¿Me quitará el trabajo un robot? Si alguna vez ha pensado en ello no deja de ser parte del bombardeo al que se ha visto sometido por parte de especialistas, medios de comunicación o, incluso, compañeros de trabajo, pero si ha llegado a sentir ansiedad por ello sepa que tiene una explicación: padece usted FOBO.
FOBO, el acrónimo anglosajón de Fear of Becoming Obsolete, o lo que es lo mismo, miedo a quedarse obsoleto, es una preocupación creciente entre la población activa tanto entre los trabajadores más jóvenes como entre los de más edad con titulación universitaria o superior.
Mientras que algunos temen perder sus puestos de trabajo a causa de la IA y otras tecnologías de rápido crecimiento, otros temen tener que cambiar de profesión, verse forzados a cambiar de carrera o convertirse en desempleados de larga duración por carecer de las habilidades demandadas, según un estudio de Gallup.
¿Está justificado el FOBO?
Pero: ¿es real, a corto plazo, esa presunta sustitución de humanos por máquinas? Para Sara González y Yanira Rubio, CEOs de The Cornerstone Talent, una empresa de headhunting y selección internacional que conoce de primera mano empresas que se dedican al desarrollo de estas tecnologías y contratan a personas que las hacen posible, hay que tener muchos aspectos en cuenta: “De momento sí que parece que hay algunas profesiones que están demandando menos personal debido a las nuevas tecnologías, y esta tendencia irá en aumento. Un ejemplo claro ocurre con los cajeros de supermercado, donde las tiendas disponen de cajas en las que uno mismo pasa el artículo y paga. Lo mismo ocurre con las entidades bancarias donde cada vez más gestionas tus propias operaciones a través de una app”.
Uno de los argumentos más utilizados al referirse a esa sustitución humano-máquina o IA -también al hablar de FOBO-, es que aquellos trabajos en los que el trabajo sea más mecánico serán los más afectados, pero nada más lejos de la realidad: “Por ejemplo, hay una empresa de bebidas polaca, donde se ha nombrado CEO a una inteligencia artificial, aunque sea de manera experimental. Esto puede ser práctico para, por ejemplo, detectar oportunidades de negocio, pero en cuanto a tomar decisiones más subjetivas, como las que tienen que ver con los empleados, aún queda un largo camino por recorrer”.
Pero, si por un lado, aunque sea poco a poco, hay labores que son sustituidas por las IA y, a la vez, esos relevos no solo afectarían a aquellos trabajos más mecánicos: ¿hay motivos para que el FOBO se extienda como lo está haciendo? La respuesta, como en casi todo, no es tan sencilla como un sí o un no. “De momento no creemos que esto vaya a suceder. Detrás de cada avance hay una persona o equipo que desarrolla el código necesario para un fin determinado. Y también es supervisado”, señalan.
Además, como ha sucedido en otro tipo de evoluciones -o revoluciones-, de tipo económico, quizás es mejor hablar de tranformación que de sustitución, al menos en algunos aspectos: “
Muchas profesiones demandarán menos personal o tenderán a desaparecer, pero otras nuevas surgirán a partir de estos cambios.Las profesiones irán evolucionando cada vez más rápido, por lo que más que nunca tendremos que tener la capacidad de adaptación. Donde no solo nos tendremos que especializar más, sino que además, deberemos saber convivir con las nuevas tecnologías que nos harán conseguir completar de forma más rápida las tareas que queramos llevar a cabo”.
Las profesiones con mayor riesgo de desaparición… y otras con mucho futuro
En un futuro próximo, según podemos comprobar en otros países, algunas profesiones darán paso, o, al menos, convivirán con la IA a la espera de conocer si finalmente los humanos serán sustituidos: “Es algo que vemos ya, con cambios en cuanto a la demanda laboral de ciertos perfiles como son aquellos relacionados con los números (contables, matemáticos, personal bancario, etc), ya que diversas inteligencias artificiales hacen cálculos como los seres humanos. También vemos cada vez más como una app traduce de forma simultánea a otra persona, o como ChatGPT elabora artículos únicos cada vez que se hace una búsqueda.
Además, cada vez vemos más guaguas sin conductor están funcionando de forma experimental en ciudades como París o Málaga. Lo mismo ocurre con el metro, trenes o
camiones. Por lo que es otra de las profesiones que donde de forma inminente se emplazará al ser humano por las nuevas tecnologías”.
Pero no todo está perdido. Ni mucho menos. “Donde una puerta se cierra, otra se abre”, señalan, porque el propio desarrollo de estas tecnologías está provocando que se demanden cada vez más otros puestos de trabajo como desarrolladores tecnológicos para hacerlas posible: “A diario seleccionamos talento con perfiles cada vez más complejos y actualizados para ello. La IA no es capaz de aprender o evolucionar por sí misma, necesita de agentes externos que añadan valor. Es ahí donde la importancia del ser humano es tan grande”.