En Adeje siguen ocurriendo cosas extraordinarias. Año a año, verano a verano, festival a festival. Este fin de semana los focos recayeron sobre Ritmos del Mundo, una de las grandes muestras musicales consolidadas de las Islas Canarias que en cada edición regala a los amantes de la música urbana del Archipiélago la presencia de los mejores intérpretes del género.
En este 2023 con una cartel dividido en dos días y que situó a Tenerife en el Olimpo del mapa internacional de un fenómeno artístico que no merma en su conquista mundial y que año a año a atrae a más seguidores. Bajo este prisma se celebró Ritmos del Mundo, con la sintonía de muchas de las canciones más celebradas de la actualidad en todo el planeta y con miles de personas entregadas a sus ídolos de esta nueva era.
Festivales como éste cambian la cara a buena parte de un municipio como el de Adeje. La vida se multiplica; el turismo asociado a festivales es un fenómeno del conocen bien el sur de la Isla y buena parte de este hecho responde a las producciones que desde hace más de diez años llegan de la mano de Farra.
No son solo las nueves horas de pura felicidad que se suceden dentro del recinto, sino que estos proyectos tienen también su reflejo directo en la hostelería, en los comercios, en los servicios de transporte, en los hoteles… es la ecuación perfecta. Y en el festival, música y diversión, devoción por sus ídolos y la posibilidad de vivir en directo lo que para casi todos los asistentes es la discoteca de sus vidas.
Contra todo estereotipo, J Balvin fue un héroe cercano. Se gustó sobre el escenario en la noche del viernes y fue absolutamente cómplice con el público. Entre himno y himno (es imposible no tener grabadas en la cabeza casi cada una de sus canciones) el artista colombiano interactuó con los más próximos, llegó incluso a subir a dos voluntarios para que cantaran una canción con él y en algún momento se prestó a grabar unos instantes del espectáculo con el teléfono móvil de otro de los asistentes.
Su espectáculo es cercanía, baile y estribillos pegadizos. Canto Mi gente, Con altura y I Like It, entre muchas otras, en un repertorio de más de una hora por el que transcurrió el éxtasis de esta edición de Ritmos del Mundo, que una vez más cuenta con el patrocinio del Gobierno de Canarias, Promotur, Turismo de Tenerife, Cabildo de Tenerife y la colaboración del Ayuntamiento de Adeje.
Maikel de la Calle precedió J Balvin en la jornada del viernes. Ante los suyos, su gente de Tenerife, demostró los motivos que le han llevado ser uno de los destacados del género.
Duki y Gordo pusieron el colofón en la noche del sábado tras dos días, 18 horas de música, de intenso calor que tuvieron el mismo hilo conductor: diversión, baile y coros multitudinarios. Así de sencillo, así de extraordinario.
