El cálido periodo de altas temperaturas que atraviesan actualmente Canarias y España “no tiene precedentes en un mes de octubre”, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La situación es la “más cálida de la época desde que hay registros” y sigue batiendo récords por cuarto día consecutivo.
Las Islas encabezaron durante la jornada de ayer las temperaturas máximas a nivel nacional. Así, la estación del aeropuerto de Tenerife Sur registró la temperatura más alta de España, con 39,2ºC, hasta las 13.30 horas de ayer, seguida por Tasarte (La Aldea de San Nicolás), con 38,6ºC; Maspalomas, con 38,1ºC, y Pájara (Fuerteventura), con 37ºC, mientras que El Matorral, en San Bartolomé de Tirajana, superó los 36ºC y Agaete, los 35,8ºC. Estaciones de Lanzarote, con 34,7ºC, y el Llano de Los Loros, en La Laguna, con 34,2ºC, también se encontraban entre los lugares con más calor.
Cabe recordar que la Consejería de Sanidad mantiene activos diversos avisos de prevención de los efectos del exceso de temperaturas en la salud, para reducir las consecuencias sobre las personas asociadas a las temperaturas excesivas, así como conserva en alerta a los centros asistenciales.
En Tenerife, hay aviso rojo (riesgo alto) por altas temperaturas en Adeje hasta el próximo día 8, mientras que existe aviso amarillo en Candelaria, San Miguel, La Orotava o Puerto la Cruz. En Gran Canaria se activó el riesgo alto por calor en Mogán, La Aldea de San Nicolás y Santa Lucía hasta el día 8, y en San Bartolomé de Tirajana y Agüimes hasta el día 6. En Fuerteventura se esperan altas temperaturas y, por tanto, riesgo alto en Pájara y Tuineje hasta el día 7.
Se toman estas medidas por el impacto de las altas temperaturas sobre la salud de la población, sobre todo la más vulnerable y entre quienes realizan actividades laborales y de ocio al aire libre. Se recomienda permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados y refrescarse cada vez que se necesite; reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas centrales del día, beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad; prestar especial atención a bebés, menores, embarazadas o lactantes, así como a personas mayores o con enfermedades que se agravan con el calor.