Este domingo retornó a Canarias una pesadilla cada vez más recurrente por estos lares, como es el llamado cero energético o, lo que es lo mismo, que la interrupción de algo tan básico como es el suministro eléctrico afecte a toda una Isla. En esta ocasión (y van 12 en los 12 últimos años por lo que respecta al Archipiélago), ayer le tocó a La Gomera, pero ya son tan habituales que ni siquiera han transcurrido unos meses desde el precedente más cercano en las Islas, dado que a finales de mayo pasado tuvo lugar otro suceso idéntico en El Hierro. Los hechos son de tal gravedad que los 15.313 clientes de Endesa en la Isla Colombina se quedaron sin luz en la madrugada de ayer, y al cierre de esta edición, más de dos tercios de la población gomera seguía sin luz.
Desde luego, no ha sido este el fin de semana ideal por lo que respecta a Endesa en Canarias, dado que al grave suceso que hoy nos ocupa en la Isla Colombina, donde ha sido un incendio declarado durante la madrugada de ayer en una central de Endesa ubicada en El Palmar, dentro del término municipal de San Sebastián de La Gomera, lo que ha dejado sin luz a todos los gomeros. Exactamente lo mismo que pasó el sábado pasado en otra central, esta situada en Fuerteventura, si bien en ese caso las llamas solo interrumpieron el suministro eléctrico a los vecinos de una parte de la capital majorera, Puerto del Rosario.
Además, y aunque dado que el ritmo de catástrofes y hecatombes con consecuencias graves para los isleños es tan trepidante en los últimos tiempos que hasta se antojan lejanos para la memoria los dos ceros energéticos que se padecieron en Tenerife con apenas nueve meses entre uno y otro, cuando la realidad es lo que los mismos tuvieron lugar hace tan solo algo más de tres años, concretamente en septiembre de 2019 y julio de 2020, respectivamente.
Por lo sucedido entonces en la Isla Picuda, las administraciones públicas sancionaron con multas millonarias a las compañías implicadas, la ya citada Endesa y Red Eléctrica de España (REE).
Los hechos
Para entrar al detalle del relato sobre lo acaecido ahora en La Gomera, es menester explicar que todo comenzó un poco antes de las tres menos cuarto de la madrugada de ayer en dicha central de El Palmar, donde, por motivos aún por esclarecer con la preceptiva investigación de los técnicos, se declaró un incendio del que al menos se sabe que alcanzó tal virulencia que seis de los diez grupos electrógenos existentes en dichas instalaciones quedaron calcinados, mientras que dos más registraron tales daños que tornaron en inservibles. Precisamente, los dos restantes constituyen la gran esperanza de que hoy pueda volver la normalidad a, al menos, poco más de los 10.000 clientes afectados. Eso sí, no conste que nadie sufriera lesión alguna a cuenta del tema que nos ocupa.
Sea como fuere, para comprender las dimensiones del destrozo en cuestión basta con recordar que todos y cada uno de los 15.313 abonados que Endesa tiene en La Gomera se quedaron sin el suministro de una energía trascendental para el normal desarrollo de la actividad cotidiana en asuntos que abarcan prácticamente todos los aspectos de la vida.
Declarada la emergencia, todo funcionó como está previsto para estos casos y los servicios más esenciales, como son los que se prestan en el aeropuerto y puertos de la Isla, el hospital y similares recuperaron sin problemas la normalidad gracias a que cuentan con grupos electrógenos propios.
Sin embargo, los esfuerzos de Endesa y las administraciones para agilizar en lo posible la llegada de grupos electrógenos procedentes desde otras Islas apenas logró que llegase la noche sin que apenas el 12% de los afectados recuperasen el suministro eléctrico, lo que sucedió a partir de la media tarde.
La previsión es que en la mañana más de 10.000 usuarios volvieran a tener luz en casa y el resto a medida que transcurra el día, pero las pérdidas sufridas en negocios y particulares ya eran el tema principal de conversación ayer por todos los corrillos de La Gomera.