Cada seis meses, el Estado español paga 11 millones de euros por no solucionar el problemas de los vertidos al mar de aguas residuales. Cuando se cumplen cinco años desde que fuera condenado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ya ha abonado al menos 85 millones, entre la sanción inicial y las cantidades que se van sumando. Y esa condena se debió, entre otros lugares, al incumplimiento de la depuración de aguas residuales en el Valle de Güímar.
Y es el que el sur de Tenerife es la comarca de la Isla que presenta un peor panorama en cuanto al tratamiento de las aguas y su reutilización, todo ello para poner fin a unos vertidos al mar que, más allá de los problemas que suponen, generan un amplio rechazo social, como se ha ido evidenciado con más intensidad en los últimos años.
Tal es así que es esta área donde mayor concentración de obras, y a un ritmo mayor, se están realizando del conjunto de Tenerife. Si los cálculos del anterior consejero insular de esta área en el Cabildo, Javier Rodríguez Medina, pasaban por alcanzar los 250 millones de euros para que, en 2024, la Isla depurara el 100% de sus aguas, cinco municipios del sur acaparan más de la mitad de esa cifra, 141,4 millones de euros en obras ya en marcha o recién adjudicadas: Santiago de Teide, Guía de Isora (estos dos dentro del sistema denominado Tenerife Oeste), Arona Este (que incluye también parte de San Miguel de Abona, que cuenta, además, con su propio proyecto, recién adjudicado) y Granadilla de Abona. El resto de los proyectos son los de Acentejo y Valle de La Orotava.
Todo ello en lo que se refiere al convenio firmado por la Corporación insular y la sociedad mercantil dependiente del Estado Acuaes, que está gestionando el grueso del objetivo de que España cumpla en esta materia. Más allá, el Cabildo ha realizado otras inversiones de menor calado.
De las cuatro obras, la más potente es la que se refiere a Arona Este, que contempla la generación de todo un sistema de saneamiento que asciende a un mínimo de 63 millones de euros y que tiene como objetivo resolver el problema de las aguas residuales y los vertidos en la costa de San Miguel, Las Galletas o Palm-Mar, donde se ubican diferentes emisarios.
La joya de la corona de ese proyecto es, sin duda, la construcción de la depuradora de Montaña Reverón, que ya se encuentra en fase de ejecución y que, ella sola, costará unos 41,5 millones de euros.
De Tenerife Oeste a Granadilla de Abona, cuatro grandes obras
Las obras del sistema de saneamiento de Tenerife Oeste fueron las que primero arrancaron en la Comarca Sur, afectando a los municipios de Santiago del Teide y Guía de Isora, con una inversión de 27 millones de euros, incluyendo los colectores de medianías, el bombeo y los impulsores de la costa, la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) comarcal de Tenerife Oeste y la Estación de Tratamiento y Bombeo de Aguas Residuales (ETBAR) de Playa San Juan. Esta última está dimensionada para las aguas generadas por 109.000 personas.
Los trabajos en Granadilla de Abona, por su parte, supondrán una inversión, que ya se está desarrollando, de 31 millones de euros, con la estación depuradora de Los Letrados, la ETBAR de Ensenada Pelada, colectores y bombeos e impulsores.
64 kilómetros de tuberías
No hay que olvidar, además, que en este municipio hay una importante zona de protección marina por la riqueza de los sebadales, a los que podrían afectar los vertidos.
En el caso de Arona, la inversión asciende a 63 millones de euros y es la más importante de toda la Comarca Sur por su envergadura, ya que beneficiará a toda la zona Este de Arona, desde las medianías, en el casco, bajando hasta la costa.
Se espera que se desplieguen 64 kilómetros de colectores e impulsores, además de la construcción de la depuradora de Montaña Reverón, que ya se está construyendo. El sistema está pensado para una población de 240.000 habitantes, con un horizonte temporal que abarca hasta 2036.
En San Miguel, la obra acaba de adjudicarse con una inversión de 20,4 millones de euros.
Ha sido la última de todas por parte de Acuaes, que es la sociedad estatal que se encarga de los trabajos. En este caso, se trata de la ejecución de los colectores e impulsores para conectar con Montaña Reverón.