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Guía de Isora despide a Víctor Pérez Barrios, un referente de la agricultura

Víctima de una fulminante enfermedad, fue uno de los isoranos que impulsó el ‘milagro’ de transformar una tierra improductiva en fértil
Guía de Isora despide a Víctor Pérez Barrios, un referente de la agricultura

Una fulminante enfermedad se ha llevado, a los 84 años, a Víctor Pérez Barrios, vecino muy querido en el municipio de Guía de Isora que dedicó toda su vida al campo. Familiares y amigos lloran la pérdida de una persona que se ganó el afecto de quienes le conocieron. “Se ha ido un hombre bueno, una persona excepcional”, era el comentario más repetido ayer entre quienes acudieron a darle el último adiós al tanatorio de Santa Lastenia, en la capital tinerfeña.


Víctor Pérez Barrios formó parte de la primera corporación del Ayuntamiento de Guía de Isora en la etapa democrática abierta tras la muerte de Francisco Franco. Fue uno de los concejales de un grupo de gobierno histórico liderado por el alcalde Pedro Reyes, de Unión de Centro Democrático, que obtuvo mayoría absoluta en abril de 1979.


Pero su gran pasión no fue la política, sino el campo. Y así lo dejó claro en un reportaje publicado por DIARIO DE AVISOS en octubre de 2016 en el que repasó una vida llena de sacrificios y entregada en cuerpo y alma a la agricultura desde finales de los años cincuenta, después de regresar de Venezuela junto a su padre, como tantos otros canarios, y comenzar a trabajar en las plantaciones de tomates.


Fueron años muy duros en los que la tierra era prácticamente improductiva y el agua, casi una utopía en la comarca, lo que obligaba a los agricultores a traer tierra del norte de la Isla, construir atarjeas, edificar tanques y labrar surcos con camellos y mulas. Víctor confesó en el reportaje titulado Una vida entre plataneras que “cuando las cosas se pusieron feas con el tomate”, al no compensar el esfuerzo que exigía ni la lucha contra plagas devastadoras, se entregó de lleno al cultivo del plátano. Su finca, ubicada en Pedro Afonso, en la costa isorana, con espectaculares vistas a La Gomera, llegó a contar con 35.000 metros cuadrados y más de 6.000 plataneras, pero en el año 2006 sufrió un revés: la expropiación de 13.000 metros para construir la desaladora de Fonsalía. Perdió de sopetón más de 2.500 plataneras.


Reconoció en el diálogo mantenido con el Decano de la prensa que el campo no es actualmente una opción de futuro para las nuevas generaciones. “La gente joven no quiere meterse en la agricultura, esto es muy sacrificado, yo mismo aconsejaría a mis nietos que no lo hicieran”, comentó, mientras devolvía una pregunta cuando le cuestionamos sobre el porvenir de la fruta canaria más exportada: “¿Y quién sabe el futuro que tiene cada uno aquí?”, una reflexión que acompañó con una advertencia sobre la “excesiva” dependencia económica del turismo: “Están poniendo toda la brasa en el asador y, cuidado, que eso no es bueno”.

TEMPORAL
Víctor Pérez Barrios presumía de Guía de Isora y de su clima, “el mejor de Tenerife”, aunque su prodigiosa memoria no olvidaba los “vientos del príncipe”, un temporal que dejó en 1973 una profunda herida en la comarca tras arrasar las cosechas después de derribar los muros que la protegían. “Aquello fue horrible, no quedó una plantación en pie, ha pasado casi medio siglo pero lo recuerdo como si fuera hoy”.


Con él se podía hablar de todo. En el reportaje se pronunció también sobre el debate abierto, en aquel momento envuelto en una gran polémica, acerca de la posible construcción del puerto de Fonsalía, próximo a su finca, y no ocultaba su escepticismo: “Mis ojos no lo verán, son muchos años oyendo hablar de lo mismo”.


Después de más de seis decenios lidiando con la madre naturaleza, Víctor estaba convencido de que “las plantas piensan”, una afirmación que acompañaba señalando las enredaderas que trepaban por una de las mallas de su finca.


Las contemplaba y decía: “Míralas, ¿ves cómo piensan?”. Era solo un ejemplo de la sensibilidad que demostraba un sabio del campo.

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