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Acuerdo para impermeabilizar la presa del Río 60 años después

Manuel Marrero, presidente de Cumbres de Abona y firme defensor del embalse ariquero, anunció ayer que “el Cabildo se ha comprometido a ponerla a funcionar”
La presa fue construida en la década de los 60 y nunca estuvo en funcionamiento pleno por las filtraciones. DA
La presa fue construida en la década de los 60 y nunca estuvo en funcionamiento pleno por las filtraciones. DA

“Hoy tengo que dar una buena noticia, la mejor noticia para el sector primario en el sur”, comentó ayer en Onda Tenerife, Manuel Marrero, presidente de la sociedad Cumbres de Abona, al referirse “al compromiso del Cabildo, expresado por la consejera Blanca Pérez, para restaurar la presa del Río”, una obra ejecutada en la década de los años 60 -al igual que su hermana de Los Campitos- y que nunca entró en funcionamiento pleno por los filtraciones.

Ahora, según anunció Marrero, “el Cabildo se ha comprometido a impermeabilizar la presa, con lo que se garantizaría agua de regadío desde Fasnia hasta Adeje”, aseguró quien ha sido un firme defensor de rehabilitar una de las presas más grandes de Tenerife (en contra de la opinión de técnicos y políticos), capaz de generar “tres millones de pipas y hasta el doble”, aseguró Manuel Marrero.

La presa del Río está situada a 600 metros de altitud en los límites de Arico y Granadilla, recogiendo agua del barranco del mismo nombre y 11 cuencas que proceden de los altos de Guajara, con sus impresionantes saltos de agua cuando llega el deshielo. Esa era la idea inicial cuando se construyó, pero el suelo volcánico, al igual que ocurre en Los Campitos, provocaba continúas filtraciones de agua que la hacían ineficaz, además de que “el agua solo costaba media pesetas la pipa y no era rentable entonces”, recuerda Marrero.

El acuerdo al que llegó la semana pasada la plataforma que defiende la presa del Río con Blanca Pérez y el gerente del Consejo Insular de Aguas recoge el encargo del proyecto al ingeniero José Timón, y, según Manuel Marrero, “ya está en marcha y a toda prisa”, al menos para aprovechar “el agua desparramada hasta que se impermeabilice la presa”, un compromiso que también ha adquirido la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, según dijo.

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