Por Carlos Pérez Simancas. | Ángel Suárez Padilla, hijo del intrépido timonel del Telémaco, se convirtió en un testigo viviente de una odisea marítima que cambió su destino y dejó una huella imborrable en su espíritu.
Ayer, mientras nos despedimos de este notable gomero, recordamos su legado y su mensaje de compasión hacia aquellos que buscan un nuevo hogar en nuestras costas. Una historia que dejó plasmada en el libro Telémaco, el último viaje.
La historia de Ángel Suárez se entrelaza con la valentía y la adversidad. A la tierna edad de siete años, presenció cómo su padre, Cristóbal Suárez Vera, asumió el papel de timonel en aquel fatídico viaje hacia América.
A bordo del Telémaco, una embarcación clandestina que transportaba a 170 hombres y una mujer, se enfrentaron a dos terribles temporales en medio del Atlántico. Ángel recopiló meticulosamente cada detalle de aquel viaje en su libro Telémaco, el último viaje, llevando consigo la memoria de aquellos 171 canarios.