incendios en canarias

‘Gran Canaria mosaico’, ejemplo en la prevención de grandes incendios

Los expertos apuestan por combinar una ordenación de los espacios naturales con permitir los aprovechamientos forestales y ganaderos soportables
Los geógrafos ponen como ejemplo 'Gran Canaria mosaico', ejemplo para la prevención de grandes incendios
Los viñedos llamados del Cura, en Araya, se libraron del fuego. | DA

La Delegación Territorial del Colegio de Geógrafos en Canarias en Santa Cruz de Tenerife ha emitido recientemente su valoración sobre lo sucedido respecto al incendio que ha afectado a un 7% de la geografía insular, en la que afrontan el debate abierto entre la ciudadanía entre los partidarios de la conservación y quienes optan por una gestión alternativa, un dilema que para ellos “se debe plantear en el conjunto de la sociedad y no olvidarse una vez pasada la emergencia”.

Como respuesta, los geógrafos ponen como ejemplo “la experiencia Gran Canaria mosaico”, que califican como “una magnífica iniciativa del Cabildo de Gran Canaria, que además de ser una estrategia importante de prevención frente al fuego, mantiene población en el medio rural y permite la subsistencia de oficios en extinción, como el del carbonero”.

Y es que estos especialistas abogan por una “idea de la gestión territorial heterogénea de los espacios naturales protegidos. La idea parte de una visión global y dinámica del territorio, que, además, permite armonizar los objetivos mencionados. Se trataría de llevar a cabo una zonificación y régimen de usos de los Planes y Normas de Ordenación de estos Espacios de mayor valor biológico y a aprovechamientos forestales y ganaderos extensivos en los espacios susceptibles de soportarlos.

Así fue cómo nuestros antepasados campesinos ordenaron su territorio de una manera lógica y contribuyeron a la creación de paisajes de gran interés natural y cultural; esa ordenación permitió que la excepcionalidad biológica hoy defendida llegara a nuestros días. Por otro lado, la protección severa puede resultar en la paradoja que un incendio violento haga desaparecer los endemismos que se quieren conservar”.

“Este tipo de gestión -continúan los geógrafos- implica una reducción de combustible (biomasa) en los bosques y una fragmentación del paisaje que fundamentan la prevención frente a los fuegos rápidos y extensos. Así también lo han expuesto intervinientes de diferente perfil profesional en los debates públicos sobre el incendio de Tenerife. Incluso, este procedimiento se defiende también para las áreas de interfaz, lo que en muchos casos dificultaría las pérdidas materiales y humanas, así como la afección por parte del fuego de los espacios protegidos colindantes”.

Respecto al debate sobre si hacen falta más medios de extinción en el Archipiélago, su respuesta no puede ser más rotunda: “En la actualidad, no estamos ante un problema de falta de medios de extinción ni de una respuesta lenta e ineficaz, es decir, no se va a resolver esta problemática con más medios. Nuestros medios de extinción han mejorado muchísimo en las últimas décadas en recursos y profesionalización y, dichos responsables y técnicos reclaman una mirada más integral para poder hacer su trabajo”.

“Es nuestro deber como sociedad poner todo lo que esté en nuestras manos para que, aunque no se pueda evitar la acción de los pirómanos, los incendios sean más fácilmente controlables”, concluyen los geógrafos provinciales.

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