En los últimos años, se ha producido un aumento notable en la demanda de productos destinados al entretenimiento sexual. Entre ellos, uno de los más destacados en términos de popularidad es el succionador de clítoris. La gran popularidad que ha alcanzado este producto ha generado dificultades para encontrarlo en establecimientos e incluso falta de stock.
El dispositivo se ha convertido en un icono de la liberación sexual femenina, promoviendo la exploración de la sexualidad y fomentando el autocuidado. Sin embargo, la Universidad de Cantabria ha emitido una advertencia sobre los riesgos y las posibles complicaciones asociadas al mismo.
Durante el curso de verano “Avances en la prevención y tratamiento de las disfunciones del suelo pélvico”, la fisioterapeuta Concepción Pérez Castro ha advertido sobre los efectos adversos de este juguete. Según su experiencia y conocimiento en la aplicación de la fisioterapia para mejorar el rendimiento sexual, ha explicado que “lograr un orgasmo demasiado rápido no es beneficioso para el cuerpo“.
Por esta razón, la experta ha destacado que el succionador de clítoris no es una recomendación. Con el objetivo de recuperar el orgasmo, la especialista ha señalado que se exploran diversas estrategias, como la búsqueda de estímulos visuales y táctiles, el empleo de herramientas para recuperar sensaciones y la experimentación con la estimulación mediante el uso de aceites.
Pérez Castro destacó que al detectar un trastorno sexual, se lleva a cabo un análisis para comprender su origen: si la persona lo experimenta en el contexto de una relación de pareja o en su intimidad, y si está relacionado con una disminución del deseo.
No obstante, según la fisioterapeuta, los juguetes sexuales no serían apropiados dentro del proceso de rehabilitación. Explica que el succionador de clítoris induce un orgasmo rápido, pero de corta duración, mientras que el objetivo perseguido en su enfoque terapéutico es alcanzar un orgasmo sostenido en el tiempo.