medio ambiente

Wolfredo Wildpret: “Hay que evitar que la economía turística se meta en los espacios naturales”

Wildpret destaca que lo más importante de este reciente incendio es que, a pesar de ser considerado el más grave de los últimos 40 años, no ha habido víctimas
Wolfredo Wildpret: "Hay que evitar que la economía turística se meta en los espacios naturales"

Ahora que ya el incendio de Tenerife está a punto de quedar extinguido y pasar a la historia, es buen momento para el balance y, sobre todo, para la reflexión. Porque lo importante en este tipo de desastres naturales es sacar enseñanzas que ayuden a evitar que se repitan en el futuro o, al menos, que tengan menos efectos catastróficos. Para ello, DIARIO DE AVISOS ha querido conocer la opinión de uno de los grandes sabios del Archipiélago, Wolfredo Wildpret de la Torre, catedrático tinerfeño de Botánica y Premio Canarias de Investigación (2011), que a sus 90 lúcidos años sigue siendo un referente de la ciencia y la divulgación medioambiental en las Islas.


Antes de todo, Wildpret destaca que lo más importante de este reciente incendio es que, a pesar de ser considerado el más grave de los últimos 40 años, no ha habido víctimas. “Esto es una desgracia natural, sin ninguna duda. Pero, afortunadamente -recalcó-, no ha habido muertes, al contrario de lo que vemos que está ocurriendo en grandes incendios forestales por todo el mundo por culpa del cambio climático y, también, por la irresponsabilidad de la gente”.


En este aspecto, valora la actuación de las autoridades y los técnicos responsables, además del enorme trabajo de todo el personal del operativo. “Creo que en la gestión de este incendio de Tenerife las autoridades han estado en su sitio y han actuado con sensatez y eficacia. La prioridad era salvar a las personas. Y las brigadas terrestres y los medios aéreos han realizado un trabajo magnífico”, afirma.


“Los incendios son algo normal en las Islas -explica el profesor tinerfeño-. Desgraciadamente, es un problema que no tiene fácil solución por la falta de educación ambiental que tenemos. Y con el cambio climático el riesgo es cada vez mayor. Lo que hay que evitar es que la economía turística se meta en los espacios naturales. Hay que proteger más nuestros espacios naturales”. Y Wolfredo Wildpret se refiere no solo al Parque Nacional del Teide.


Por su profundo conocimiento de la naturaleza insular, se muestra muy optimista respecto a la recuperación tras el desastre. “He visto arder la Isla muchas veces y soy optimista. Cada década ha habido un gran incendio en la Isla. Es algo recurrente. Entre 1972 y 1982 se quemaron en Tenerife 22.700 hectáreas. El monte de la Isla se va a recuperar”, señala. “El pino canario está acostumbrado a vivir en sitios difíciles. Puede nacer hasta en una roca. Al crecer en un entorno volcánico, con frecuentes erupciones, ha evolucionado con una genética muy resistente. Por eso – reitera el profesor Wildpret- estoy seguro de que en 10 años todo este monte quemado en la Isla estará recuperado por completo. La naturaleza es sabia y sabe cómo regenerarse”.


“Lo que hace falta -matiza- es que llueva, aunque no demasiado. Lo malo ahora sería que hubiera lluvias torrenciales. Eso arrastraría la tierra y haría mucho daño al monte”. Pero hasta en una desgracia como esta se pueden ver aspectos favorables. Wildpret considera que, “dentro de lo malo que supone un incendio forestal, un aspecto positivo para la Isla es que vamos a eliminar el error de las plantaciones de pinos insigne que aún quedan en nuestros montes”.

EL RABO DE GATO


Y en cuanto a enseñanzas y conclusiones, apunta que una asignatura pendiente es el rabo de gato. “El año pasado cayeron en las Islas unas buenas lluvias, pero, entre otras cosas, ayudaron a desarrollar y expandir de forma terrible el rabo de gato, que es una planta foránea y agresiva que, además, cuando se seca, es un combustible magnífico para ayudar a propagar los incendios forestales. Y contra eso no se hace nada desde la Administración. Hay que buscar la forma de erradicar esta planta, que es muy dañina para nuestro medio ambiente. Es un problema más serio de lo que parece y hay que actuar con contundencia”.


Wolfredo Wildpret es una de las máximas autoridades en la materia y lleva muchos años estudiando la naturaleza de las Islas. Recuerda que ya en 1992 participó con otros cuatro investigadores (M. J. del Arco Aguilar, P. L. Pérez de Paz, O. Rodríguez Delgado y M. Salas Pascual) en la publicación del Atlas cartográfico de los pinares canarios, editado por la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. “Ahí se incluye -explica- un estudio histórico de los pinares de Tenerife en el que se expone toda la filosofía sobre su protección con rigor científico y anunciando lo que podía ocurrir. Fuimos unos profetas. Ya exponíamos ahí lo que se debería hacer”. En la introducción de esa obra emblemática se subraya que “la cartografía, descripción y caracterización de los pinares que se afronta con rigor en este estudio constituyen una pieza clave para afrontar desde la perspectiva histórica y natural una gestión forestal correcta y acorde con los tiempos que vivimos, que no es otra que la de la restauración y preservación de nuestros singulares ecosistemas en la medida que ello sea posible”.


Los pinares constituyen en la actualidad la principal masa forestal del archipiélago canario. Se estima que al iniciarse la Conquista ocupaban el 25% aproximadamente del territorio insular, extensión que se vio reducida a menos del 12% a finales del siglo pasado.

Afortunadamente, su explotación secular se ha visto compensada con una política de reforestación que ha supuesto que en muchas de las islas la superficie del pinar se haya incrementado considerablemente en los últimos 50 años. Tenerife es un fiel ejemplo de esa política, pues ha visto crecer su área de pinar durante ese período en más de 15.000 hectáreas.

TE PUEDE INTERESAR