Laurisilva, follao canario (Viburnum rigidum Vent), algún laurel, brezo y restos de eucalipto sobreviven en La Hornaca, en Tacoronte. El lugar siempre está nublado, de ahí que también sea conocido como el bosque de la niebla, y se caracteriza por una intensa humedad, gracias a la cual ha conseguido sobrevivir al fuego pese a ser una de las áreas más afectadas del municipio por el incendio que asoló a Tenerife desde el 15 de agosto.
Allí vive Erasmo, su habitante más peculiar, una persona que ha vivido y sobrevivido la mayor parte de su vida entre la espesa vegetación, que utiliza de escondite cuando escucha ruidos o ve gente que no conoce. También lo ha hecho semanas atrás, cuando solo, guiado por su instinto, caminó monte abajo para escapar de las llamas y, por fortuna, también lo hizo el cuarto en el que vive y la pista por la que accede.
Adentrándose en el bosque, todavía huele a quemado y se pueden ver rescoldos de un fuego estabilizado, pero que no ha logrado extinguirse y que ha afectado en la Isla a un perímetro total de 88,45 kilómetros, además de trastocar la vida de 12 municipios, entre ellos, Tacoronte, donde vecinos de Agua García y Barranco Las Lajas fueron desalojados algunos días por motivos de seguridad.
El peor incendio de los últimos 40 años en Canarias y el peor de España en 2023 tuvo varias reactivaciones en esta localidad del Norte, donde hubo dos focos complicados. Allí, la labor de Bomberos de Tenerife, la Brifor, pasando por Protección Civil, medios aéreos y cuerpos y fuerzas de seguridad consiguieron salvar en Agua García uno de los pocos reductos de laurisilva que quedan en la Isla -junto al de Anaga y Teno-, que alberga ejemplares de viñátigos muy antiguos, que constituyen un punto especial en ese bosque, debido a que escaparon de las talas y consiguieron sobrevivir durante años. De ahí que reciban el nombre de guardianes centenarios. Uno de ellos, el que se sitúa junto a las Cuevas de Toledo, tiene 800 años y por eso le dicen el abuelito.
La parte alta fue la más atacada, pero aquella donde se encuentra la laurisilva mejor conservada logró salvarse, debido a que son ejemplares que conservan un alto porcentaje de humedad, aunque sus hojas se vean secas.
“Los árboles que están más secos hubiesen ardido y este monte no tiene tanta capacidad para regenerarse como tiene el pinar. Por lo tanto, nos tiene que servir a todos para mejorar los caminos de acceso, quitar maleza del entorno y plantearnos la gestión del monte. Aunque no sea una competencia directa del Ayuntamiento, debe haber una interacción entre las distintas administraciones. Creo que más que conservar tenemos que empezar a hablar de gestionar y de crear economías de pastoreo en torno al monte”, declara el concejal de Transición Ecológica, Sector Primario y Parques y Jardines, Arsenio Gómez.
Cuantificación de las afecciones
El Consistorio no ha cuantificada aún el número de hectáreas quemadas porque todavía hay varios accesos al monte que se encuentran cerrados. Según los datos que le proporcionó el Cabildo de Tenerife, fueron aproximadamente 300, “pero habrá que depurar esta cifra para ver qué cantidad está quemada en su totalidad, de forma parcial o seca por el calor”, precisa. Si se comprueba, añade, “sería una cantidad enorme, ya que el monte municipal tiene 600 hectáreas y supondría la mitad”.
Arsenio Gómez y su compañero de Corporación, Jesús Acosta, responsable de Alumbrado Público, Aguas y Saneamiento y Apoyo Familiar y Adicciones, acompañaron a DIARIO DE AVISOS a realizar un recorrido por la zona afectada por las llamas. Este último, además, fue un pilar importante porque vive en Agua García y le tocó la difícil tarea de desalojar a vecinos y amigos.
Hay frutales quemados, sobre todo de manzana reineta, algún membrillero y mucha zarza, “que arde como pólvora”, apunta Gómez, quien hace hincapié en la necesidad de retomar el pastoreo en el monte para prevenir los incendios o que éstos no sean tan agresivos.
Respecto a las afecciones al sector primario, el Ayuntamiento ha abierto un sistema de contacto a través del Mercadillo del agricultor y de las redes sociales, y a día de hoy no tiene constancia de que haya explotaciones agrícolas que hayan sufrido perjuicios graves, solo algunos frutales y apicultores locales que tenían sus colmenas desplazadas a otros municipios.
Las explotaciones ganaderas, principalmente de equinos, fueron desalojadas y tampoco existe certeza de que se hayan producido daños en ellas. No obstante, insiste el edil de Sector Primario, “estamos en fase de recopilación de datos, porque hay restricciones de entrada al monte que hay que respetar”, dado que el incendio no ha sido extinguido.