Canarias registró 13 fallecidos con COVID y 1.215 nuevos positivos de SARS-CoV-2, 646 de ellos entre personas de más de 60 años, grupo de población al que se hace seguimiento tras la fase aguda de la pandemia, desde el pasado 2 de junio.
Según informa la Consejería de Sanidad, del total de defunciones, seis tuvieron lugar en Tenerife, cinco en Gran Canaria y dos en La Palma. Todos los casos, con edades comprendidas entre los 73 y los 92 años, salvo uno de 54, tenían patologías previas y se encontraban en ingreso hospitalario. En total, 2.338 personas han fallecido por COVID desde el inicio. Por su parte, el acumulado de casos de coronavirus en el colectivo de mayores de 60 años asciende en Canarias a 114.426 personas.
Así, la Incidencia Acumulada para este grupo etario a 14 días se sitúa en los 124,97 casos por 100.000 habitantes y a los siete días, en los 64,34. En la actualidad, en el Archipiélago hay 47 personas ingresadas por coronavirus, de las que cinco están en UCI.
España, 14.493 casos y la incidencia baja a 66
Las comunidades autónomas notificaron ayer al Ministerio de Sanidad 14.493 nuevos casos de COVID, frente a 22.328 el mismo día hace dos semanas, y la incidencia en mayores de 60 años se sitúa en 66,52 en los últimos 14 días por 100.000, frente a 97,97 hace dos semanas. En el informe se han añadido 206 nuevos fallecimientos.
De los nuevos casos notificados, 9.291 se han producido en mayores de 60 años. La cifra total de contagios se eleva ya a 13.905.048 desde el inicio de la pandemia, mientras que 121.622 personas con prueba diagnóstica positiva han fallecido desde que el virus llegó a España.
Actualmente, hay 1.749 pacientes ingresados y positivos en COVID en España (2.380 hace dos semanas) y 98 en UCI (155 el pasado 2 de junio). La tasa de ocupación de camas se sitúa en el 1,42% (1,92%) y en las UCI en el 1,12% (1,77%).
El 46% está de baja o trabaja con dificultad
El 46% de los afectados por COVID persistente está de baja o trabaja con mucha dificultad, frente al 15,6% que trabaja en condiciones de normalidad, según la encuesta de seguimiento de sintomatología de COVID persistente realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) junto con los colectivos de afectados. Asimismo, un 9,5% de las personas encuestadas perdió el trabajo y un 2,9% logró la incapacidad permanente por COVID persistente.
En cuanto a la calidad de vida y el estado de salud, los resultados muestran que, de media, en una puntuación de 0 a 10, la salud de los afectados ha empeorado en cuatro puntos, mientras que el grado de discapacidad aumentó en casi seis puntos en comparación con su situación antes de desarrollar la enfermedad. Además, alrededor del 90% empeoran con el esfuerzo físico (93,3%) y mental (87,8%).
En relación al reconocimiento y a la red de apoyos, solo el 33% reconoció haber tenido apoyo en el trabajo, siendo la familia su principal soporte, el 71,6%.