Las Islas Canarias esconden auténticas joyas de la naturaleza y espacios con un gran patrimonio cultural.
El Archipiélago alberga 4 de los 16 parques nacionales de España, una de las 15 ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad declaradas por la Unesco, el pico más alto de España y siete reservas de la biosfera, entre otras consideraciones que reciben diferentes espacios de las Islas.
Visitar el Archipiélago es sinónimo de disfrutar de una gran variedad de paisajes y actividades. Solo en Tenerife ya es difícil seleccionar algunos lugares a los que llevar a alguien que visita por primera vez la Isla, pero hemos elegido aquellos que tenemos claro que no pueden faltar.
Parque Rural de Anaga
El Parque Rural de Anaga se encuentra en Tenerife y fue declarado Reserva de la Biosfera en 2015.
El parque se localiza en el macizo de Anaga, una formación montañosa situada en el extremo nordeste de la Isla. Este espacio, de gran riqueza paisajística, natural y cultural y que se extiende por los municipios de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste, alberga una fauna y una flora rica en endemismos.
La zona abarca desde el mar hasta las cumbres, lo que la dota de una gran biodiversidad. Destacan sus profundos valles y barrancos y, su especial climatología, permite la existencia de una de las muestras de laurisilva más importantes del mundo, así como una maravillosa estampa del mar de nubes.
Para disfrutar de este rincón mágico se recomienda recorrer alguno de sus numerosos senderos y llegar hasta sus playas de arena negra, como la de Benijo o la de Almáciga.
Parque Nacional del Teide
Las Islas Canarias albergan 4 de los 16 parques nacionales de España. En Tenerife, el Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, es el más grande y antiguo del Archipiélago canario, donde destaca el majestuoso Teide, el pico más alto de España con 3.715 metros de altura desde el nivel del mar.
El Parque Nacional del Teide esconde especies de flora y fauna endémicas como la violeta del Teide, el tajinaste rojo, el perenquén o el pinzón azul. Además, los conos volcánicos y las coladas de lava crean un paisaje único.
Dentro de la visita podemos incorporar alguno de los senderos indicados, subir en el teleférico hasta el pico del Teide o reservar una noche en el Parador de Las Cañadas del Teide.
Importante: no coger elementos del espacio como piedras o vegetación para proteger el entorno y conservar su riqueza natural.
Santa Cruz, la capital tinerfeña
No puede faltarnos visitar Santa Cruz, la capital de Tenerife. Aquí se celebra el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, la gran fiesta chicharrera, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, cargada de actos como la espectacular Gala de Elección de la Reina, murgas, cabalgatas y conciertos, entre otros eventos y actividades.
Entre los principales atractivos de la capital encontramos el Auditorio de Tenerife Adán Martín, obra del arquitecto Santiago Calatrava; el Parque Marítimo César Manrique, construido por el arquitecto del que recibe su nombre; el Recinto Ferial; el Teatro Guimerá y el estadio de fútbol Heliodoro Rodríguez López.
En el centro de la ciudad está la Calle del Castillo, una calle peatonal de tiendas que comienza en la Plaza Weyler y desemboca en la Plaza de España.
La playa más conocida y turística de Santa Cruz es la de Las Teresitas, de la que se pueden conseguir imágenes espectaculares desde su mirador.
San Cristóbal de La Laguna, Patrimonio de la Humanidad
San Cristóbal de La Laguna fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
La ciudad fue fundada en 1497 y su nombre se debe al hecho de ubicarse a la vera de un lago poco profundo o de una zona pantanosa (La Laguna) drenada en 1837.
Sus calles empedradas marcan el camino entre las iglesias, conventos y edificios históricos que caracterizan a esta ciudad, como la Santa Iglesia Catedral de La Laguna, la Iglesia de la Concepción o el antiguo Convento de San Agustín.
Además, sus calles peatonales, como la Calle Herradores, son perfectas para pasear, comprar y tomar algo en las terrazas de los diversos locales de restauración.
Playa de Benijo
La Playa de Benijo, en Taganana, es una playa salvaje de arena negra realzada por el Roque Benijo.
Esta playa del norte de Tenerife puede resultarte familiar, ya que es uno de los enclaves más fotografiados por canarios y turistas.
Si quieres disfrutar de la esencia canaria al cien por cien no puede faltarte visitar esta playa, pues es uno de los mejores ejemplos del origen volcánico de la costa del Archipiélago. Es recomendable ir en horas de bajamar, en las que la extensión de arena por la que pasear se hace mayor.
Es preciso tener precaución con respecto al baño y no adentrarse demasiado, puesto que, cuando el mar está en mal estado las corrientes pueden ser peligrosas.
Playa de El Médano
Entre las playas del sur de Tenerife destacamos la de El Médano, una de las más conocidas en Tenerife y más elegida para practicar deportes acuáticos como surf, windsurf o kitesurf, gracias a las condiciones climatológicas de la zona.
