia Expósito inició la tradición de las alfombras con semillas.
La familia Expósito inició la tradición de las alfombras con semillas. | Fran Pallero

José Ismael es hijo de José Antonio Expósito Ramos, el cañero, una persona muy conocida en Tacoronte fallecida hace unos años. Fue su padre con un grupo de amigos quienes iniciaron la tradición de confeccionar las alfombras del Corpus Christi con semillas que iban a buscar durante casi todo el año.

Desde pequeño acompañaba a su padre y aprendió su arte que mantuvo tras su fallecimiento aunque no con tanta rigurosidad puesto que es difícil conseguir las semillas y una parte, aunque pequeña, se termina comprando.

José Ismael elabora el tapiz con cinco amigos. Su ubicación es siempre la misma, en la calle Teobaldo Power, anexa al Ayuntamiento. La base es una tierra negra que sacan del mosto que se guarda en las bodegas y cuando se descompone se cierne y se utiliza para la alfombra.

Trigo, cebada, avena, pipas de girasol, arroz, millo del país, semillas de dátiles y alguna que se compra a último momento es lo que emplean como materiales. “Hoy en día alguna que otra hay que comprarla”, precisa. Todo ello se combina con la flor de la cebolla. “Y también papas negras, que algunas personas nos piden coger antes de que pase la procesión”, bromea.

Trabajar con semillas es complejo. No las colocan una a una sino de a puñados porque ya tienen práctica pero aún así, se requiere mucha delicadeza y paciencia. “No hay que echar mucho ni tan poco, hay que conseguir el equilibrio”, apunta José Ismael.

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