La Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó, en su sesión de ayer, el expediente de contratación para la licitación, mediante procedimiento abierto simplificado y tramitación urgente y anticipada, del servicio de redacción del proyecto de itinerario peatonal y ciclable seguro en entornos escolares y deportivos del barrio de La Alegría y barrio Residencial Anaga, así como la dirección facultativa y coordinación de seguridad y salud de las obras necesarias.
Un proyecto que se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con cargo a los fondos europeos Next Generation, y por el que, por resolución del pasado 18 de abril de la Secretaría General de Transportes y Movilidad del Estado, se otorga provisionalmente al Ayuntamiento santacrucero una subvención por la cantidad total 3.315.753 euros.
Cabe recordar que el Consistorio anunció que se había presentado, en septiembre del pasado año, a una convocatoria de los fondos Next Generation solicitando una subvención, por casi ocho millones de euros, para diferentes proyectos relacionados con la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones en la capital, entre los que estaba el desarrollo de itinerarios ciclistas que conecten la mayor parte de los distritos y, a su vez, den continuidad a los carriles existentes o en proyecto.
Dentro de esta línea se proponía la creación de un itinerario seguro que sirviese de unión entre los tres centros escolares existentes en el barrio de La Alegría, así como el club de fútbol base ubicado en el mismo margen, con el barrio Residencial Anaga y sus zonas comerciales de proximidad.
Proyecto cuya redacción se ha aprobado sacar ahora a licitación.
Además, en aquel entonces se apuntó que este proyecto se complementaría con la construcción de aparcamientos seguros para bicicletas en cada uno de los centros y con actuaciones de calmado de tráfico rodado en el entorno de las infraestructuras escolares.
Cambio modal de transporte
El objetivo es la limitación de coches en el centro y el fomento de un cambio modal de transporte en la ciudad, con otros proyectos contemplados por el Ayuntamiento como la creación de aparcamientos disuasorios a la entrada de la capital, puntos de recarga de vehículos eléctricos o una red estructurante de itinerarios ciclistas más seguros, entre otras medidas.