Si quieres aprender kitesurf o windsurf aquí se dan algunos de los mejores cursos y estarías formándote en una de las playas elegidas para la celebración de campeonatos mundiales como el de windsurf de la Professional Windsurfers Association (PWA).
Además, a lo largo de su paseo se puede disfrutar de la costa y de una gran oferta gastronómica.
Puerto de la Cruz
Puerto de la Cruz es considerado Lugar de Interés Turístico Nacional desde 1955. Este municipio costero se encuentra al norte de Tenerife y destaca por ser uno de los principales atractivos turísticos de la Isla.
Entre sus encantos encontramos las playas de arena negra de origen volcánico como la playa Jardín, el zoo Loro Parque o el Lago Martiánez, un complejo de piscinas de agua salada diseñado por el arquitecto César Manrique.
El paseo de San Telmo es un precioso paseo peatonal y comercial junto al borde costero de la ciudad que enlaza con la playa de Martiánez y al que puedes llegar tras haber disfrutado del ambiente de la plaza del Charco, centro principal del Puerto de la Cruz.
La Orotava
El municipio de La Orotava, vecino del Puerto de la Cruz, es uno de los más pintorescos de Tenerife. Su casco histórico fue declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional y una parte considerable del Parque Nacional del Teide está dentro de su término municipal.
Aquí podrás visitar la Casa de los Balcones, caracterizada por su patio interior y sus balcones de madera tallada, que se remonta al siglo XVII, o los Jardines Victoria, construidos en el siglo XIX y en los que destaca su estructura escalonada con abundante vegetación y fuentes que crean una imagen preciosa.
Las alfombras de flores de La Orotava son la seña de identidad artística más importante que tiene este pueblo tinerfeño. Asimismo, la Romería de La Orotava es una de las más famosas de la Isla, donde no faltan baile, trajes típicos, música, comida canaria y diversión.
En tu paseo por el norte de la Isla, recomendamos también una parada en alguno de los guachinches de Tenerife, destacando Santa Úrsula y La Orotava como dos de los municipios con más establecimientos de comida típica canaria.
Faro de Punta de Teno
Punta de Teno es uno de los espacios más idílicos de Tenerife. Se encuentra en la parte más occidental de la Isla y alberga un faro protagonista de todas las fotografías de este lugar.
El faro fue construido en 1897 con piedra de La Gomera y es el más famoso entre los chicharreros.
Desde Punta de Teno se aprecian los impresionantes Acantilados de Los Gigantes y la isla de La Gomera, por lo que es una estampa difícil de olvidar.
Es preciso destacar que desde hace algunos años Punta de Teno es un espacio protegido, por lo que el tráfico está regulado para evitar aglomeraciones, existiendo horarios en los que se prohíbe el acceso por carretera.
Masca
El caserío de Masca se encuentra a unos 700 metros sobre el nivel del mar, dentro del Parque Rural de Teno.
La carretera es estrecha y con bastantes curvas, pero las vistas de las que se disfrutan al llegar valen la pena.
Este espacio cuenta con pocas edificaciones, por lo que mantiene la esencia de la naturaleza canaria, junto a los profundos barrancos del valle y la isla de La Palma al fondo. Sin duda, es uno de los mayores encantos del Parque Rural de Teno al contener los elementos que hacen inconfundible a la arquitectura tradicional de Canarias, que se encuentra envuelta por la gran vegetación de la zona.
Icod de los Vinos
Este municipio norteño esconde algunos de los mayores tesoros de Tenerife.
Por un lado, encontramos el Drago Milenario de Icod de los Vinos, un enorme ejemplar de drago que destaca por ser el más antiguo de su especie en todo el mundo, pues se calcula que su edad oscila entre los 800 y los 1.000 años. Fue declarado Monumento Nacional en 1917.
Por otro lado, la Cueva del Viento, un tubo volcánico que recibe este nombre debido a las corrientes de aire que se generan dentro. Su origen se remonta a unos 27.000 años, tras la primera fase eruptiva del volcán Pico Viejo. Asimismo, este tubo volcánico es el quinto más largo del mundo, con unos 18 kilómetros topografiados, sin contar los que quedan por explorar.
Acantilados de los Gigantes
Los Acantilados de Los Gigantes constituyen uno de los paisajes más espectaculares de Tenerife.
Estas majestuosas paredes de roca volcánica se localizan en la parte oeste de la Isla, entre Buenavista del Norte y Santiago del Teide, en el Parque Rural de Teno.
Se puede disfrutar de los acantilados desde la costa o en un maravilloso paseo en barco. En esta zona destacan actividades como el avistamiento de cetáceos, paddle surf, snorkel o submarinismo. Por todo ello, es una parada fundamental que hacer en Tenerife.