Reducir los accidentes con víctimas es el objetivo más perseguido por autoridades y expertos en seguridad vial.
Italia parece haber encontrado una medida para evitar que se pongan al volante quienes hayan consumido alguna copa de más.
Al ministro de Transportes e Infraestructuras, Matteo Salvini, se le ha ocurrido poner en marcha un proyecto experimental que él mismo ha definido como “taxis gratis para borrachos”.
Primero se someterán voluntariamente a una prueba de alcoholemia.